Imagen de Miguel Iborra
La imagen no puede ser más bonita ni con más contenido y yo os digo la verdad, no sé como continuar, desde que empezó el mes de junio siento como "apretujao" el corazón, reviviendo aquellos meses, últimos de su vida en la tierra, con tanta inquietud y dolor que sentía a medida que su enfermedad avanzaba, pero siempre con esa esperanza de posible mejoría, al menos es lo que quería comunicar con sus últimos post a su familia bloguera para tranquilizarnos, pero él sabía a donde iba a parar todo aquel sufrimiento, a cruzar esa última frontera que todos tendremos que pasar y que para él llegó demasiado pronto.
No es de extrañar, para eso era nuestro Capitán y tenía que enseñarnos con cuanto valor y audacia, con cuanta fe y esperanza, cuanto amor hay que atesorar para llegar a esa " orilla blanca" del "Señor de los Anillos," de su querido Tolkien, que tantas veces trajo a su blog.
Lo más maravilloso de Arcendo era que siempre de cualquier tema sacaba su moraleja especial, fuera Cine, Música, Arte o simples cosas de la vida, sabía enfocarlo a lo trascendente, al amor de Dios.
Un 16 de junio de 2013, él se fue, pero no desapareció de nuestras vidas, ni nunca desaparecerá, es verdad que al otro lado de la orilla nos está esperando y al mismo tiempo sigue entre nosotros, muchos lo sentimos así, se nota en miles de detalles. Sólo unos pocos llegaron a conocerle en persona, los demás únicamente a través de su blog y de los cometarios que nos iba dejando en los nuestros, siempre alentadores y llenos de cariño como si fuéramos o mejor porque realmente lo éramos, su familia bloguera, una familia muy numerosa, pero a la que él trataba y quería persona a persona.
No puedo seguir, ya me he extendido mucho más de lo que pensaba, mucho es lo que guardo en mi corazón de este amigo, de este hermano al que nunca conocí, pero al que me sentí tan unida. Nunca pensé que esto pudiera ocurrir por tener un blog y llegar a los blogs de otros, como si entre nosotros hubiera un lazo de familia. Y es que lo hay, Arcendo nos lo anudó.
Sé que, hoy martes, podría haber traído cualquier otro post referente a sus luchas con la enfermedad, pero cuando lo vi, después de haber escrito aquí lo de la otra orilla, recomendado en su Hoja del Arce en este día, me pareció una señal de que debía ser éste.
Recordar mucho a su familia, a Guadalupe que hace tanto que no nos deja alguna palabra en el blog, desde la Navidad pasada donde explicaba que le dolía entrar en él. Hoy 16 de junio, debe ser muy triste para ella. vamos a acompañarla con una oración intensa y con nuestro cariño, dejando algún comentario en La Hoja, aunque lleve tiempo sin moderarlos. Y, queridos amigos, ofrecer hoy la Misa por el alma de Arcendo y sus intenciones en las que seguro entramos todos.
LOS MÁS PEQUEÑOS
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"Y a tí, Frodo Bolsón te entrego al luz de Erendil, nuestra mas preciada estrella, que ella te ilumine cuando las demás luces se apaguen-" Galadriel
En este blog hay cosas, siempre recurrentes. No es mi intención ser repetitivo, pero en ciertos momentos, cuando hasta el suelo parece resquebrajarse, es bueno agarrarse a lo que sabemos que no falla. Pueden ser personas, pensamientos, el recuerdo de una experiencia pasada, unas notas musicales, la evocación de un libro o de una obra artística..., todo vale para aferrarse a la esperanza, máxime en situaciones extremas.
Tolkien es uno de esos apoyos frecuentes a los que acudo, por eso, sus textos rebrotan en esta bitácora, de vez en cuando. Y esto es así, porque la obra de Tolkien es una mina de preciosos conocimientos, de grandes enseñanzas, y en mi caso... de alentadoras inspiraciones que siempre me despiertan enormes optimismos.
Muchas veces lo hemos dicho, el universo que crea Tolkien es fantástico, su lectura es amena, divertida y emocionante; sin embargo su arte no es una simple literatura de fantasía -al uso-, su intención primordial dista mucho de ser un mero entretenimiento, una evasión intranscendente.
Uno de los expertos más reputados sobre Tolkien, Patrick Curry, en su libro "Defending Middle-Earth: Tolkien, Myth and Modernity" (Defendiendo la Tierra Media: Tolkien, Mito y Modernidad), afirmó rotundamente que El Señor de los Anillos era cualquier cosa menos huida de la realidad: “Tolkien no se limitó a hablarnos, como Ruskin y Chesterton, sobre los peligros del mundo moderno; además, tejió su antimodernismo en una historia rica e intricada que ofrece una alternativa.
Dicha alternativa, a mi modo de ver, tiene forma de Cruz. Los elementos fundamentales de toda la ficción tolkiniana están enraizados fuertemente en sus profundas convicciones religiosas.
Se sabe que J.R.R. Tolkien, fue un católico ejemplar: un hombre de oración, frecuentador de devociones y Sacramentos. Y eso, que fue su vida, su experiencia religiosa, todo ese bagaje cultural y espiritual, aún camuflado deliberadamente por el mismo, se destila en cada una de sus obras.
Como he dicho, hoy traigo a Tolkien, sobretodo buscando alegrías y esperanzas, y lo quiero hacer... evocando precisamente ciertos puntos, que especialmente me "provocan", me incitan, -incluso prácticamente-, al cambio personal.
Son muchas las analogías que podemos encontrar entre la realidad y la ficción en la saga de los Anillos; de hecho, hasta el mismo Tolkien admitió que creó la Tierra Media con el mismo perfil moral de nuestro mundo, un mundo creado por Dios con la misma naturaleza de nuestro Creador.
Un buen ejemplo son las ciudades-fortalezas de los habitantes libres, Minas Tirith y Edoras, en donde uno puede encontrar, tanto al hombre más puro, como al corrupto más indeseable, pudiendo haber sido la misma persona. Cada uno de los personajes puede ser arruinado por la vanidad; pero también...incluso el más débil tiene la capacidad de redención, exactamente igual que en nuestro mundo real.
Otro acercamiento- a la obra tolkiniana, que me la hace más humana, es que hasta los héroes tienen sus fallos. Somos testigos de sus miedos, de sus titubeos, de todos sus desafíos morales, y de todas sus pequeñas o grandes tentaciones. Cuando por ejemplo hasta el mismo Gandalf es tentado o, el gran Boromir, -uno de mis favoritos-hijo de Denethor, senescal de Gondor; es también probado y en un momento dado..., sucumbe ante el poder del Anillo.
El Señor de los anillos es una magnífica fábula moral donde el bien y el mal están inmejorablemente definidos.
El Anillo forjado por Sauron es, junto a sus antagonistas los hobbits, el gran protagonista. El anillo único es... la representación del mal, en esencia. El poder de liderar a los fantasmas y la invisibilidad que confiere a sus poseedores, son algunas tentaciones que hacen del anillo algo tan atractivo como peligroso para quien lo use.
El Señor de los Anillos es una alegoría de la eterna lucha, sin embargo, su historia es cercana, es más cotidiana:
Tolkien anuncia a una civilización -como la actual- que ha rechazado el valor de la aventura, el significado que ésta tiene en la formación de los valores: "Los dias se apagan en el oeste" (las dos torres). Pero lo más importante de todo, es la relevancia que cobran los que parecen no tener importancia. El universo hobbit considera "respetable" al que "nunca tuvo aventura alguna o hizo nada inesperado", y eso es lo que se quiere imprimir durante toda la trilogía. Creo que la frase definitoria, la que plasma la idea central de toda la saga y la aproxima al hombre de hoy, la pronuncia Galadriel: "Hasta el mas pequeño puede cambar el curso del futuro"
Creo además, que la clave de la obra, es antetodo su sensibilidad netamente religiosa: la sensación de que al final, por muy arduo que sea el camino, por mil batallas y derrotas que hayamos sufrido: después si queremos con voluntad, y tenemos la certeza de que hemos luchado por conseguirla, siempre hay una beatitud de la que disfrutar, aunque no se encuentre plena en la Tierra Media, ni en esta tierra.
¿Que es lo que nos queda después de lecturas tan incitantes?, ¡actuar!. Porque la enseñanza máxima es que, como humanos tenemos un deber ineludible, luchar. La vida es lucha, y el premio es sublime:
"Hay cosas más profundas y más altas. Y si no fuera por ellas, y aunque no las conozca, ningún compadre podría cultivar la huerta en lo que él llama paz" Merry a Pippin
Solo un aspecto final que quisiera destacar: Los hobbits, los aparentemente más indefensos, se distinguen, no por donde viven, sino ante todo y sobretodo, ¡por lo que aman!..., por eso al final.... son ellos, los más pequeños, los que acaban triunfando y salvando a su mundo.
3 comentarios:
Besiños.
Muchas gracias, mi querida amiga, por este maravilloso recuerdo.
Arcen, en este aniversario de tu llegada al Padre, pide a Dios por tu familia bloguera.
Muy presente hoy de forma especial en todas mis oraciones. Por él y todos los que le conocimos y le quisimos. ¡Perdón! ¡¡¡ LE QUEREMOS !!!
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