Su Santidad el Papa, Benedicto XVI inauguró el pasado domingo, día de San Pedro y San Pablo, el año jubilar del apóstol Pablo, al cumplirse los dos mil años de su martirio. El jubileo se podrá ganar peregrinando a Roma, ante su tumba, en la basílica de San Pablo y en la abadía benedictina que lleva su mismo nombre. El Santo Padre explica que se va a trabajar en cuatro frentes:
_Doctrinal.
_Litúrgico.
_Ecuménico.
_Peregrinante.
Celebrándose distintos eventos correspondientes a cada uno de esos frentes, dando especial relieve a las peregrinaciones.
REFLEXIÓN
Pero la reflexión que yo me hago ante este año jubilar es la oportunidad de la convocatoria que nos brinda el Vicario de Cristo. Necesitamos traer a nuestras vidas y a la sociedad misma la propia vida de San Pablo para revitalizar la Iglesia y revitalizar la religión Católica. Dice el Papa que el llamado Apóstol de las Gentes, nunca fue un buen orador pero su predicación arraigó en los gentiles por ese empeño personal en predicar el Evangelio como una entrega total a la persona de Cristo. Por El afrontó todo tipo de riesgos, dificultades y persecuciones. Bien sabe Benedicto XVI lo conveniente que es, para la Iglesia, los católicos y los cristianos en general (puesto que también se va a tratar de Ecumenismo), este jubileo paulino precisamente ahora. No son buenos tiempos para la Iglesia.
¿QUÉ SE ESPERA DE NOSOTROS?
Probablemente no tendremos que asumir ningun martirio físico. Pero si no estamos dispuestos a afrontar la misma entrega total que San pablo hizo a la persona de Cristo, nunca sabremos llevar el Evangelio a nadie y nos quedaremos sin argumentos para demostrar, a este mundo paganizado y materialista, que la iglesia a la que pertecemos es la poseedora de la verdad.
¿QUÉ NOS ESTÁ PIDIENDO EL PAPA?
El Papa, y con él el propio Cristo, nos está pidiendo una respuesta valiente como la tuvo San Pablo en todo momento. Necesitamos apoyarnos en él y aprender a dar la batalla en todos y cada uno de los frentes que se nos van abriendo. Aunque no sepamos hablar (tal vez por eso escribimos, como también hizo el Apóstol abundantemente) pero sí podemos hacer que esa forma de entrega sin límites suya a la predicación del Evangelio, que no era otra cosa que su entrega total a la persona de Cristo sea nuestra fuerza.
"TODO LO PUEDO EN AQUEL QUE ME CONFORTA".
La lección que nos da San Pablo es que los demás creeran en la Iglesia a la que pertenecemos siempre que tú y yo, los que queremos acercar las personas a Cristo, estemos dispuestos a pagar en nuestra propia persona esa fidelidad a Cristo en cualquier situación que se nos presente. Da igual si ello nos coloca en enfrentamientos dolorosos en el trabajo, con las autoridades, con los amigos o incluso con la propia familia. Si nuestra fidelidad al Evangelio, a la persona de Cristo no la anteponemos a otros intereses, nadie podrá creer en lo que yo creo .
PALABRAS DEL PAPA EN SU HOMILIA DE ESTA CONVOCATORIA:
"También hoy Cristo necesita de apóstoles dispuestos a sacrificarse a sí mismos. necesita de testimonios y de mártires como San Pablo, un hombre violento, perseguidor de cristianos, que cuando en el camino de Damasco cayó a tierra cegado por la luz divina, pasó sin dudar a formar parte del Crucificado y lo siguió sin pensarlo. Vivió y trabajó por Cristo. Por el sufrió y murió.
¡Cual actual es hoy su ejemplo¡"
¿QUE NOS DESVELA EL PAPA EN SU ÚLTIMA FRASE?
Su verdadera intención al convocar este año jubilar de San Pablo. La iglesia nos necesita, Cristo nos necesita, con esa urgencia y entrega que presidió toda la vida del Santo y mártir desde su conversión. Sin miedos a enfrentamientos, predicando a Cristo haciéndole vida en nosotros, en nuestra propia vida.
"VIVO, PERO YA NO VIVO YO, SINO QUE CRISTO VIVE EN MÍ ".
HERRAMIENTAS PARA QUE CRISTO VIVA EN MI:
1º_ Buscarle, buscarle dentro de mí. Pero para que esa búsqueda interior sea eficaz, necesito ser constante en los medios que la Iglesia pone a mi alcance:
Los Sacramentos, la Santa Misa, la oración mental y vocal, las oraciones a Nuestra Madre María.
Buscarle con cansancio y sin él, con ganas y sin ganas, sintiendo y no sintiendo nada. Con la certeza de que Él l está con nosotros siempre, aunque a veces notemos más su presencia y otras nada de nada.
2º_ Conocer la vida y la obra de San Pablo.
Leer y meditar Los Hechos de los Apostoles y todos su Escritos y Cartas.
A dos mil años de su martirio es imprescindible aprender a conocerle mejor, para de alguna forma responder a la llamada de este año jubilar de San Pablo.
