Como nos suele suceder a los que vivimos en Madrid, por regla general, conocemos menos de nuestra ciudad que el turista tan frecuente que viene expreso a ella para captar no sólo los museos, sino esos lugares emblemáticos de cultura, historia y tradición que tanto la enriquecen.
Esto es lo que me ha sucedido a mí con el Ateneo de Madrid, situado en el número 21 de la calle del Prado, cuya existencia ya conocía, pero que nunca había visitado hasta el pasado 25 de febrero para asistir a una conferencia.
El Ateneo de Madrid es una sociedad privada declarada de utilidad pública, dedicada a la difusión de las Ciencias, las Artes y las Letras desde 1820.
Atravesar aquella puerta de labrada verja negra ya fue un gran impacto , puesto que presentía mi encuentro con el eje de la cultura de casi dos siglos.

Tras ella, la imponente escalinata me estremeció, no sólo por el esfuerzo que me supondría escalarla, sino principalmente por su belleza. Desde siempre he sentido verdadera admiración por estas escaleras de rancio abolengo, como la del Casino de Madrid o la de mi propia Facultad, situada en lo que se llamaba Universidad Central, en el viejo caserón de la calle de San Bernardo, por citar dos que conozco bien de cerca, y es que cuando piso uno a uno tales escalones voy como saboreándolos, siguiendo las huellas de tantas personalidades ilustres que por ellas ascendieron, todo un privilegio para mi anodina persona.
Los orígenes del Ateneo hay que buscarlos en el gobierno liberal de 1820. LLamado Ateneo Español, fue dirigido por Juan Manuel de los Rios, aunque con la vuelta de la época absolutista de Fernando VII desapareció la institución que se estableció en Londres (1823).
Al fallecer el Rey, durante la regencia de María Cristina, en 1835, al antiguo Ateneo se le añade el sobrenombre de Científico y Literario siendo sus fundadores:
El Duque de Rivas
1835-1837
Salustiano de Olazaga
1837-1838
Martinez de la Rosa
1838-1841
La sede del Ateneo ha tenido lugar en distintas localizaciones madrileñas: en la antigua casa de Abrantes, Prado 28, calle Carretas, Plaza del Angel, calle Montera, para volver en la actualidad a la calle del Prado, pero al número 21.
El edificio que data de 1884 y está catalogado como Bien de interés cultural, calificado como monumento, es de estilo Modernista, obra de los arquitectos Enrique Fort y Luis de Landecho, aunque el contenido artístico con grandes obras pictóricas de estilo neogriego en el Salón de Actos y en el Salón Inglés fue aportación de Arturo Mérida. La inauguración tuvo lugar en 1884 a cargo de Cánovas del Castillo.
A lo largo del tiempo han ocupado la Presidencia del Ateneo personalidades españolas como Laureano Figuerola, Segismundo Moret, Gumersindo de Azcárate, Antonio Alcalá Galiano, Cánovas del Castillo, Miguel de Unamuno, Fernando de los Rios. José Soto Reguera, Manuel Azaña, el despacho de este ultimo aún se conserva tal cual.
Despacho de Manuel Azaña
Y un largo etcétera..., hasta llegar a la Presidencia actual ejercida desde el año 2009 por Carlos París Amador.
Durante la guerra Civil de 1936 se mantuvo abierto, gracias a Bernardo G. de Candamo que fue el unico miembro de la Junta directiva republicana que no huyó de Madrid, consiguiendo, con su soberbia gestión y actitud responsable, preservar la integridad de sus instalaciones, especialmente la Biblioteca, cuyo valor es incalculable.
Por el Ateneo han pasado como socios, seis Presidentes de Gobierno, los Premios Nobel españoles, los políticos de la Segunda República, los integrantes de la llamada Generación del 98, de la del 14 y el 27.
Algunas fotografías y cuadros que se conservan en le Ateneo:
La condesa de Pardo Bazán, en una lectura de su obra
Don Miguel de Unamuno, antes de una lectura
Moret, en la Presidencia
Sala Santa Catalina de la Biblioteca
Unamuno
Menéndez Pidal
Valle Inclán
Una vez terminada la Guerra, en 1939, y hasta 1946 recibió el nombre de Aula de Cultura, quedando a cargo de la Delegación Provincial de Educación Nacional de la FET y de las JONS, hasta que por una Orden Ministerial de 23 de marzo de 1946 recobró su nombre de Ateneo, pasando a depender del Ministerio de Información y Turismo en el año 1951. Durante el régimen de Franco fueron presidentes, entre otros: Pedro Pocamora, Florentino Pérez Embid, Jose María de Cossio y Carmen LLorca.
Una vez fallecido El General Franco y llegada la Democracia, volvió a ser una entidad privada, celebrándose las primeras elecciones para ocupar cargos en el Ateneo en 1982. En esta nueva etapa fueron Presidentes: Fernando Chueca, Cesar Navarro, José Prat, Paulino García Partida, José Luis Abellán y el actual Presidente Carlos París Amador.
CARACTERÍSTICAS DEL ATENEO
Las distintas actividades, culturales y científicas se desarrollan en diecinueve secciones, para ello dispone de un Salon de Actos, decorado por Arturo Mélida, con los cuadros de aquellos personajes ilustres que presidieron el Ateneo y otras pinturas murales, representando momentos destacados de las Artes, las Ciencias y las Letras, tiene una capacidad de 345 butacas y es un marco ideal para todo tipo de actividades, conciertos, teatro, conferencias, debates y proyecciones cinematográficas...
Salón de actos
Techumbre del Salón de actos
Distintas Salas
Sala llamada La Cacharrería
Sala Ciudad de Ubeda
Sala de Conferencias
Sala la Pecera de la Biblioteca
Claraboya de la Sala pecera de laBiblioteca
Biblioteca

La Biblioteca del Ateneo, merecería un capítulo aparte, no en vano se dice que es la más completa de España, cuyo fin principal ha sido desde su inauguración en 1835, la investigación. La finalidad del Ateneo, creado por una Real Orden, ha sido siempre la de ofrecer un punto de reunión para intercambiar ideas y conocer por medio de periódicos y publicaciones extranjeras el progreso científico, literario y artístico de todos los paises. Si bien es verdad que entre sus paredes no han faltado algunas conspiraciones políticas, así como la gestación de la República.
Los contenidos de la Biblioteca son el retrato más fidedigno de la historia intelectual del Ateneo que cuenta con la mejor colección de libros y publicaciones, especialmente de obras del siglo XIX y primer tercio del XX, sobre diversas materias y diferentes idiomas.
Hoy día su contenido bibliográfico es el principal testimonio de una edad de oro de la Cultura. Desde su inicio se abarcan todas las materias, Medicina, Derecho, Literatura, Arte, se compraba lo mejor que se iba editando, tanto en España como en el extranjero, incluso de nuevas disciplinas como la Psicología, el Psicoanálisis...
escritos sobre Congresos, Exposiciones y catálogos de algunas Exposiciones Universales.
Como es lógico los temas más abundantes son las obras de autores que fueron ateneistas como: Clarín, Emilia Pardo Bazán, Pérez Galdós, Unamuno, Valle Inclán, manual Azaña, Joaquín Costa, Ramón y Cajal...etc...
Por otro lado, para adaptarse a los tiempos, en este siglo XXI se inicia una Biblioteca digital, con las nuevas tecnologías que de manera progresiva iran adaptando los fondos impresos ya existentes e incorporando nuevos títulos en formato digital.
Por si a alguno le interesa el motivo que me ha llevado a escribir este post y mi reciente admiración por un Ateneo que lleva más de 200 años ubicado en Madrid, confieso que se debe a un motivo muy personal que podéis descubrir en esta invitación del pasado mes de febrero:
Pero, amor maternal aparte, os animo, a quienes aún no lo conozcan, a visitar el Ateneo de las Ciencias, las Artes y las Letras de Madrid, en visitas guiadas o no.
No os arrepentiréis, es un consejo de amiga bloguera.