domingo, 22 de noviembre de 2009

¿TÚ ERES REY?



Señor, perdona que te diga, a mi no me extraña nada que aquella pregunta de Pilatos, ¿Tú eres Rey? tuviera ese tono irónico del que no se lo cree, a pesar de tu afirmación: "Tu lo has dicho". Yo sí te creo y todos los cristianos te han creído a través de los siglos, pero el prefecto romano ¿Cómo podía ver tu reinado? ¿Dónde estaba tu trono? ¿En la Cruz a la que te iba a condenar? ¿Dónde tu cetro, en la caña que te colocaron entre las manos para burlarse de ti? ¿Dónde tu corona de oro y piedras preciosas? Tu corona estaba trenzada de espinas y clavada en tu sien a machamartillo. Y aun así sostenías que eras Rey, que lo serías por los siglos.

"Mi Reino no es de este mundo", tuviste que aclarar para convencer a Pilatos y a todos aquellos que esperaban un Mesías guerrero levantador de masas, un lider mundano que arrastrara multitudes y ejerciera un poder absoluto, vencedor de los romanos. Estoy segura que aquello causó decepción en muchos de los que te seguían porque pensaban medrar a tu lado, por eso tantas voces pidieron tu Crucifixión. Y Pilatos, dudando, cedió y condenó al verdadero Rey del Universo.

Año tras año celebramos la fiesta de Cristo Rey del Universo, el penúltimo domingo de noviembre. Tú y yo sabemos ya como es el reinado de Cristo y donde se ubica, en el centro de nuestras almas, en tu universo y mi universo más íntimo. Ese trono de la Cruz, aunque desaparezca de organismos oficiales, incluso de las escuelas, está incardinado en cada uno de nosotros como pasado por un crisol, nada ni nadie podrá desbancarlo del interior de todo buen cristiano. Esa corona de espinas la llevamos cada uno en nuestras cabezas, para sujetar nuestros pensamientos cuando vienen las tentaciones de toda índole, las dudas, porque todo lo que escuchamos alrededor no tiene nada que ver con lo que Él nos enseña, con su palabra y con su vida sobre la tierra. No caigamos en el error de Pilatos preguntándole: ¿Pero Tú eres Rey? ¿En este mundo que anda cabeza abajo? ¿En esta tierra donde se mueren de hambre tantas personas? ¿Dónde hay cada día asesinatos, piratas y guerras? ¿Rey, cuando los abortos se imponen por ley en España y en el mundo?
Desechemos las dudas aferrádanos a su cetro de caña para que nos mantenga firmes en la fe, incluso en los fuertes temporales de cada uno, a él nos agarramos para que enderece nuestro rumbo.

Cristo reina y ha de reinar en todo tú y en todo yo, sin compartimentos estancos donde no le dejemos reinar porque nos resulta difícil o complicado renunciar a ellos. Abramos a Cristo todas las puertas del alma para que su reino sea eficaz en ti y en mi, sólo de esa manera podremos extenderlo a los demás como fue su único deseo y mandato.

7 comentarios:

ARCENDO dijo...

Uffff, vaya dia de niños, mas cansado. Por fín ya estoy más tranquilito y puedo disfrutar de este pedazo de post dedicado al Rey del AMOR.
Precioso post, igual que el anterior, solo el REY DEL UNIVERSO, mantennos firmes en la fé, para que podamos gozar de tu reino, para que nos portemos como lo que somos, hijos de REY y alcancemos, por nuestros meritos de amor, la gloria prometida.
GRACIAS A MI VECINA, LA WALKIRIA DE PATONES, por este post.
BESIÑOS.
Off top, ¿como va la salud?
rezo porque vaya bien. mas besiños.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Militos:

Ciertamente, debemos loar el reino de Cristo, porque mucha falta hace en este mundo caótico que cual barco a la deriva navega sin rumbo fijo.

¡Reine Jesús por siempre! en nuestros corazones y en los de aquellos hombres carentes de fe y amor.

Abrazos.

alter-ego dijo...

Hola Militos,tu post al que descrisbes con facilidad El es el único Dios, Rey de Reyes y Señor de Señores, solo Él es digno de toda nuestra adoración.Buen fin de semana.

Militos dijo...

Alter: siempre es una alegría verte por aquí. Rezo cada día por ti y tu familia.
Que nuestro Rey te guarde siempre.
Un beso

Militos dijo...

Sí, Rafael que Él reine en nosotros y en todos aquellos que tanto lo necesitan, pero no se dan cuenta, Sólo así la nave del mundo llegará a buen pierto.
Un beso, amigo

Militos dijo...

Arcendo: es muy difícil estar a la altura de hijos de Rey, pero como Padre misericordioso, nos alza hasta su trono y por eso seguimos a su lado, gozando de su amor sin límites. ¿Aprenderemos algun día a amar como Él.
BESIÑOS

JORGE dijo...

Cristo siendo Rey de Reyes, pide permiso para entrar en nuestro corazón. Dejémoslo entrar.

Gracias y bendiciones

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