DIA GRANDE

 

 

Día grande para todos los hombres de la mar que se acogen a esta querida Virgen del Carmen, milagrosa en numerosas ocasiones con los que se encuentran en peligro en medio de los mares y de aquellos otros muchos que navegamos por el  Mar terreno, en medio de oleajes de tentaciones y peligros morales o físicos que amenazan nuestra frágil barquilla intentando hacerla zozobrar.

 

Y día grande, sobre todo, para las benditas ánimas del Purgatorio que llevaban su Escapulario en vida y  a todas las  que encomendamos con fuerza a su intercesión.

 

Ella, Nuestra Madre del Carmen sea siempre, vuestro y mío, salvavidas para sacarnos a flote en cualquier circunstancia de la vida y de la muerte.

 

Así cantaba, Calderón de la Barca, a nuestra Madre:

 

¿Quién eres tú, mujer, que, aunque rendida,

al parecer, al parecer postrada,

no estás sino en los cielos ensalzada,

no estás sino en la tierra preferida?

 

Pero, ¿ qué mucho, si del sol vestida,

qué mucho, si de estrellas coronada,

vienes de tantas luces ilustrada,

vienes de tantos rayos guarnecida?

 

Cielo y tierra parece, que a primores,

se compitieron con igual desvelo,

mezcladas sus estrellas y sus flores;

 

para que en ti tuviesen tierra y cielo,

con no sé qué lejanos resplandores

de flor de sol plantada en el Carmelo

 



Calderón de la Barca

Y

 así cantaban los marinos en Santiago,

 a su Patrona, ante Benedicto XVI

 

¡¡¡Muchas felicidades a todas las que llevéis este precioso nombre de Nuestra Señora del Carmen!!!