Me veo obligada a hacer una confesión pública, necesito descargar mi conciencia de bloguera responsable. Puede que se me tilde de hortera... Un inciso, tengo una duda: ¿hortera es lo mismo que friki?
Espero que ALGUIEN que sabe mucho me saque de dudas.
Bueno, allá va mi confesión:
Los días pasados en Alicante, con tendencia al relajo, caí en la tentación de ver un programa de cotilleo, aunque mi intención no era la de sumarme a la masiva audiencia de esos programas, ¡Dios me libre! sino que me sentí atraída por el anuncio machacón de una mini serie de dos capítulos sobre la vida de Raphael. No es que yo haya sido fan de este cantante alguna vez, sin embargo, determinadas canciones suyas si me han gustado. Por otro lado creo que se trata de un trabajador incansable que ama su profesión por encima de todas las cosas, a la que se ha entregado con alma y vida y esto es digno de admirar. Pienso además, que Raphael forma parte ya de la historia de España, es historia en el panorama musical por derecho propio. Por eso me atraía conocer algo más de su vida personal.
He de decir que la serie no estaba mal, sin grandes pretensiones y muy centrada en su operación de trasplante de hígado.
Sorteando las protestas de mi cónyuge, consegui hacerme con el mando, dado que esos dos días no había futbol que llevarse a los ojos. Como quien no quiere la cosa, me metí también por unos minutos en el, llamemósle coloquio, que se realizaba a continuación de la película. En el mismo figuraba la élite más selecta de periodistas del corazón. No tardaron en aburrirme, pues daba la impresión que todo su interés se centraba en la confesión hecha por el propio Rafael -lo escribo ya como suena- de episodios de adicción al alcohol en sus ratos de soledad hotelera durante sus giras mundiales. Eso y otra cuestión, con la salvedad de que todo eran elogios para el cantante y su ejemplar vida familiar, algo en lo que estoy de acuerdo. Pero hete aquí, que llega la pregunta del millón cuando aparece la presentadora Nieves Herrero y las disquisiones se vuelven insistentes y machaconas sobre un tema que se da en llama ambigüedad:
¿Cual fue, Nieves, la pregunta que nunca te atreviste hacer a Rafael?:
_Lo que nunca me atreví a preguntarle fue sobre su ambigúedad.
A partir de ahí todo fue ambigüedad por aquí, ambigüedad por allá. La verdad es que al principio me perdía, porque siempre he creído que la ambigüedad es lo que maneja a la perfección nuestro Presidente, vamos que hasta llegué a pensar si Rafael se habría metido a político... . Tardé en caer en la cuenta que no era eso a lo que se referían. Unos que sí, otros que no, que si un día dijo, que no dijo... Tanto marearon la perdiz que llegué a la conclusión de que cuando más se respetaba a estos ambigüos era en aquella época en que no habían salido de no sé qué mueble casero, empotrado o sin empotrar,
A pesar del mareo de la perdiz, todo se decía con mucho cariño y respeto, eso sí.
Para muchos de nosotros Rafael era como era, en sus gestos, en su manera de cantar, pero nunca le hubiéramos llamado ambigüo, Estaba casado como Dios manda, muy enamorado de su esposa, adoraba a sus tres hijos y llenaba los teatros a rebosar. Ambigüos ellos que por más que hablaban no llegaban a conclusión alguna.
Mi apagón contundente llegó, como si de una bofetada se tratara, cuando el presentador trató de explicar la transcendencia del tema, en base a que los jóvenes entendieran lo que suponía esa característica de Rafael en aquella España gris... Clac o cloc o clic, antes de que, quien leía a mi lado, levantará la cabeza y dijera su ¡Arriba España! de rigor.
Finalmente, a parte de congratularme con él y su familia por su recuperación, tengo que decirle algo muy claro, nada ambigüo, a Raphael :
Toda la serie fue visionada y autorizada por el cantante. Al final de la misma, en letras grandes y blancas, va dando gracias a todos los que le asistieron en su hospitalización y arriesgada intervencion: hospital, médicos, enfermeros, a la familia del donante de hígado... Pero, querido, olvidaste algo fundamental, agradecerlo todo al Ser supremo, a nuestro Padre Dios que es el Señor de la vida y de la muerte. Él te ha mantenido vivo a traves de medios humanos. Por eso hoy en tu nombre yo doy gracias a Dios porque podemos tenerte entre nosotros y escuchar, de vez en cuando, canciones como èsta:
PD/ UUF... Qué tranquila me he quedado después de esta confesión, con propósito de enmienda
5 comentarios:
¡Hola Mili!
Así somos la mayoría de los seres humanos, les damos las gracias a todos menos a quien las merece en primer lugar que es DIOS.
Me reí de como nos narradas todo.
Por cierto no le has contestado a la anónima su pregunta.
Desde aquí felicidades Bruce.
Besitos, Mili.
Un punto de vista muy interesante, Militos. No he visto la serie, pero sí que pienso que ya puedes haber trabajado 50 años a sol y a sombra que al final, para los periodistas del hígado, todo se reduce a lo mismo. No se si las guerras de audiencia nos permitirán algún día ver cosas mejores.
Creo que friki... puede ser, querida..., todos, somos algo de eso. Hortera? radicalmente NO.
Todos tenemos momentos de debilidad y nuestras manias, a mi me pasa con las pelis de superheroes, lo confieso... jajaja.
A tí por lo visto con rafa, el de la hache intercalada..., que nunca, ni en sus momentos más comedidos fue santo de mi devoción.
Ni si quiera cuando agachaba ante el invicto Caudillo, en aquellas míticas galas...
La verdad es que.. a pesar de su Natalia, siempre fue muy -ambiguo- por llamarle algo
Nuncal lo tragué.
¡Que decirte ahora que hasta es compadre de BONO!, JAJAJA.
¿DONDE QUEDÓ NUESTRA PASIÓN POR SARITÍSIMAAAA?
Besiños frikis.
Ya sabes que lo que busca toda esa ralea de “periodistas” es algo que sea escandaloso o que degrade al personaje, en definitiva es de lo que viven.
Saludos
Eres una friki colgando un post en tu blog de Rafael, jejejejeje. Hubieras sido Hortera si cuentas que lo escuchas diariamente con una rosa sobre la cabeza y lloras mientras ves un retrato de la duquesa de alba y su novio actual. jajajajajaja.
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