
POLICIA DEL PENSAMIENTO, así ha calificado esta mañana el director de El Mundo, Pedro J. Ramirez, en la tertulia de la COPE, a esa nueva genialidad del gobierno que califican de OBSERVATORIO DEL LAICISMO. Como si el laicismo imperante necesitase un observatorio especial para hacerse notar. No pude seguir muy atenta la tertulia porque me esperaban en otro lugar, pero me llamó poderosamente la atención la definición de Pedro J. a la que me adhiero en su totalidad. Y más cuando supe que la Vicepresidenta apoyaba la creación de este nuevo organismo, como "UNA PROFUNDIZACIÓN EN EL CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS".
Francamente no sé si reir o llorar, cerrar el tenderete de mis enojos o comprarme un megáfono de los que, desde que se venden en los chinos, los chinos con tiendas llenas de objetos de lo más versátiles, la chiquillería ha puesto de moda para llamar a sus amigos en las urbanizaciones de descanso veraniego; molestos son un rato pero a la larga resultan más económicos que los móviles.
Cerrar o intentar descubrir el verdadero sentido de este observatorio. Lo que está bien claro es que ya no saben que inventar para que la crisis económica pase lo más inadvertida posible. Primero se crea la alarma de que la asistencia religiosa, absolutamente voluntaria por parte del paciente, va a quedar suprimida, cargándose porque les sale de algun sitio no relacionado con la cabeza, los Acuerdos Iglesia-Estado, firmados en 1979 (muerto Franco, señores)que reconocen y garantizan:
"el ejercicio del derecho a la asistencia religiosa de los ciudadanos internados en establecimientos penitenciarios, hospitales, orfanatos y centros similares, tanto privados como públicos". Texto literal del Acuerdo, firmado en esta materia, por el Estado español y la Santa Sede. Por supuesto que esto no se llevará a término, sin embargo, conviene dejar constancia de que no es un privilegio de la Iglesia, como desde el gobierno y los medios de comunicación afines al mismo han querido hacernos ver, sino un elemental derecho de los pacientes que así quieran solicitarlo. Para cargar más las tintas se llegó a decir que la Iglesia intervenía en la decisión de aplicar o no cuidados paliativos a los enfermos terminales, algo totalmente incierto, vamos mentira de las gordas. Sinceramente creo que la mayoría de los enfermos y sus famiias libremente desean disfrutar de ese derecho de asistencia religiosa, cuando el pariente se encuentra en semejante trance porque es un apoyo inestimable para todos. Es más, quiero hacer un llamamiento a los sacerdotes destinados en los citados centros señalados por el Acuerdo, esencialmente en hospitales y clínicas, (en la carcel no lo sé porque por ahora no ha sido solicitada mi presencia entre rejas, aunque me imagino que todo se andará), para que su presencia se haga algo más visible, ya que a veces una se vuelve loca para encontrarlos. Lo que me parece un exceso de prudencia para no resultar molesto a quién no lo haya solicitado.
Una vez calmados los ánimos con este tema que vaya usted a saber como se resolverá. Y dado que la crisis económica avanza a galope tendido, se nos sorprende con otra invención zapateril, la de este OBSERVATORIO DEL LAICISMO que ya me tiene sin probar bocado, cosa inaudita en mí, porque ¡Dios mio!, ¿Sabes Tú todo lo que puede abarcar este observatorio?. Cómo decía el Director de El Mundo, POLICÍA DEL PENSAMIENTO. Tal vez, con derecho a patada en la puerta, se introducirá en nuestras casas y en nuestras mentes para registrarnos sin consideración alguna, por si en unas o en otras almacenamos signos, señales o ideas ofensivas para los laicistas, que no laicos que a eso me apunté desde el Bautismo.
¿Por qué este observatorio me retrotrae a checas, paseos y martirios?.
¡Señor!, como no resuelvas pronto esta crisis económica, ni siquiera Tú vas a poder reconocer a España.
Francamente no sé si reir o llorar, cerrar el tenderete de mis enojos o comprarme un megáfono de los que, desde que se venden en los chinos, los chinos con tiendas llenas de objetos de lo más versátiles, la chiquillería ha puesto de moda para llamar a sus amigos en las urbanizaciones de descanso veraniego; molestos son un rato pero a la larga resultan más económicos que los móviles.
Cerrar o intentar descubrir el verdadero sentido de este observatorio. Lo que está bien claro es que ya no saben que inventar para que la crisis económica pase lo más inadvertida posible. Primero se crea la alarma de que la asistencia religiosa, absolutamente voluntaria por parte del paciente, va a quedar suprimida, cargándose porque les sale de algun sitio no relacionado con la cabeza, los Acuerdos Iglesia-Estado, firmados en 1979 (muerto Franco, señores)que reconocen y garantizan:
"el ejercicio del derecho a la asistencia religiosa de los ciudadanos internados en establecimientos penitenciarios, hospitales, orfanatos y centros similares, tanto privados como públicos". Texto literal del Acuerdo, firmado en esta materia, por el Estado español y la Santa Sede. Por supuesto que esto no se llevará a término, sin embargo, conviene dejar constancia de que no es un privilegio de la Iglesia, como desde el gobierno y los medios de comunicación afines al mismo han querido hacernos ver, sino un elemental derecho de los pacientes que así quieran solicitarlo. Para cargar más las tintas se llegó a decir que la Iglesia intervenía en la decisión de aplicar o no cuidados paliativos a los enfermos terminales, algo totalmente incierto, vamos mentira de las gordas. Sinceramente creo que la mayoría de los enfermos y sus famiias libremente desean disfrutar de ese derecho de asistencia religiosa, cuando el pariente se encuentra en semejante trance porque es un apoyo inestimable para todos. Es más, quiero hacer un llamamiento a los sacerdotes destinados en los citados centros señalados por el Acuerdo, esencialmente en hospitales y clínicas, (en la carcel no lo sé porque por ahora no ha sido solicitada mi presencia entre rejas, aunque me imagino que todo se andará), para que su presencia se haga algo más visible, ya que a veces una se vuelve loca para encontrarlos. Lo que me parece un exceso de prudencia para no resultar molesto a quién no lo haya solicitado.
Una vez calmados los ánimos con este tema que vaya usted a saber como se resolverá. Y dado que la crisis económica avanza a galope tendido, se nos sorprende con otra invención zapateril, la de este OBSERVATORIO DEL LAICISMO que ya me tiene sin probar bocado, cosa inaudita en mí, porque ¡Dios mio!, ¿Sabes Tú todo lo que puede abarcar este observatorio?. Cómo decía el Director de El Mundo, POLICÍA DEL PENSAMIENTO. Tal vez, con derecho a patada en la puerta, se introducirá en nuestras casas y en nuestras mentes para registrarnos sin consideración alguna, por si en unas o en otras almacenamos signos, señales o ideas ofensivas para los laicistas, que no laicos que a eso me apunté desde el Bautismo.
¿Por qué este observatorio me retrotrae a checas, paseos y martirios?.
¡Señor!, como no resuelvas pronto esta crisis económica, ni siquiera Tú vas a poder reconocer a España.