Aprovechando la coyuntura de las buenas relaciones con los Estados Unidos de América, gracias a la elevación a los altares del negro ( sin que se tome como ofensa) que tenía el alma y la Casa Blanca, voy a desvelar un secreto que desde hace tiempo tengo almacenado en el desván de mis pensamientos ocultos.
Tomo esta decisión porque deseo dar una alegría a nuestro ojeroso Presidente de Gobierno. Aunque pueda parecer extraño en mí, he quedado impresionada por lo desmejorado que se le vió en el programa de sus No reapuestas a los ciudadanos. También puede suceder que ZP no se digne aparecer por este espacio a pesar de que ahora lo tiene más fácil, ya que desde que ha abierto su página web somos coleguillas de internet. Por tanto, dando por supuesto que tendrá esa defencia conmigo, sin más dilación paso a relatar mi secreto.
Este secreto va a proporcionar consecuencias beneficiosas para los españoles, puesto que sin duda contribuirá a una considerable reducción del gasto público.
¿De qué estamos hablando? te preguntarás incrédulo lector. Te lo voy a relatar en pocas palabras. Se trata de algo que me contaron en mi reciente viaje a Berlín. La protagonista de esta historia verídica es, ni más ni menos, que la denostada, perseguida y hasta en vías de prohibición Hamburguesa. Sí, ese conglomerado de carne picada que, en sabroso bocata, acompañado de lechuga, tomate y cebolla, para contrarrestar el exceso de calorías cárnicas, hace las delicias de pequeños y grandes; especialmente en época de crisis, ya que su precio suele estar al alcance de parados y demás sufridores cuyas nóminas distan miles de euros de la propia del señor presidente.
Tomo esta decisión porque deseo dar una alegría a nuestro ojeroso Presidente de Gobierno. Aunque pueda parecer extraño en mí, he quedado impresionada por lo desmejorado que se le vió en el programa de sus No reapuestas a los ciudadanos. También puede suceder que ZP no se digne aparecer por este espacio a pesar de que ahora lo tiene más fácil, ya que desde que ha abierto su página web somos coleguillas de internet. Por tanto, dando por supuesto que tendrá esa defencia conmigo, sin más dilación paso a relatar mi secreto.
Este secreto va a proporcionar consecuencias beneficiosas para los españoles, puesto que sin duda contribuirá a una considerable reducción del gasto público.
¿De qué estamos hablando? te preguntarás incrédulo lector. Te lo voy a relatar en pocas palabras. Se trata de algo que me contaron en mi reciente viaje a Berlín. La protagonista de esta historia verídica es, ni más ni menos, que la denostada, perseguida y hasta en vías de prohibición Hamburguesa. Sí, ese conglomerado de carne picada que, en sabroso bocata, acompañado de lechuga, tomate y cebolla, para contrarrestar el exceso de calorías cárnicas, hace las delicias de pequeños y grandes; especialmente en época de crisis, ya que su precio suele estar al alcance de parados y demás sufridores cuyas nóminas distan miles de euros de la propia del señor presidente.
La historia de la Hamburguesa no es tan simple como pudiera parecer. Este simulacro de filete de vaca o buey no es de origen americano. Tras una larga tarea de espionaje, he llegado al conocimiento de que las primeras hamburguesas hicieron su aparición en América gracias a los emigrantes alemanes, en el siglo XIX. ¿Fueron los alemanes los inventores de este exquisito manjar? No, la realidad es que ella, la Hamburguesa, es una simple evolución del conocido como "Filete Ruso".
Cinco siglos antes de que los americanos comenzaran a acumular kilos de grasa, las tribus mongólicas y turcas tuvieron la feliz idea de picar en finas tiras la carne del ganado de baja calidad. Más adelante los tártaros llevaron esta receta a Alemania y, en el año 1891, a un cocinero del puerto de Hamburgo (de ahí su nombre) llamado Otto Kuaw, se le ocurrió embocatarla con pan y huevo. Con el tiempo los navegantes, allende los mares, exportaron la sabrosa ocurrencia a los cocineros de Nueva York que inmediatamente, como buenos americanos y tal se tratase del archipiélago filipino, se apropiaron de ella patentándola como propia. A principios de los años 20 White Cautle abrió en Kansas la primera cadena de hamburgueserías, a las que sucedieron las más conocidas que se extendieron por toda Europa, en un claro efecto de boomeraman que ha vuelto a su lugar de origen.
Por todo ello Zapatero y el gobierno en pleno, a partir de mis revelaciones podrán consumir hamburguesas sin ningun reparo, puesto que son tan europeas como tú y como yo. ¿En qué puede beneficiarnos a los paupérrimos españoles esta revelación? Simplemente en que si los socialistas, encumbrados por los votos, se deciden a incluir la Hamburguesa con frecuencia en sus menús podrán, con toda tranquilidad de conciencia, reducir sus honorarios considerablemente, lo que redundará en una notoria bajada de impuestos al ciudadano. Siento mucho que esto repercuta en los beneficios de los grandes restauradores (de restaurantes), pero únicamnete me ha movido a relatar esta historia mi profundo y viejo sentido de patriotismo.
Bibliografía; Calendario-taco del Sagrado Corazón de jasús
12 comentarios:
Excelente revelación... o sea que de hamburguesas de Hamburgo nada, de Chamberí si es posible.
A mi me encantan, no sé que pensará el de las cejas, porque es un soso que no tiene ni paladar, pero yo te agradezco la aclaración.
Ah, una cosa más, a mí también me gusta más Lohengrin, lo de torero, como que no.
Besos sabrosos. (Vaya foto, me hace la boca agua)....
La verdad es que teniendo esa bibliografía, tienes mucho ganado..., te confesaré algo, ¡oh nueva coincidencia!, yo, también la tengo, (es costumbre en mi casa desde los años de Maricastaña), la consulto poco eso si, pero la tengo..jajaja. Besos.
Pues tengo que reconocer que desconocía este detalle, pero Zapatero que ahora es amigo de Obama, no tendrá reparo en aconsejarnos la degustación de este manjar.
Me voy que me ha entrado hambre.
Saludos
Mira, Militos, el relato es estupendo e instructivo pero si quieres que te diga la verdad, a mí la hamburguesa, como que NO.
Me da igual que sea alemana, americana o china, donde se ponga un buen bocata de jamón extremeño, eso si, a la catalana, con pan y tomate, que se quiten estos proyectos de filete que nuca se sabe con qué carne están hechos.
Un beso.
Caballero: espero que ya hayas saciado tu hambre, no era esa mi intención, pero bueno, cada uno saca las conclusiones que quiere. Esperemos a ver cual es la de ZP.
UN abrazo
arcendo:haces mal en no consultar esta excelente bibliografía, es un auténtico pozo de sabiduría. Espero que a partir de ahora lo tomes más en serio, sobre todo a la hora de tus gamberradas.
Hay veces que me pregunto ¿qué habré visto yo en Lohengrin?
¿Serán las coincidencias?
Respecto al taco te diré que le voy a proponer a ZP que sea éste la asignatura obligatoria en la enseñanza y que se olvide ya de la EPC. Seguro que así estaríamos todos tan contentos.
Un beso y que me hagas caso
Bueno Terly, si nos ponemos así...
Estoy hablando para la crisis y ese jamón no está al alcance de todos. En cuanto al "pantumaca", creo que debe ser de lo poco bueno que tienen los catalanes. ¡Me encanta!
Un beso
No queda otra que gastar en hamburguesas, si es posible que el dueño del negoicio sea español mejor, porque lo que es en restaurantes tipical Spanish, con el dinero que queda, imposible.
Querida Mili, no soy yo quien para inspirarte a tí, un tema. Tienes recursos, imaginación y mucha más cultura que yo para deleitarnos con cualquier cosa, todo lo que escribes tiene valor por sí mismo. Pero te animo FERVIENTEMENTE a que no te deshagas de ese borrador, por favor, publicalo, aunque sea sobre el mismo tema, es tuyo y por lo tanto distinto. Dos visiones quizá conformes, pero muy particulares. Todo lo que nos aportes es un tesoro, así que te ruego, LO PUBLIQUES, PLEASE.
Eso si, espero que me comentes más a fondo el mio...
BESOTES COINCIDENTES.
Off topic. Yo no tengo espias, es el Gallardón ese, el que los tiene.
+Besotes.
Más off topic. ¿Has visto la ocurrencia que me ha dejado un tal Victor Manuel en mi blog?, hay gente pa tó. Besos.
Jooooooo
¡No te vayassss!, te voy a echar de menos un montón. A quien voy a picar si no...., las peleas sin tí no son lo mismo...
Bueno, en serio, te voy a extrañar, pero aún así, seguiremos "conectados" con antenas en el cielo.
Buen viaje, y cuando vuelvassss hazlo saber. Sigo rezando. Besos.
Sigue Arcendo, sigue y muchas gracias.
Ya sé que sólo me quieres para las peleas, pero no me importa, son la sal de la vida.
Espero que funcionen bien las antenas celestes, te enviaré un beso desde allí.
Otro ahora por si no te llega.
beso
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