Murillo
Me ha parecido precioso y oportuno este artículo de Adolfo Pérez de Arellano con el que me ha etiquetado en Facebook, por eso lo traigo a mi "De Dentro"
LA VOZ QUE REMUEVE LAS ENTRAÑAS
En su «Tratado sobre el Amor de Dios» cuenta San Francisco de Sales cómo las perdices se roban los huevos unas a otras para empollarlos. Pero si el perdigón, una vez nacido, encuentra a su verdadera madre, rápidamente la reconoce, huye con ella y abandona a la extraña. Así le sucede a mucha gente criada por el mundo cuando escucha la voz de Dios.
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Tengo otras ovejas que no son de este redil. También a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz. ¿Cómo crees, si no, que Mateo o Felipe cambiaron sus vidas por completo al escuchar una sola palabra de Jesús: Sígueme? ¿Abandonarías tú cuanto posees para seguir a un desconocido que con una sola palabra te llama? No lo harías, salvo que fueses el hijo pródigo y reconocieras en ella la voz de tu olvidado padre. Despertarían en el alma recuerdos de familia, romperías a llorar, y con él volverías a casa.
Nos da miedo hablar de Dios. Y no somos conscientes de cuántas personas, si les acercásemos la voz de Dios, cambiarían sus vidas al reconocer en ella al Pastor y Padre olvidado. Recuérdalo bien: si tú no llevas la voz de Dios a esos hijos pródigos, muchos morirán huérfanos sin haberla escuchado jamás.
2 comentarios:
Parece que me has leído el pensamiento.
Ayer tuvimos la reunión anual con los primos y mantuve una conversación muy profunda con uno de ellos. Desde muy pequeños nos entendemos muy bien y seguimos así. Este artículo me recuerda mucho de lo que hablamos.
Te recordé muchas veces, me vinieron constantemente muchas cosas que Hoja nos dejaba.
Besiños de domingo, querida Militos.
Te escribiré.
Es verdad Militos, pero este Papa nos está allanando mucho el camino. Un abrazo fuerte
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