martes, 27 de febrero de 2018

PEMAN







En el nombre de Dios de los amores,


canto la fe que llena el alma mía,


y la ofrendo en tributo de poesía,


que ha brotado en mis labios pecadores.




Ante la faz del mundo, sin temores,


como los hombres de mi raza un día


yo confieso, con firme valentía,


la fe que me legaron mis mayores;




Y como en ella vivo, en ella adoro


y en ella cifro mi esperanza suma,


mi escudo intacto y mi mayor tesoro.




Ante esta edad burlona y descreída


la confieso y la afirmo con mi pluma...


¡y si fuera preciso, con mi vida!




José María Pemán




Para vivir la fe, no hay vacaciones

viernes, 23 de febrero de 2018

DESDE MI SAUCE




DESDE MI SAUCE



Esto de contemplar mi sauce desnudo provoca en mí una cierta inquietud, sé que dentro de nada volverá a poblarse de hojas, pero ¿y yo?... ¿Cuánto tardaré en desnudarme para siempre de todo lo que amo en esta vida? Para colmo, desde hace días me rondan los versos de Calderón: ¿Qué es la vida?: Un frenesí, una ilusión... 
 
Es verdad que en ella ha habido y sigue habiendo grandes ilusiones, pero la idea que yo tengo de frenesí no es lo que he vivido, claro que no voy a llevar la contraria al de la Barca... Frenesí como sinónimo de locura si que he tenido, pero no porque yo lo haya buscado, sino porque vino a mí de improviso. Ya sé que el gran autor de "La Vida es Sueño", lo emplea en el sentido de la brevedad de la vida, pero yo lo entiendo más como locura desbordada en hechos buenos y malos.
 
Hoy por hoy, me siento más cerca de Platón que de Segismundo, ya que esa idea platónica de que el hombre vive en un mundo de sueños, en las tinieblas, preso  en  una cueva de la que sólo podrá salir si es capaz de tender hacia el Bien, me parece muy acertada.

Llegando a este punto, decido cambiar de enfoque. La vida es breve y confieso que algo de angustia siento al pensar en lo que me pueda ocurrir al doblar una esquina que cada vez  veo más cercana y lo único que me reconforta es el abandono y la confianza, a corto y a largo plazo, en el que mueve los hilos de mi vida
 
¡Ay, Señor, si no te tuviera a ti!
 

Si no tuviera el pensamiento, afortunadamente, siempre ocupado en tus cosas, Señor, y en las cosas de tus hijos, los hombres, me echaría a temblar como un polluelo por la proximidad de lo desconocido. Y Tú, para que deje de elucubrar, traes a mi memoria el Evangelio, con el fin de que  quiera hacer de mi jornada algo semejante a la tuya.
 
¿Cómo es un día cualquiera en tu vida terrenal, Jesús? ¿En qué te ocupas?
Tres son las actividades que he vuelto a leer hoy:

_Curar, a la suegra de Pedro: "Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó... curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios".
_ Orar: "Se levantó de madrugada , se marchó al descampado y allí se puso a orar."
_ Predicar: "Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas para predicar también allí, que para eso he salido" 
(Marcos 1, 29-39)  

Vale, Señor, ya me has animado, dejo de pensar en mí y voy a seguirte:

Curar: No tengo poder ni ciencia para curar enfermedades del cuerpo, pero algunas del alma puede que sí.
Orar:  Más o menos bien sí lo hago, de tus cosas, de las de los demás y de las mías.
Predicar: Es lo que no sé, sólo me limito a contar cosas tuyas y mías, pero puede que Tú saques algún bien para quien tenga la paciencia de leerlas.

¿Y de lo que hablábamos al principio, de la esquina cercana?:

Pues la verdad es que ya ni me acuerdo

miércoles, 14 de febrero de 2018

HOY CON ARCENDO, CUARESMA

17 DE FEBRERO DE 2013

CUARESMARIA


Como fue precisamente el miércoles, el día en el que me suministraron la quimio parece como si hubiera tenido apartada la idea de la Cuaresma que se iniciaba precisamente en esa jornada. No es así. Precisamente la subida del Calvario que me toca hacer, intentando acompañar a mi Jesús sin desfallecer demasiado, me recuerda el tiempo de gracia, en el que nos encontramos.
 
Tiempo de DOBLE GRACIA diría yo:
Por un lado están estos cuarenta días que la Iglesia nos regala como oportunidad de oro, para prepararnos interiormente, para vivir intensamente el misterio de Nuestra salvación a través del sacrificio.
Y por otro, será necesario recordar, que gracias a DIOS y a nuestro querido Benedicto XVI, aún estamos en este AÑO DE LA FE, que tantos beneficios espirituales está prodigando en todos nosotros.
Así que efectivamente, nos encontramos en un momento idóneo que debemos aprovechar conveniente y activamente.

Son muchas las cosas que podemos poner en marcha en esta cuaresma para seguir renovándonos por dentro. La situación nacional y mundial, requieren de una reconversión a todos los niveles, que debe empezar por el individuo, por nosotros mismos, por cada uno de nosotros, en los pequeños actos diarios de solidaridad, caridad, bondad, altruismo sincero y amor verdadero.
La única solución a todos los problemas del mundo pasa por una vuelta a DIOS. Por eso pienso que precisamente en esta época en la que todo el mundo, Rey, políticos, finanzas, incluso el Vaticano, parece revuelto, necesitamos más que nunca el auxilio del Espíritu Santo:
"Ven Espíritu Santo, renueva la faz de la tierra, y llena los corazones de tus fieles con el fuego de tu AMOR".

No hay otro cometido durante estos cuarenta días que pedir al Espíritu Santo su protección, sin ÉL nada podemos hacer, nada, nada, nada.
Sin embargo, DIOS que nos quiere mucho, que nunca nos deja, que siempre quiere tendernos puentes, que siempre se muestra propicio, nos ha regalado una MADRE, que es la que nos acompaña en todos estos momentos tan especialmente duros.
Antes hablábamos de las prácticas piadosas en tiempo de Cuaresma, de todas ellas me quedo hoy, con el VIA CRUCIS. Y dentro de esta preciosa y valiosísima devoción, permitid que me pare en uno de las últimas estaciones, sin despreciar a las demás, una de las que más me consuelan:
"Decimotercera Estación: Jesús es descendido de la cruz y puesto en brazos de María, su madre"
Me conmueve una vez más, la enorme importancia de la MADRE en toda la historia de la salvación.., ejemplo que nos señala que hoy debemos acudir, sin descanso a María.
Imagino que después de dormirse en los crueles brazos de aquella terrible cruz, nada fue más dulce que descansar como niño en brazos de su Madre, ¡quiso volver a su regazo! para que todos sepan que nunca dejó de amar ese Refugio.

¡Que gran suerte tenemos! Nos dejó a su Madre como herencia. Ella es la que nos podrá enseñar a no perder la infancia y hacernos capaces de seguirle hasta el final en el camino de la Cruz. De los Apóstoles, sólo San Juan aguantó, quizás por ser el más jovencito, guardó como un reflejo infantil y en el momento del desconcierto corrió a la Madre.
Hagamos pues, esta Cuaresma igual que el joven Juan, no nos soltemos de esa mano maternal, Ella es la corredentora por ser ESPOSA del ESPÍRITU, Ella es la ÚNICA que nos puede llevar a ese camino de RENOVACIÓN personal y colectiva, que tanta falta nos hace. Ella es la que nos puede inspirar a estar activos y atentos en cada una de nuestras acciones de nuestra vida, (también desde nuestro dolor y sufrimiento personal), para alcanzar la Resurrección -segura y gozosa- que se avecina, tras esta Cuaresma.
 
 
MILITOS
 
Esta fue su última Cuaresma y precisamente hoy que empieza la que vamos a vivir este año, he querido dejar este post en recuerdo de como nuestro Capitán vivía los tiempos grandes de la Iglesia.
Siempre su recuerdo, siempre sus enseñanzas , siempre su amistad y cariño para todos los blogueros
 
SIEMPRE, MÁS. MEJOR...
 
Capitán, recuérdanos tú desde lo Alto,
cerquita de nuestra Madre 
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