jueves, 1 de abril de 2010

GETSEMANI


"No me mueve mi Dios para quererte..."
Me mueve Señor contemplarte hecho llanto y sangre, mezclados con la tierra. Postrado y solo. Tus elegidos, a un tiro de piedra, dormidos por la pena que atenazaba sus miembros. Sé que no hay manera, sé que es imposible penetrar en tu agonía. ¡Tantas veces el no puedo más! sale de nuestros labios en grito de rebeldía o desaliento. Tú postrado, nuestros dolores y sufrimientos dan con tu rostro en tierra. Nuestros pecados aceran tu cuerpo santo, abren tus poros y mana tu sangre y yo no estoy ahí para empapar con ella mi pañuelo de quejas. ¡Monte de los Olivos!, testigo silencioso de todos nuestros miedos volcados en el cuerpo de nuestro Redentor. Lugar por El escogido para iniciar su entrega voluntaria, porque quiso va a las injurias, a los latigazos, a la corona de espinas, camino de todos los calvarios de la Humanidad. Porque quiso..., pero ¡si pudiera, si fuera posible...!; no hay vuelta atrás.


"No hay dolor como su dolor", porque lo que estaba por venir cayó de golpe, en una noche, sobre su Humanidad santa. No fue primero el prendimiento y la traición, seguido del pasar de unas manos a otras para ser juzgado y condenado, más tarde los azotes, la corona de espinas, las afrentas, la cruz sobre su espalda.., los clavos . Fue todo uno sobre Ti, en el mismo instante. Cuando los dolores viene uno tras otro son más llevaderos, pero hasta ese alivio te fue negado. Por eso no buscaste a Pedro, ni a Juan, ni a tu Madre Santísima para evitarla el sufrimiento, ni siquiera a mí que soy menos que nada. Por eso sólo escuchó la queja tu Padre del Cielo. Queja que era petición y aceptación: "Non mea voluntas, set tua fiat...". Para que nosotros, para que yo aprenda a rezar y pedir con humildad: Señor, me pasa esto, exactamente esto...y sé que mis palabras llegan a Ti. Porque eres mi Padre y un padre sabe y quiere siempre lo mejor para su hijo. Aunque a éste le parezca imposible que lo que pide no sea lo mejor. "Non mea voluntas..."

La noche agranda el miedo y la angustia. Y de noche todo se precipitó. Porque así estaba escrito, porque era el precio de mi alma y el alma de cada uno de mis hermanos en el mundo, precio infinito que nos hermana y obliga al amor. En este mundo nuestro que salio perfecto y bello de las manos del Creador y que nosotros deformamos con crímenes horribles, aberraciones y asesinatos de niños en el vientre de su madre, con cada uno de nuestros pecados y errores personales. Hasta el punto, Jesús, que no tenemos bastante con una sola noche de tu cruel agonía en Getsemaní. Una y mil veces te arrastramos hasta ese monte donde los olivos se inclinan para ocultar tu derrumbe físico, testigos silenciosos de una Pasión sufrida íntegra, con anticipación y alevosía en un rato de oración.
¿Existe, Jesús, una forma también íntegra e inmediata de merecer tu perdón?.

REPOSICIÓN DE MARZO DE 2008

3 comentarios:

alter-ego dijo...

Todo empieza en el huerto de Getsemaní.Te deseo una feliz semana Santa.
No voy a salir,pero acudiré a ver la procesión en mi ciudad como cada año.
Gracias por tu cordial visita.

ARCENDO dijo...

A tu pregunta, contestaría el MAESTRO,
Si, si que la hay, la CRUZ.
Toma tu CRUZ y sigueme.
BESIÑOS DE VIERNES SANTO.
oFF TOP. Las ilustraciones de DORÉ siempre me han encantado.

JM dijo...

Creo que es la eterna escena del hijo pródigo: si se mira desde el lado del hijo, es imposible de comprender, si es desde la perspectiva del Padre, se comprende rápido.Siendo madre, aún lo tenemos más fácil, porque Dios es AMOR, no hay otro camino para el perdón, incluso el que no se merece. Un beso.

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