Domingo,10 de febrero de 2013
TENGO MOTIVOS
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Iniciamos una semana nueva. En esta, concretamente el martes si el análisis de sangre previo no recomienda lo contrario, recibiré mi primera sesión de quimio tras la operación. Parece que los plazos se van cumpliendo según lo previsto, puesto que, aunque todavía ando renqueante, me siento un poco más fuerte. Las flemas van siendo remitiendo lentamente y casi puedo (podemos) dormir toda la noche del tirón. Veremos como reacciona mi cuerpo, después de la quimio, porque aunque será más suave que las anteriores, tengo mis temores. DIOS sobre todo.
Sin embargo, también empezamos una semana muy sonada -por la celebración que tiene lugar-, de la cual, este año sobretodo, quiero hacer mención especial. Por supuesto me refiero a una de las onomásticas más festejadas en medio mundo, SAN VALENTÍN.
La verdadera historia de este santo de la Iglesia Católica, data de la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. Fue este, un periodo en el que estaba prohibido el matrimonio de los soldados, la teoría era que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla que los casados porque no estaban emocionalmente ligados a sus familias.
Es en estas circunstancias surge la figura de Valentín, un sacerdote cristiano que ante la injusticia decide casar parejas bajo el ritual cristiano a escondidas del Imperio. Como suele ocurrir ante la insurrección, el bueno de Valentín fue ejecutado precisamente un 14 de febrero.
De todos modos, lo sorprendente es el filón comercial que ha surgido de la vida de este curita No hay marca o firma comercial que no pretenda hacer el agosto en pleno invierno. El santo y el amor... son la excusa perfecta, para la obtención de fines puramente lucrativos, absolutamente materiales. Y me temo que..., una vez más, (al menos en ciertos sectores), triunfa el error...., y la mediocridad
Por eso, hay muchos que reniegan de esta fiesta, pero ¡no es mi caso!.., yo TENGO MOTIVOS para celebrarlo. A mí, aún así, y comprendiendo que el amor debe ser celebrado cada día del año, me gusta que exista un día especial para agasajar de forma especial (que no tiene porqué ser con gasto monetario alguno) a alguien que para tí, es especial.
En cualquier caso lo que pienso que habrá que hacer, será volver a la cordura, recuperar el sentido -cristiano y humano- que nos han arrebatado. Que no es otro que la celebración del -amor para siempre-, cimentado firmemente en el AMOR que DIOS tiene por su criatura (hombre y mujer), como seguramente enseñaba y fomentaba aquel divino sacerdote romano llamado VALENTÍN.
Dicho esto, yo no puedo dejar la fecha, sin hablar de lo que me toca, sin dar mi testimonio, sin compartir mi vivencia y mi alegría. Esta semana de San Valentín me parece el pretexto ideal para ponderar la gracia inigualable que es el matrimonio cristiano. No me cabe duda que el amor matrimonial es un don divino.
Ciertas cosas en la consecución de mi matrimonio, todavía hoy me parecen imposibles. Mi mujer y yo, antes de ser novios, antes de conocernos, vivíamos en dos puntos opuestos y distantes de la ciudad de Madrid. Yo en Moncloa y ella en Vallecas. Nunca había ido ese barrio, y nunca había pensado ir. Sin embargo, el hombre propone y DIOS dispone. A pesar de los tumbos y reniegos que he dado por esta vida, el plan de DIOS se ha ido cumpliendo conmigo, milimétricamente.
En un momento de mi vida, DIOS se valió de un gran error mío, para regalarme el conocimiento de la que hoy es mi mujer. En un primer momento, no lo valoré, ahora me emociona reconocerlo.
Tras ese primer contacto, día a día, DIOS hizo que nuestro amor fuera creciendo, y EL siempre ha estado presente entre nosotros.
El matrimonio no ha estado exento de dificultades, enfermedades, traspiés, resbalones, pero el AMOR de DIOS nos ha mantenido unidos y en constante evolución.
En esto del amor conyugal no hay trucos, sin embargo creo que la fórmula perfecta la da SAN PABLO, plasmada sobretodo en su famosa carta a los Coríntios:
"El amor es paciente y servicial...", "...todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta." (ver ENLACE)
Pues bien, a través de esa relación en la que mi esposa ha volcado en mi, el respeto, la paciencia y la comprensión, de la que habla esa preciosa epístola paulina, yo he descubierto -cierta y palpablemente- el AMOR de DIOS.
Muchas veces lo he dicho aquí, últimamente y más en todo este proceso de mi enfermedad, las palabras de mi mujer, han sido las palabras de consuelo y aliento de DIOS. He sentido que sus manos siempre llenas de atenciones han sido las caricias de DIOS, conmigo. Sus lágrimas, el sufrimiento que el PADRE tiene por su criatura.
El cariño inmenso por mi mujer que ha ido creciendo con los años y con la convivencia, es ahora incluso superior, porque está intima e indefectiblemente ligado al AMOR DE DIOS.
¿Como no voy a festejar este 14 de febrero? ¡TENGO MOTIVOS!
Este año, tal día, no será un día de gastos especiales, ni de comidas o cenas fuera de casa, no será tampoco, momentos de excesivas efusiones, pero mi celebración será tan apoteósica como sincera y lo que si os puedo asegurar es que se alargará todos los días del año y durante el resto de mi vida, dure lo que dure. El AMOR ES EL MOTIVO.
3 comentarios:
Es una maravilla este escrito, lo recuerdo muy bien.
Así debe ser el amor como tantas veces repetía en sus entradas.
Le dejaré un beso muy grande a Guadalupe.
Querida Militos, espero que te encuentres mejor, poquito a poco irá pasando, es pesado, pero no te preocupes.
Muchos besiños de martes, mi querida amiga y compi, mi querida Capitana.
Que pases un día bueno. Muchos, muchos besiños ...
Santa y feliz Cuaresma, mi querida Capitana.
BESIÑOS, muchos ...
Besiños de sábado, con todo mi cariño.
Acabo de llegar de una celebración familiar, el cumpleaños de una tía. Lo disfruto tanto cuando nos reunimos. Es la familia que Dios me ha dado, y me ha dado otra que encontré en el mundo virtual, algo que jamás hubiera creído.
Besiños y más y más, mi querida amiga.
Te quiero mucho.
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