LIGERO, LIGERO

HOY ALGO LIGERO PORQUE ESTOY CANSADA Y SEGURO QUE VOSOTROS TAMBIÉN.

COSAS DE LA VIDA MISMA

Me contaron que al pasar una monja por la calle de la Montera (MadriD), donde es frecuente un cierto trasiego de prostitutas, una de ellas saludó a la religiosa de manera irreverente:

"Adiós reprimida".

¿sabéis qué contestó la monja?:

"Adiós cacho zorra".

Ya sé que es un poco feo contar estos exabruptos pero es una muestra de lo claro que hay que hablar cuando lo exige la situación. Además a mí me lo contó un sacerdote. Supongo que la monja acudiría seguidamente al confesionario.
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Una amiga mía que ya tenía varios hijos fue a visitar al ginecólogo por un nuevo embarazo y el doctor, por hacer una gracia, Le dijo:

¿"Qué, del Opus Dei?

Mi amiga respondió:

"No señor, de mi marido"

No son chistes para reir a carcajadas, pero sí anécdotas de la vida que nos pueden enseñar a perder los respetos humanos cuando hay que dar la cara
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Hay muchas maneras de rezar el Padrenuestro. Por lo general creemos que lo estamos haciendo bien porque las palabras que decimos son las fijadas por la Iglesia y no nos saltamos ni una coma. ¿Por dentro estamos rezando lo mismo?, quizás alguna vez nuestro pensamiento o nuestros intereses repitan algo parecido a esto:

"Padre mío que tienes que estar siempre a la escucha-en el Cielo o donde sea- dispuesto a hacerme llegar cuanto te pida. Esto es lo que exijo: quiero un pequeño reino aquí en la tierra, con todos los demás a mi servicio. Quiero que todos hablen bien de mí; que sea honrado mi nombre. Quiero que se haga mi voluntad, tanto por parte tuya como de los demás.
Dame, Señor, no sólo el pan, sino jamón y dulces. Y una cuenta corriente en el banco bien repleta, para que no tenga que molestarme en pedirte un día y otro. ¡Ah, sí!, perdona mis pecados. Es verdad que no me pesa mucho haberlos cometido, y también es verdad que hay gentes a quienes no se puede decir que los perdone, ¡son tan antipáticos!. De todos modos perdóname; no quiero ir al infierno, ni al purgaorio, ni a lugar alguno que se le parezca. No me dejes caer en la tentación; pero ¡Tú tranquilo!, si alguna vez me meto en ella solamente para probar. ¡Líbrame de la mala suerte!. Esto es lo que quiero. Y si no me lo concedes pronto, ¡perderé la fe!. Amén

El autor de este padrenuestro firma I. Segarra
Y es una buena guía para un detenido examen de conciencia.
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Y para terminar una deliciosa anécdota de una niña de tres años, hija de unos conocidos.
Tenía una enfermedad algo complicada y decidieron operarla para la exploración porque no daban con el origen de la misma. Ya en el quirófano el cirujano quiso explicarle un poco a la niña para que no se asustara y le dijo:
"Vamos a dormirte un ratito para operarte pero enseguida estarás bien".
La niña se incorporó y se puso de rodillas en la misma camilla.
El doctor pregunta:¿Qué haces? y ella con toda naturalidad responde:
"Voy a rezar a Jesusito porque mi mamá me dice que lo haga cuando me vaya a dormir."

¿Alguién puede dudar que esas palabras de la cría fueron como la caída del caballo de San Pablo para el cirujano?
Pue así sucedió, una conversión en toda regla por el ejemplo de una niñita de tres años.

LUZ CASAL- UN PEDAZO DE CIELO
uN VIDEO QUE SEGURO NO APRUEBA aRCENDO

http://es.youtube.com/watch?v=2kxDYNKxn_Q