MARTES CON ARCENDO, DESMEMORIA HISTÓRICA

 

27 de febrero de 2012 

CORAJE Y OPTIMISMO

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A raíz de los acontecimientos causados por los indignantes indignados de Valencia y de Madrid de estos últimos días..., no puedo evitar pensar, con pena, en la postguerra. Pero que nadie se confunda, no lo hago con ningún ánimo guerracivilista, sino pensando en el ejemplo de los españoles de entonces.

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Ahora hay crisis, una crisis grave, que solo los necios se atrevieron a negar, sin embargo aquellos tiempos, tras la durísima guerra fraticida, donde todo quedó en ruinas, estoy seguro que fueron también momentos extremadamente dificiles. Faltaban muchas cosas y se llegó a pasar verdaderamente, mucha hambre.

Sin embargo..., algunos años más tarde -no muchos-, España resurgió de forma espectacular, en lo que muchos con razón, calificaron como el milagro económico español.

Está claro que el denostado régimen tuvo mucho que ver en ese "aggiornamiento" tan cierto como molesto para sus detractores. El turismo primero y después la industria fueron los principales motores..., pero la "gasolina" para que estos arrancaran, fue el pueblo; el abnegado, valiente, entregado, pueblo español.

¿Que queda de aquello? Si echamos una mirada a esos supuestos indignados de la Puerta del Sol de Madrid y de las algaradas de Valencia, no nos queda más remedio que acordarnos de aquellas certeras palabras de Ortega y Gasset, escritas en la "Rebelión de las masas", porque parecen escritas para estos días, parecen proféticas:

"...la división más radical que cabe hacer de la humanidad es ésta, en dos clases de criaturas: las que se exigen mucho y acumulan sobre si mismas dificultades y deberes, y las que no se exigen especial, sino que para ellas vivir es ser en cada instante lo que ya son, sin esfuerzo de perfección de si mismas, boyas que van a la deriva."

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"¿Como se ha podido creer en la amoralidad de la vida? Sin duda, porque toda cultura y civilización moderna llevan a ese convencimiento. Ahora recoge Europa las penosas consecuencias de su conducta espiritual."

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Sin embargo, ahora aunque parezca una gran incoherencia, la nueva izquierda, parece empeñada en rescatar su parcial memoria histórica. Y lo hace... pisoteando la otra historia, la mía..., precisamente la que, a mi modo de ver..., son ahora un ejemplo utilísimo de recuperación, económica y moral. Porque ahora: 
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Me repugnan todos esos antimonarquicos que descansan en domingo. 
Me dan asco los sindicatos vendidos.
Me rechinan los indignados de carné político. 
Me molestan los manifestantes subvencionados.
Me aburren los políticos sin ideas. 
Me jode (perdón por el exabrupto), la izquierdona que no sabe perder. 
Aborrezco a esos totalitarios que quieren ganar por la fuerza, lo que no saben ganar por la razón.
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De esta manera, yo también reivindico, creo que con todo mi derecho, mi propia MEMORIA HISTÓRICA, y recuerdo el empuje de los valientes incluso en los tiempos más dificiles.

No puedo, ni quiero olvidar mi pasado, aunque hoy esté en ruinas. Esos restos que otros desprecian, es parte del raciocinio, de la esperanza que me queda. Según palabras de María Zambrano, esas ruinas son para mí:

"lo más viviente de la historia, pues sólo vive históricamente lo que ha sobrevivido a su destrucción"

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Para terminar este post, rescato otro mensaje de EMPUJE, esta vez del gran Ernesto Gimenez Caballero. Su alegato es también politicamente incorrecto y quizás por eso...,  por lo que dicen estas certeras palabras, por lo poéticas son, por lo resplandecientes y esperanzadoras que me parecen, lo hago enteramente mío:

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"Yo sè que todas esas voces mías, proféticas y augurales están ofendiendo profundamente a muchos españoles.

... Su indignación y su protesta y su llamarme insensato o loco serán los mejores signos de su bastardía y de su resentimiento.
Pero vosotros, ¡los genuinos, los fieles, los puros de nuestra casta, escuchadme, y no en vano!¡Fe, clarividencia, coraje, optimismo! El Genio de España, con sus milenios de muertos, está llamando a nuestros corazones en ascua viva. Escuchad el evangelio hispánico, que habla a nuestros pechos con claridad definitiva ya:

Al rey la hacienda y la vida
se ha de dar, pero el honor
es patrimonio del alma,
y el alma sólo es de Dios."