LA DUDA

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Cada vez entiendo mejor a Descartes, no es que yo dude de todo, como él, que hasta cuestionaba las investigaciones científicas, incluída la matemática, con la salvedad de la fe y las revelaciones. Para él Dios existe por la idea de un ser perfecto y por la imperfección y dependencia de mi ser.

Ay, René, René..., "Pienso, luego existo" y porque existo hoy la DUDA  me domina.

A mi edad, todo lo que he podido hacer se está convirtiendo en una duda gigante, acuciante..., La duda empieza a dominarme.  De cuanto pasó por mis manos, no sé nada con seguridad, si fui elegida para hacer lo que hice, lo que hago, si debí seguir otra vocación , otra entrega, si actué bien o mal en las distintas ocasiones que la vida me fue planteando, si los demás tienen la razón y yo no.

Sólo hay una certeza para mi, la fe en Dios, en su presencia, en que Él siempre ha actuado y actua en cada paso que doy, que Él endereza lo torcido por mi. Si me equivoqué, si erré, no fue por mala voluntad, negación o negligencia. Nada sé de todo y, en mi duda, me abandono a la misericordia de Dios. Nadie se atreva a juzgarme, Él me juzgue y Él me acoja. No es falta de humildad, es abandono total a su voluntad. A Dios pido perdón, por mis equivocaciones y por no haber sabido contentar a todo el mundo. En el encargo recibido, al cabo de los años, en el tiempo que me ha sido concedido, todo lo que he llevado entre manos, lo que sigo llevando, a unos parece bien y a otros mal. 

Sigo en mi duda, pero esta es mi oración de hoy, copiada de D. Alvaro del Portillo y tantas veces repetida:

"GRACIAS, SEÑOR, PERDÓN Y AYÚDAME MÁS"