MARTES CON ARCENDO, EL CRISTIANISMO EN LA HISTORIA

 

Martes, 17 de mayo de 2011

LECCIONES DE LA HISTORIA

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Siempre es bueno repasar la Historia y hacerlo desde fuentes fidedignas. Esa sana costumbre tiene grandes beneficios; de momento para no alargarme, voy a señalar solamente dos:

El primero, impedir que te manipulen; y el segundo evitar caer en el hoyo de una inoperante depresión; esto último…, creo que exige una explicación:

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No es extraño que, en estos tiempos, en los que se valoran tanto las estadísticas y los records, tendamos a pensar que lo que está ocurriendo hoy con la sociedad occidental no ha ocurrido nunca, máxime, si no conocemos el devenir de la historia de la humanidad.

Todos estos hechos por inusualmente desorbitados, parecen nuevos, pero estos..., son tan antiguos –y tan rancios- que se pierden en la noche de los tiempos.

Recordemos la historia antigua de los que fueron los pueblos más avanzados de la humanidad: Aquellas “civilizaciones”, precursoras de la que vivimos, -egipcios, griegos y romanos- no fueron precisamente el paradigma de la dignidad.

Aquel mundo antiguo fue un compendio de desvíos que esta sociedad actual podrá igualar pero no aumentar.

Las infidelidades, los adulterios, los crímenes, las orgías, la manipulación en la educación, la selección de individuos siempre han estado ahí… Lamentablemente, el hombre del Siglo XXI no ha tocado fondo con todas esas depravaciones, es la historia la que nos enseña que, en lo que respecta a esas atrocidades, no hay nada nuevo bajo el sol. No somos pues las víctimas de un tiempo singular.

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Sería oportuno señalar aquí, que cualquiera de esos pueblos tenía la esclavitud como una institución comúnmente querida y aceptada. Que la situación de la mujer era terrible. Que las mujeres eran sometidas siempre.

El Derecho Romano, por ejemplo, daba poder dictatorial al “pater familias”. Este tenía derecho a condenar a la pena de muerte a su esposa, a su hijo, a su hija, o a cualquier habitante de su casa, y ejecutar sin demora la sentencia.

Así mismo habría que decir…., que ofrecer sacrificios humanos  para apaciguar la ira de los dioses era práctica habitual. Y también habría que mencionar que el espectáculo más demandado, eran las luchas a vida o muerte entre los gladiadores o el sacrificio de indefensos inocentes (normalmente cristianos) que se echaban a las fieras hambrientas, para regocijo público: -Panem et circenses-

ADEMÁS..., para ser completamente fieles a la historia, tampoco deberíamos esconder en este breve repaso, que los vocablos pederastia o/y Pedofilia, provienen de la antigua Grecia, donde estas prácticas eran habituales y absolutamente toleradas.

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Sin embargo…, nadie debe asombrarse de todas esas depravaciones, si nos fijamos en las religiones que profesaban  Antiguamente rendían culto a Zeus (el Júpiter romano). Cuentan las mitologías que ese dios sin escrúpulos, era un adúltero, había violado a hermanas y nueras, estuprado a su propia hija y hasta a su madre y además, mantenía como amante a un niño que había raptado. Todo eso sin mencionar que había practicado el canibalismo devorando a una de sus hijas y asesinado a otros parientes.

Ese era el prototipo de aquella sociedad de locos decadentes…, Esa era la divinidad venerada…, a la cual todos querían imitar, siendo tan adúlteros, impúdicos, violentos, parricidas, crueles, incestuosos, fornicadores, perversos y pedófilos como su modelo…, Zeus (el padre de todos los dioses)

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Lo que antaño hacían las religiones paganas, lo hacen ahora los medios de comunicación. Aquellas autoridades grecorromanas ejercían, dominio sobre la sociedad, proponiendo todas las iniquidades de los dioses para ser imitadas.

Hoy…, "los nuevos modelos", propuestos por los “librepensadores”, salen por televisión.

Los oráculos de entonces ahora se llaman tarotistas, las infidelidades y las desviaciones sexuales se propagan por las ondas hertzianas, la violencia se aprende, en –serie- y en high definition; etc., etc., etc. ... y así nos va.

Esa es una nueva corriente de neopaganismo, pero en definitiva… todo es lo mismo de entonces.

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En definitiva… la moraleja es que no debemos rasgarnos las vestiduras, ni poner el grito en el cielo, clamando por la perdición de las buenas costumbres en este siglo. Aquel mundo antiguo, no era tan distinto a este. Pero lo bueno es.. que la historia nos da la certeza que en otros tiempos hubo atrocidades similares a las actuales y LA ESPERANZA ES  que el mundo siguió rodando, las dificultades se superaron, y afortunadamente se acabo avanzando camino….

Y... he aquí la pregunta y el quid de este post:

¿Qué es lo que hizo que todas esas barbaridades se superaran?, ¿Cuál fue el verdadero motor del progreso de la humanidad?

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Yo tengo una respuesta muy clara, contundente y segura:

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¡El cristianismo!

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Y también estoy seguro de que si ahora todo se está volviendo a "descolocar"… es porque estamos dando la espalda, de nuevo, a la única religión verdadera.

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Concluyo, como me gusta, cerrando el círculo, tal y como empecé, invitando a la lectura y el estudio de la Historia.

Como dije al principio, para evitar ser envenenados con manipulaciones malintencionadas, beber de fuentes sin contaminar es vital. Por eso, finalmente quisiera recomendar un par de obras que en su día me gustaron mucho y que, pienso releer en breve.

Cada vez que hablo del mundo clásico, como hemos tenido la oportunidad de hacerlo hoy, me vienen a la memoria, “La historia de Grecia” y “La historia de Roma” del genial escritor italiano: Indro Montanelli.

Ambos libros, aunque son absolutamente respetuosos con la Historia. Pero su virtud está en que lejos de ser sesudos y aburridos ensayos, son relatos muy amenos, donde se hace fácil decir que aprender es divertido.

No solo nos aproximan a las costumbres de aquellos tiempos, sino que nos inicia en el gusto de la investigación a través de sus personajes; Anibal Julio Cesar, Nerón, o Trajano…, entre otros.

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Lo que queda claro después del parentésis "publicitario" y de todo lo dicho, es que el mundo contemporáneo no se puede entender sin conocer la historia. Y el objetivo de ese conocimiento debe ser la superación de los errores, si los hubo, y el aprendizaje de lo vivido, para seguir progresando.

Cuanto más avanzan los estudios históricos y científicos, tanto más queda demostrada la verdad:

La Iglesia Católica acogió a los grecolatinos, asumió sus filosofias y extrajo sus decadencias, igualmente hizo con los bárbaros germánicos, los convirtió y los educó. Fue la cristiandad, sin duda, la que, a lo largo de los siglos, preservó lo mejor de la cultura, guió e inspiró la edificación de la brillante civilización que hemos conocido y que hoy…, se encuentra otra vez en peligro, probablemente por olvidar las valiosas lecciones que nos dá la Historia.
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Dicen que "los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla"; a lo peor es cierta la frasecita..., ¡hay que estar LOCOS de remate, para no verlo!