MARTES CON ARCENDO, MALOS TIEMPOS

miércoles, 25 de abril de 2012

DE REGRESO

.

¡Hay que ver como está el patio! 
La situación no concede treguas, los sobresaltos son continuos. Se ha descubierto lo que intuíamos..., aquellos que dijeron que no merecíamos un gobierno que nos mintiera; eran otros felones sin casta, ni vergüenza.

Dicen, los infames embusteros, justo el mismo día en el que encarcelan a uno de los suyos por habérselo llevado crudo, que la hierba no acaba de crecer en este yermo paraje; Es como si el pirómano después de su "hazaña"; se quejara de que la repoblación va lenta..., Así es de lógica, que las tristezas de los buenos, afloren, que los ánimos de todos... se agachen.

La cosa está mal y algunos se empeñan en que empeore. 
A pesar de los esfuerzos..., es difícil ver algún brillo, algún reflejillo que nos anuncie luz; por eso creo que, precisamente ahora, no es tiempo de esconderse, no es el momento de eludir, de desertar, de callar; ni siquiera lo es, de descansar...

¡Por eso... tengo que volver!, y lo quiero hacer presto, rápido.., decidido. Estoy inquieto por transmitir lo que siento, que no es otra cosa que... ¡ESPERANZA!

La Luz existe, antes y ahora, siempre está, a pesar de la tiniebla. Y pronto, sé que pronto, volverá a brillar el Sol; muy pronto el silencio acabará gritando.

La Evangelización en un mundo desesperado y desesperanzado consiste en anunciar que la luz, la bondad, la belleza y la alegría existen y... nos están ESPERANDO.

Si yo callara ahora, no sería fiel. Si yo no hablara, estaría dejando de hacer, aquello para lo que DIOS me pensó: ¡AMAR!

Y debemos amar, con una felicidad y un optimismo contagioso. Debemos querer como amamos los colores del atardecer cuando el día se va. Como amamos, ver retirarse el mar de la arena y volver a las profundas sombras de la alta mar.

Porque sabemos que... el mar ha de volver, mas audaz, más fuerte, como si sus olas vinieran, por primera vez, al asalto de este mundo.

Porque sabemos que... cada aurora, los colores suben al gran mástil del sol resucitado; y todo eso que sabemos..., nos regala una alegría, para muchos insolente, para otros.... incomprensible.

Son unos tiempos en los que todo parece relativo, todo parece pasajero. Este es un mar revuelto. Sin embargo, toda esa espuma rampante, que ahora está en la cresta de la ola, acabará por diluirse en la arena... terminará muriendo sin remedio y sin salvación.

Nosotros, preferimos fundirnos a la fuerza inmensa que rueda y ruge en el abismo del mar, a ese poder elevador, que siempre salta al encuentro del SOL más luminoso.

El objetivo, aunque algunos lo piensen desfasado es, ¡Que el destino, cuando nos alcance..., nos encuentre siempre dignos de haber sido creados!

Queremos ser, estamos llamados a ser: los portadores de esa ESPERANZA, los que señalan LA LUZ, los que conservan la ALEGRÍA.
.

Nuestra alegría es la de la certeza, por eso debe ser el fuego de los corazones indomables, que ningún revés es capaz de apagar.

Una alegría que nace de una intensa pasión de vivir que se renueva cada segundo que pasa, y que -por AMOR- debemos contagiar cada día que vivamos.

Vuelvo, y lo quiero hacer con ARTE. Pienso que, en última instancia el arte y el buen gusto es lo que, al final, nos acaba salvando:

Pintura, música, poesía..., da igual, la cuestión es evadirse de lo mediocre, elevarnos.

A lo mejor soy un iluso o un ingenuo, o una mezcla de ambos, pero aún soy de los convencidos, que creen que el fuego de la Belleza, todavía es capaz de quemar lo feo, de iluminar esperanzas, de purificar nuestra acción.

La chispa de lo extraordinario, -brota si la dejamos-, en el paisaje más cotidiano, incluso en el interior del túnel más oscuro- y puede acabar convertida en un glorioso incendio.

Como muestra, he aquí (en forma de vídeo), esta explosión bachiana de inusuales y luminosos fulgores con la que intento, calentar tu alma, avivar tu lumbre.

*       *       *