martes, 1 de diciembre de 2015

MARTES CON ARCENDO, SANTIDAD

viernes, 26 de noviembre de 2010


UNA MÁS DE SANTIDAD... .





 
 
Dejadme amigos, dejadme que siga hablando de santidad.…, al menos mientras dure este bendito mes de Noviembre…. ¡Lo necesito!
 
En este caso, quiero ser contundente…., quiero marcar las diferencias, trazar la línea que separa la devoción de la estupidez. La religión de la superstición. El beatorro meapilas, es la mala caricatura de la auténtica santidad; la santidad se vive, se sufre en cada paso, con oraciones y con obras, no con palabras vanas y amaneramientos estudiados. Claro que el santo es y debe ser muy devoto y muy rezador, pero toda la vida es oración, y la oración además de verbal, es coherente servicio y lucha constante. Es AMOR.
 
De eso hay mucho que hablar y mucho por aprender, pero hoy me quiero centrar en una de esas malas praxis de la oración, que es bastante común, por lo cual será bueno recoger velas y repasar conceptos: . Para que se me entienda un poco, dejad que os ponga un ejemplo real.
 
En un pueblo manchego hay varias Iglesias, y cada una de ellas tiene preciosas muestras de imaginería procesional que son admiradas y veneradas por todos. Pero…, cuando llega la Semana Santa o las fiestas respectivas de las distintas parroquías, la devoción de los cofrades, se vuelve ¡Rivalidad!, muchas veces ciega…, hasta el punto de rechazar las imágenes del otro (lo he visto de primera mano). ¿Es esto religión???? . Algunos ponen en una imagen toda su fe, hasta el punto que, incluso no pueden orar, si no está, o no están delante de ella y eso está mal, no es lo que enseña la Iglesia. Eso es, o raya en… idolatría…
 
 
Creo que, aunque la devoción a los santos es buena, lo primero que debemos tener claro es que, cuando rezamos delante de una imagen de la Virgen o el Santo, no le oramos a la imagen, sino a Dios, presente en su santo, representado en esa imagen. La imagen no escucha las oraciones, podrá parecer, porque le miramos, que la oración termina en la imagen, pero NO ES ASÍ. El santo está en el cielo y si se lo pedimos, claro que intercede por nosotros. .
 
 
La Iglesia anima a rezar a los santos. Porque como ya hemos dicho…, los santos fueron como nosotros, solo que ya viven con Dios después de haber pasado esta vida. Siguen siendo Iglesia. Decir que los santos no pueden oírnos porque no existen o porque han muerto, sería negar la Comunión de los Santos que rezamos en el Credo.
 
 
La muerte no hace a las personas que viven con Dios (los santos) olvidarse de “nuestro” mundo. Eso no es posible en el Cuerpo místico de Cristo. Ellos nos escuchan, interceden por nosotros y son, nada menos que nuestros hermanos en la fe, que ya han llegado a la plenitud. . ¡Cuántas veces Dios ha actuado por medio de ellos, de sus santos!: Cuando socorre a los desvalidos (Madre Teresa de Calcuta) Cuando cura a los enfermos (San José Moscati) Cuando se ocupa de la juventud y a la infancia (Don Bosco) Cuando muestra su poder con los milagros (S. Pio de Pietreccina o S. José de Cupertino)… etc., etc., etc…
 
Siendo esto así…, es fácil imaginar que Dios también sigue actuando a través de ellos, aunque los santos ya estén en el cielo, por eso, ellos que fueron igual que nosotros, son nuestros grandes aliados… ¡como no pedirles socorro! . En cuanto a las imágenes, el problema es el mal uso que se hace de ellas. De todos modos, como en tantas otras cosas, finalmente todo es cuestión de formación personal, y también... de sentido común.
 
 
Tu familia bloguera también espera que no te hayas olvidado de ella e intercedas por nosotros y por esta España a la que tanto amabas y que hoy se debate entre una existencia digna de su gran historia y de sus raíces cristianas o un reino de taifas a merced de advenedizos  políticos.

1 comentario:

Rosa dijo...

Me encantó leerlo.

Me sumo a tu petición, querida Militos.

Besiños de martes.

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