martes, 15 de enero de 2013

VOLVER A ENAMORARSE


 
Al comenzar un nuevo año, nos suelen nacer propósitos de todas clases, desde retomar la dieta abandonada en la Navidad, hacer deporte, iniciar algun curso de algo, ser más complaciente con todos, atender con más intensidad las necesidades espirituales, dedicar más tiempo a Dios y a la familia... Multitud de deseos que deseamos cumplir porque sin duda, responden a alguna carencia notable en nuestra vida. La verdad es que al final, a lo largo del nuevo año la mayoría se va quedando a medias o sin realizar en absoluto. Por eso lo importante es que la lista no sea demasiado larga, concretarla en uno o dos propósitos y estar dispuesto a sacarlo adelante con "Determinada determinación," como decía nuestra Santa Doctora de la iglesia, Teresa de Jesús.

Pero hay un propósito que siempre debería tener un lugar primordial en nuestra lista porque de él dependen muchas cosas buenas y santas, depende nuestra felicidad y la de la familia.

"El amor no tiene edad; siempre está naciendo".
Blaise Pascal
 
Ese propósito no puede ser otro que el de comenzar el año remozando el AMOR, volver a enamorarse con la ilusión de los primeros días de nuestro matrimonio. La realidad es que seguimos enamorados de la persona que elegimos para toda la vida, si ya no lo estuviéramos nos habríamos tirado los trastos a la cabeza, más ¿Qué fue de la ilusión primera? ¿Te diviertes con tu marido, con tu mujer? ¿Estáis deseando encontraros solos? A fuerza de monotonía hogareña ¿Has convertido el matrimonio en pura rutina? Claro que las cosas no pueden ser igual que al principio, ahora el trabajo, los hijos, las preocupaciones, la crisis..., apenas dejan tiempo para dedicarlo uno al otro en exclusiva; por supuesto, la amo, le amo, eso ni dudarlo y él, ella, lo sabe..., sin embargo, no es suficiente, hay que mantener el fuego encendido, es obligación de los dos, pero si uno no cae en la cuenta, el oponente está obligado a atizarlo. Matizo: atizar el fuego para que la llama crezca, no atizar a la pareja, aunque puede que alguno/a necesite un meneito para volver a vibrar con ilusión.
 


Os dejo unos cuantos detalles que he leído en Yo influyo,com y que han motivado este post. Detalles concretos, sencillos, de siempre, que hemos ido arrinconando por los achuchones de la vida, pero que pueden hacernos recobrar la ilusión de los primeros tiempos.



Por tanto, es importante no perder nunca algunos ingredientes en el matrimonio:
Sentido del humor: sabemos de los poderes curativos de la risa y es por eso que el buen humor siempre será una excelente terapia para erradicar el estrés y solucionar un conflicto.

Jamás perder los detalles: una palabra bonita, un beso, un abrazo, un regalo el día que no se celebra nada; son pequeñas muestras de amor que alimentan la relación.

El romanticismo no es sólo para los novios: es igualmente necesario en el matrimonio. El romanticismo conecta de nuevo a la pareja y rejuvenece la relación.

Una escapada al mes: sin los hijos, un momento para estar solos, para dedicarse exclusivamente a ambos, para redescubrirse y hablar de tantas cosas que en la vida cotidiana no hay tiempo.
Celebrar los aniversarios: es un ritual que se debe conservar. Cada año que pasa es un triunfo que merece la pena celebrar, esta fecha puede ser la oportunidad para confirmar el amor que se sienten y el compromiso de sacar adelante la relación.

Combatir la rutina: si todos los días hacemos lo mismo: levantarnos, llevar los hijos al colegio, ir al trabajo, regresar a casa al final de la jornada y dormir; seguramente el matrimonio se deteriorará.
Hay que ayudarle a la relación, hay que hacer cosas diferentes que le impregnen a la vida un toque divertido y diferente. Para ello entonces podemos pensar en alternativas como: ir a cine en día de semana, preparar una cena especial sin tener un motivo, ir a tomar un café, tomarse un vino juntos al final de un duro día, salir a comer un helado, dar una vuelta en el parque, encontrarse en algún sitio para almorzar juntos.
La excusa de muchos es el tema económico, pero no hay necesidad de gastar dinero para pasar un rato agradable con la pareja, además es un dinero muy bien invertido ¿qué mejor que nuestra propia felicidad y estabilidad emocional?

Realizar actividades juntos: compartir aficiones o hobbies, por ejemplo practicar algún deporte, salir a caminar, arreglar el jardín o sembrar nuevas plantas, cocinar, montar a caballo, etcétera.

Labores del hogar: convertir algunas obligaciones de la casa en una oportunidad para compartir tiempo juntos, como por ejemplo hacer mercado, transportar a los hijos, etcétera.

Actividades sociales: ir al teatro, a un concierto, salir a comer, ir a un bar, son algunas acciones que como pareja se necesitan conservar para no perder nunca la diversión.

Fuente: mujer.com.py

 

4 comentarios:

Mento dijo...

Anda que no Mili, como se nota que en esto del matrimonio tu eres toda una licenciada con matricula de honor, je,je.
Un abrazo guapa.
Por cierto ahora sigo también a tu Julio, él escribe unas cosas muy bonitas también. Mecachis, es que hacéis buena pareja corcho.

Miriam dijo...

Me encanta¡ Me lo apunto como propósito, que aunque llegue con retraso no va a ser de "segundo orden"
Gracias por la idea¡

Fran dijo...

Muy buenos consejos hay que seguir.
Pero sabes que muchas veces cuando se lee una buena recomendación se piensa en otro que le podía hacer falta en vez de aplicarlo a uno mismo. Pues yo que además de hablar en casa con mi marido también lo hago por correo le mando ahora mismo esto resaltando con negrita y en 40px “un regalo el día que no se celebra nada”. Claro que no soy tan materialista, también voy a resaltar "hacer mercado”.

Boss dijo...

Me encanta el post. Tan sencillamente completo y bien explicado. Y tan de acuerdo que estoy.
Gracias Mili!

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