lunes, 28 de septiembre de 2015

MARTES CON ARCENDO, DE AMISTAD



 

miércoles, 11 de mayo de 2011


UN FELIZ y ESPERANZADOR CUADRO


Aquí estoy de nuevo. Ciertamente ha sido un fin de semana intenso, de esos que dejan huella, de los que cambian, de los que empujan, de los que alientan.
Han sido muchas las emociones, tantas que cuesta un poquito bajar de la nube y recomponer la rutina.

Sin embargo, la causa de mi prolongado y poco habitual silencio bloguero, no es otra que un “catarrazo” morrocotudo, pescado en el chaparrón mañanero del sábado.
Ese día, cayó en Madrid, lo que no está escrito…, y sin embargo, allí estaba yo ejerciendo las arduas labores de “pater amantísimo”, sufriendo los mágicos pases de balón de mi hijo y las inclemencias del tiempo.
Así pues, la culpa de mi trancazo y de mis ausencias, la tienen sin duda, esos inflexibles árbitros de la federación madrileña de fútbol, que por respetar absurdamente el calendario, no tuvieron piedad de los chavales (ni de los papis) ante la descomunal cortina de agua que, en ciertos momentos caía en aquel campo convertido en un estanque: ¡Villarato!, ¡Villarato!.... jajaja.
Menos mal, que Dios es justo y bueno, y en este caso, fue el padre el que cogió el resfriado y el hijo se libró.
Dicho esto, a modo de disculpa justificada, y todavía entre Kleenex y Kleenex, no puedo dejar de comentar todo lo ocurrido, en este BENDITO y memorable weekend, un poquito antes de que ese incipiente virus aflorara con fuerza.

Como todos los que pasáis por aquí sabréis, este pasado fin de semana, ha tenido lugar una alegre confluencia.
Sevilla, Tomelloso, Majadahonda, Zaragoza, Alcorcón, Sabadell y Madrid, de alguna manera, estos días, se han sentido hermanadas, unidas en mágica conjunción, gracias a un cordobés singular: ¡Ángelo! (desde ahora “el bloguero viajero”).
Ángel, ha venido, otra vez a Madrid. Y de nuevo, tal y como lo hace desde su blog (Ver enlace), él, ha sido el magnético reclamo, para que muchos acudamos atraídos a su encuentro, incluso desde puntos muy separados.
Ángel venía con la agenda llena y se ha marchado, habiéndonos dejado un pleno en el corazón. Nos sentimos agradecidos por su esfuerzo. A mí, me entusiasma verle como un apóstol de los de antes, de los primeros; como San Pedro y San Pablo cuando se desplazaban a evangelizar y recorrían medio mundo, para compartir la Palabra y el Pan con sus hermanos en la fé.
Ángel ha dado el empujón, y los demás nos hemos subido gustosamente a ese carro sin posibilidad de decepción, pero el primer mérito es el suyo y eso… hay que reconocerlo; por eso, tiene toda nuestra admiración y nuestro cariño.

Mirando con la perspectiva del tiempo, todo ese prodigioso cuadro que Dios ha querido dibujar para y con nosotros, en este encuentro esperado, uno empieza descubrir, a sentir, su amorosa mano. Él, sabe poner luz en nuestras sombras, color en nuestras vidas.
Todo lo vivido este fin de semana ha sido bueno.
Particularmente he tenido la oportunidad de estrechar lazos, de conocer, de abrazar a los que quiero, de sentir bondad, de ser feliz. Luego habrá que seguir, hay mucho que meditar, hay mucho que andar, la lucha continúa y la oración no debe cesar; pero lo que antes se intuía, ahora se confirma, ¡no estamos solos! Estamos juntos y Dios está con nosotros.
Lo vi en vuestras miradas, en las palabras, en los gestos de cariño. Cuando estuvimos juntos, el tiempo se nos hizo corto. Algunos, nunca nos habíamos visto y fue como si nos hubiésemos conocido desde siempre. Estábamos a gusto.
De alguna forma, este fin de semana he sentido muy palpablemente la comunión de los santos, he visto en todos vosotros, una parte del cuerpo místico de Cristo, que es la Iglesia.
No es extraño pues, que todavía esté exultante; repito, ¡he sido feliz! No es palabrería barata es una realidad que rebosa. Bastaría ver cualquier imagen que captó con maestría la cámara del gran Elías para comprobar lo que digo; mi felicidad no se puede fingir, por tanto, mi agradecimiento es inmediato y también lo son, los ruegos para que mis hermanos continúen la labor emprendida.
Nadie es prescindible y todos somos necesarios; incluso aquel o aquella que piense que su aportación es poca, su magistral lección de humildad, ya es tremendamente valida.
¡Hay que seguir! Compartir es avanzar, y más en la situación en la que estamos sumidos, que se refleja en una realidad estática, descolorida…, plana.
Hemos de dimensionar al mundo en Cristo. La visión sobrenatural que producís en vuestros blogs y en vuestros comentarios es la luz y la esperanza que el mundo necesita, por eso es absolutamente necesario, por amor, continuar.

Los blogueros no somos distintos de los demás, ¡cuántas veces hemos visto nuestras flaquezas!, tantas que a veces, nos es muy difícil encontrar excusas a nuestros pecados.
A veces,-hablo por mí-, sabemos bien que nos sonrojaríamos, como el sol que se pone, si los demás se hubieran asomado al fondo de nuestra conciencia en algunos momentos de nuestra vida, ¡Que injustas nos parecen, entonces, esas ponderaciones, que con demasiada generosidad nos hacen los demás!
Pero, también sabemos, hemos tenido la inmensa suerte, la gracia no merecida, de saber quienes somos, y saber exactamente lo que valemos. Cristo mismo nos ha comprado a precio de su Sangre, y esa preciosa realidad es la que, con frecuencia, me recordáis vosotros, mis queridos hermanos del espíritu y del alma, en vosotros me apoyo y me refugio.

Por eso, en este momento, quiero estrechar en un primer abrazo fraternal, a los blogueros y comentaristas con los que estuve el sábado, uno a uno:
A Angelo de “Siete en familia”, Elías de “Por la vida… and family, Isabel (Camino Garcia), Francisco (Mercuzzio), Ana (Una madre agradecida), Rosario de “Soliloquios de la gran visigoda” (como me gustó conocerte y que bien me haces) y Tonymix de “Heroemanía” and family.

También deseo abrazar, a quienes también estuvieron con este “Ángel viajero” en esta ocasión y no tuve la oportunidad de conocer: a Patricia de “Fiat Mihi”, a Fran de “Luz apacible” y a D. Alfonso García Nuño de “Glosas marginales

Y así mismo, quiero decir que echamos de menos, a muchos. La invitación estaba hecha desde la bitácora de Ángel, para todos. A los que no pudisteis venir, os hemos tenido en el corazón. Por mi parte, hago un recuerdo especial para Julio de “Soy Capaz”, Militos de “De dentro” y a mi querido Bruce.
Estoy seguro, que en otros encuentros habrá más oportunidades de conoceros y de concurrir con algunos más, pero sabed que, de palabra y oración, también vosotros estuvisteis muy presentes en este fin de semana tan bonito y especial.

Por fin, ahora finalmente lo reconozco.
No solo ha sido el catarro el que me ha tenido apartado de la blogosfera. Ha sido sobretodo…, esta especie de resaca espiritual, que no he sabido colocar hasta ahora.
Una alegría embriagadora nacida en el fondo del alma. Esa sonrisa interior que aún mantengo, me delata y me sumerge en una indecible felicidad, al recordar este sábado.
Me acuerdo bien de todos vosotros, de esas luces que sois, y os amo por haber iluminado, el camino al ideal a donde aspiro llegar. Gracias a todos por darme luz y por dejarme andar a vuestro lado.
Por vosotros, se recobra la esperanza. Estamos juntos, ¡se avecinan buenos tiempos...!
.
 
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No sé si el mar, la Luna o el recuerdo de alguien que algunos no podemos olvidar es lo que me ha movido a traeros hoy este maravilloso post  cargado de amor y amistad del Capitán.
 
Aunque yo no pude estar en aquella reunión a mi pesar, la disfruté como si hubiera estado presente en ella, confieso que con cierta "envidieja", al leerla escrita por su mano y su alma.
 
Hoy con todo cariño, dedico esta entrada a otro gran amigo que sí estuvo presente y que sé le echa tanto de menos como yo.
 
Angelo: Por Arcendo te conocí y por él seguimos en el blog, a veces con esfuerzo y contra viento y marea, pero siempre unidos por esa amistad que va más allá de las palabras y de la presencia
 
 










8 comentarios:

MDR dijo...

Que hermoso post.
Gracias Mili.
Arcen cuanto te recuerdo!!

Unknown dijo...

Maria, era tan necesario. Verdad?
Un beso, querida amiga

Leli dijo...

Le hecho mucho de menos. Cada día le pido màs (Bruce)

Unknown dijo...

Claro Bruce, esa es la huella que nos dejo. Un beso

Angelo dijo...

Me has emocionado y no he podido evitarlo porque realmente lo echo mucho mucho mucho de menos. Tú lo sabes bien y gracias a Dios que nos presentó para vivirlo en la amistad y en el aliento mutuo. Gracias Militos por tu fidelidad a él.Un beso fuerte

Paula dijo...

Que bonito Militos, he disfrutado el post como si hubiera estado alli, en ese encuentro bloguero.
Me hubiera encantado conocer a Arcendo! Solo oigo cosas buenas de el, felicidades a todos los q tuvisteis oportunidad de entablar amistad.
Un gran abrazo!

Rosa dijo...

Madre mía, qué post tan bonito. Qué suerte poder compartir ese día tan entrañable y con qué alegría lo cuenta.

Es cierto, cuánto le echamos de menos.

Muchos besiños de martes, querida Capitana.

Unknown dijo...

Queridos amigos, Maria, Bruce, Angelo, Emma y mi querida Rosa, No sabeis la ilusion que me hace reuniros aqui, en torno a Arcendo. es como si el nos hubiera convocado, ojala estuvieran mas con nosotros.
Muchas gracias a todos, os quiero un monton

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