VERANILLO DE SAN MARTÍN

 

 

 

 

Hoy celebramos la festividad de San Martín de Tours, y tiene gracia que a este gran santo, militar y obispo, Patrono de los soldados, de Francia, Hungría y numerosas poblaciones de todo el mundo, sólo le conozcamos por dos dichos populares:  "El Veranillo de San Martín" que efectivamente estos días hemos estado disfrutando y por el otro más agresivo y tosco: "A todo cerdo le llega su San Martín."

 

. San Martín, fue educado en Pavía y con sólo 15 años, ingresó en la Guardia Imperial Romana, sirviendo en ella hasta el año 356 en Francia.

Cuenta la leyenda que estando en Amiens, se le acerca a las puertas de la ciudad  un mendigo semidesnudo que le pide limosna, viéndole muerto de frío le da la mitad de su capa militar, la otra mitad no puede regalarla porque pertenece al Ejército Romano.

La noche siguiente recibe la aparición de Cristo vestido con su media capa, agradeciéndole su donación al mendigo.

Precisamente, esta imagen es con  la que se le representa en los iconos de la época.

 

Conmovido , Martín, por la aparición, deja el Ejército y se convierte, aunque ha de aguardar un tiempo hasta recibir la licencia del Emperador. Conseguida ésta se bautiza y se une a los discípulos de San Hilario en la ciudad de Poitiers.

 

Icono ortodoxo de San Martín

 

Es nombrado Obispo de Tours en el año 370. Se entrega a su vida pastoral por completo, sobresaliendo por su evangelización y su lucha contra las costumbres paganas. Destaca por su esfuerzo contra el gnosticismo y maniqueísmo de Prisciliano, sin embargo llegó a suplicar al Emperador  Clemente Máximo y al Obispo Hidacio para que Prisciliano no fuera ejecutado, sin conseguirlo y afligido  por este motivo, rompió sus relaciones con Hidacio, reconciliándose más tarde a exigencias del Emperador a cambio de terminar éste con las ejecuciones de los seguidores de Prisciliano.

Falleció en Candes en el año 397 y ¡paradoja! como la fecha de su festividad, 11 de noviembre, en muchas regiones y pueblos de España coincide con la "matanza del Cerdo." se ha originado la susodicha frase,:

"A todo cerdo le llega su San Martín"

 

Esto me lleva a reflexionar en el hecho de que son muchas las personas que pasan inadvertidas a nuestro lado o tal vez las juzgamos de antemano de manera equívoca, sin embargo, pueden ser  especialmente valiosas. En estos tiempos en que se resaltan únicamente a personajes famosos por sus fortunas o poder, su vida lujosa y la mayoría de las veces escandalosa, hemos de afinar nuestra sensibilidad para mirar en nuestro prójimo, sea de donde sea, como Jesucristo miraba a todos, viendo en cada uno un verdadero "Hijo de Dios," mirar y actuar en consecuencia.