lunes, 14 de abril de 2008

A PROPÓSITO DEL ATLETI

Foto del nieto

Cuando niña, mi padre me llevaba de la mano a los partidos del Real Madrid. Yo no sabía si por eso ya podía decir que era "merengue", pero lo decía. Mi padre sí lo era y mucho, sin llegar a fanático. Por lo general todas las niñas adoran a su padre y yo no iba a ser menos, así que del Real Madrid.

INCISO: padres que tenéis hijas, a lo mejor no lo habéis notado pero es un hecho constatable. La figura del padre puede ser un héroe para los hijos varones lo que no impide que sean las mujeres las que vean por sus ojos, oigan por sus oidos, hablen por su boca y quieran por el corazón del padre.Por eso estad alerta, cuidad a vuestras hijas porque la decepción de una de ellas trae mucho más dolor y peores consecuencias que cuando es un hijo el decepcionado.

Mi afición por el Real madrid tuve que sacrificarla en aras de la estabilidad matrimonial, pero tampoco fui del Atleti, sólo padecía y compadecía a cada nuevo ser que traía al mundo porque no sé porqué motivo, criados a mis pechos, iban uniéndose a esa "manera de sufrir" colchonera. Y lo que aún comprendo menos es como entre todos pudieron transformar hasta la vocación madridista de mi progenitor. Ya no se perdía ningun partido del "Pupas", acompañado por mi clan familiar, en el campo o en aquella televisión gratuita que por entonces los transmitía cada semana.Luego vendrían dos queridos yernos y algún nieto, lo que se dice una peña completa.

Lo que más tengo grabado en el alma es un momento de su vida que hasta hoy no me he atrevido a mencionar hacia fuera, por ese dolor que me causaba el recuerdo de su enfermedad.
Mi padre fue ingresado en el hospital universitario de San Carlos, porque se negó en rotundo a desdeñar la Seguridad Social, de la misma manera que la complutense fue siempre su Universidad y la de sus hijos e hijas, por voluntad suya. Claro que España entonces era otra historia. Recien abierto quirúrgicamente para sanarle un cancer de estómago que no se reveló hasta los ochenta y seis años, cuando su cabeza se hallaba en todo su esplendor, (las últimas lecciones que dio en su vida fueron a mi hija menor, derivadas e integrales, unos días antes de su ingreso en el hospital), y cerrado de inmediato porque no había solución, tuvo que padecer una traumática espera hasta su final. Ayudado por los cuidados paliativos propios de tal enfermedad y por la asistencia espiritual del sacerdote del centro. Los vómitos de sangre eran más lacerantes para nosotros que para él, al menos eso parecía.Pero era maravilloso estar a su lado, recogiendo toda esa sabiduría que algunas personas transmiten al final de sus días como el mejor testamento. A nosotros intentaba engañarnos: "bueno, cuando vuelva a mi casa (desde que murió mi madre, diez años atrás, su empeño fue vivir sólo y como buen cántabro, sus deseos siempre fueron hechos), ya no tendréis que venir a cuidarme". Sin embargo, cuando se quedaba a solas con las enfermeras les confesaba: "usted no se preocupe por mí, que yo he venido aquí a morir".

¿Qué demonios tiene ésto que ver con el Atleti?.

Cuatro o cinco días antes de su marcha, televisaban un partido del Atleti Madrid y se empeñó en verlo en el hospital. No me quedó más remedio que complacerle y cuando sólo habian transcurrido unos minutos de la salida al campo de los jugadores, le sobrevino un dramático vómito. Una vez superado y en condiciones de seguir el encuentro, me dice muy enfadado, él que no protestaba nunca por lo aparatoso de estas secuelas, :"esto es el colmo, no me dejan ni siquiera ver tranquilo un partido del Atleti".

No recuerdo el resultado, ni siquiera contra quién jugaban pero sus palabras me vienen a la mente y al corazón cada vez que en mi casa se oye de todo cuando el Atleti va perdiendo,o ganando y sobre todo si empatan en el último minuto,como ayer, como casi siempre.

14 comentarios:

Caballero ZP dijo...

Lo importante es la herencia de sabiduría que os ha dejado a todos y los buenos recuerdos.
Me ha conmovido mucho tu relato.
Un abrazo

alter-ego dijo...

Militos ¿como está tu hija? ya me lo diras,recibe mi cordial saludo.

Militos dijo...

Gracias caballerozp: creí que ya no me dolía pero me equivoqué.
Un abrazo

Unknown dijo...

Tu post está lleno de ternura y vida. Magnificas enseñanzas que os dejó tu padre.
Y por cierto, ahora " el pupas" es mi Valencia CF buaaaaaa Que desastre!!!
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Hermosos recuerdos...

ARCENDO dijo...

Bonitos memoranza de tu padre, seguro que te está viendo desde el cielo y te sigue ayudando, se vé que los lazos que os unían eran fuertes.
Y en cuanto al futbol, ya dije que soy blanco, pero no soy fanático, ni anti nada y menos del Atleti, (el segundo equipo de mi ciudad-jejeje-). Pero ahora, entiendo que aunque sea el pupas, porque dicen que tiene la mejor afición del mundo, tu lo has explicado muy bien.
Me encantó el post. Besos.

braincrapped dijo...

Yo soy el único de mi familia al que no le gusta nada pero nada el fútbol. Al menos me libro de un sufrimiento xD

Militos dijo...

Blumun: me voy a hacer del Valencia, siempre ma cayó fenomenal. ¡aupa!

Arcendo: pues yo sigo sin entenderlo.

Braincrapped: pues no te juntes con nadie que se apasione por el futbol. Sufrirás o desertarás.

Alter: tú siempre tan detallista. Gracias por preguntar por ella. está más animada.

Reparto de abrazos

Legionarius dijo...

Yo soy atlético y tengo el mejor padre que se pueda tener ... aunque sea merengue.

Un saludo español

Militos dijo...

Legionarius: eres el primero del Atleti que entra a ver esto.
Un saludo de española.

Ya sé nota el padre que tienes.¡Cuídale!

Anónimo dijo...

Toda mi familia es del Atleti, de niño era el Madrid pero vi que aquello ni iba conmigo, que no sentía nada...¡Soy colchonero!

saludos

Militos dijo...

Juan: segundo sufridor de la blogosfera.
Saludos comprensivos

Chess dijo...

Militos,me has provocado que mis ojos se pongan rojos como dos tomates, mas bien porque la historia me ha resultado muy familiar.

Tengo muchos recuerdos asociados a victorias del R.Madrid y derrotas del Atleti y del Barcelona.

Y al final eso es lo que te queda que, a parte de lo mucho que te acuerdas de los que se han ido, te vengan a la memoria en pequeñas cosas tales como el Barcelona pierda por goleada o el Madrid gane la copa de europa: "qué bien se lo hubiera pasado".

Un abrazo enorme.

Militos dijo...

Chesk: te entiendo. Creo que ya no voy a recordar más. Esto era una espina que tenía clavada y que con cada partido que "vocean" en mi casa me pinchaba más y más.
Bueno, la verdad es que no creo que me haya curado con este desahogo. En fín sigamos las dos hasta donde tengamos que llegar.
Un abrazo de dentro

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