martes, 19 de enero de 2010

COSAS DE LA MEMORIA


La memoria es la capacidad que tenemos para almacenar información y recordarla. A veces la memoria es un problema porque te asaltan los recuerdos, en cualquier momento, que no te gustaría recordar y sin embargo, no hay manera de hacerla funcionar en determinadas ocasiones, por mucho que intentes forzarla, no te proporciona lo que deseas en el tiempo que lo necesitas.

He leído que hay dos tipos de memoria:
_ MEMORIA DECLARATIVA.
_MEMORIA PROCEDIMENTAL.
Pero lo dejaremos para otro día porque no viene al caso. La pregunta que me hago es: ¿Cómo se crean los recuerdos? Y me encuentro con una explicación que no me sirve para lo que ando buscando. Seguro que los demás lo entienden, pero yo me quedo como estaba, así que la transcribo para quien lo entienda:

"Los recuerdos se crean cuando las neuronas integradas en un círculo refuerzan la intensidad de la sinopsis"

Hacía tiempo que no daba tantos rodeos para llegar al nudo del post. Lo que quería averiguar esta noche era cual ha sido la motivación por la que ha regresado a mi memoria una clase de Religión que vino a hacer de San Juan de la Cruz uno de mis autores místicos favoritos. ¿En qué clase de círculo se encontraran ahora mis neuronas para que lo recuerde en estos momentos?
Corría el año 1955 y yo cursaba el Preuniversitario. La clase nos la impartía el capellán del colegio, todo un erudito, Don Mariano Villapún, que además era, de los dos capellanes, el que siempre elegíamos para confesar por dos motivos: te despachaba en un minuto y sólo ponía un Avemaría de penitencia.


Continuo dando intensidad a la sinopsis: aquella clase me gustó de manera especial porque en vez de preguntarnos nos llamó a cada alumna para leer una estrofa de esta maravillosa obra de San Juan de la Cruz:


¿ A dónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido:
salí tras ti clamando, ¡y eras ido!
Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras
y pasaré los fuertes y fronteras.

¡Oh bosques y espesuras
plantadas por la mano del Amado!
¡Oh prado de verduras,
de flores esmaltado!
Decid si por vosotros ha pasado.

Mil gracias derramando
pasó por estos sotos con presura,
y, yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dejó de su hermosura.

Descubre tu presencia.
máteme tu vista y hermosura;
mira que la dolencia
de amor, que no se cura
sino con la presencia y la figura.

San Juan de la Cruz


A mi me tocó leer el cuarto párrafo y me marcó para siempre, no sólo porque D. Mariano me puso un diez en las notas, sino porque me hizo comprender el amor de Dios por sus criaturas que solo con mirarlas, si ellas se dejan hacer, las reviste de su misma hermosura.


EL ÚNICO SECRETO ES DEJARLE HACER.


PD/ Confieso que he ayudado a mis neuronas para que se integren en círculo, leyendo hoy el poema en el Magnificat.

5 comentarios:

ARCENDO dijo...

Me ha encantado este post, tus neuronas marchan a la perfección. Que buenos recuerdos de D. Mariano conservas..., sobre todo la economía en la penitencia (solo un Avemaría), jajajaja.
Estos recuerdos que persisten no sé en que sector cerebral estarán lo que si es seguro que se quedan grabados a fuego.
La poesía de San Juan, sublime y además parece que la estrofa que te tocó... te viene que ni pintada, hay de todo, presencia, hermosura, dolencia y CURACIÓN.
fANTÁSTICO POST, HOY soy yo quien te pone nota...
MATRICULA CUM LAUDE.
BESIÑOS MEMORABLES.

Militos dijo...

Querido Arcendo: ¡Qué generoso eres! casi tanto como D. Mariano.
Besiños

Angelo dijo...

¿Quien leyendo a San Juan de La Cruz, se queda igual que antes?Que época de grandes misticos. Nos quedamos muchas veces en sus escritos sin profundizar en el gran sufrimiento que vivieron y como supieron plasmarlo en cada frase que nos dejaron escritas. ¡Qué buenos blogueros serían! . Tenemos una gran riqueza espiritual con San Juan de la Cruz. Hay que leer y releer sus
hermosos pensamientos. Un reflexivo post para hoy. Un beso

eligelavida dijo...

¡Qué preciosidad de poema, Militos! Yo también lo descubrí en la adolescencia y aunque no lo comprendí hasta mucho más tarde, reconozco que este o otros de san Juan de la Cruz me han marcado.

Y qué estupendo era estudiar de memoria y aprender textos que hoy se consideran inútiles, pero que tanto nos ayudaban a pensar. Y eso que cuando yo todavía iba al colegio, la memoria ya estaba bastante minusvalorada. Pero tuve la suerte de tener algún profesor sensato. Un abrazo!

alter-ego dijo...

Militos,tranquila que no te fallan las neuronas.Por lo que veo no has olvidado ni el último detalle.Saludos.

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