miércoles, 13 de abril de 2011

¿EXISTE LA PERFECCIÓN?



Cuando Jesús nos dice: "Sed perfectos como mi Padre celestial es perfecto," nos está pidiendo la perfección en el comportamiento, pero sobre todo en la misericordia, en el amor.
Estos tiempos en que las fuerzas del mal se están desatando contra los cristianos en todas partes, en algunas hasta el martirio corporal, resulta a veces difícil ejercer la misericordia con aquellos que nos buscan las cosquillas. Lo inmediato son las palabras airadas y si tenemos ocasión hasta las bofetadas porque lo que nos duele no es por nosotros mismos, sino por la ofensa a todo lo que creemos.  Soy sincera, las cosas que están ocurriendo contra la Iglesia, contra nuestras creencias; los ultrajes a lo más sagrado... la actitud  que, en principio,  me provoca sería la de defender a espada batiente todo lo que es principal en mi vida. Y ¿Quién sabe? puede que nos estemos acercando a ese momento de desenvainar las espadas. Pero Jesucristo, cuando iban a apresarle, mandó a Pedro que guardase su espada. 

Hoy como ayer nos pide ser perfectos en la misericordia hacia los demás. Nos lo pide por una razón: Dios se porta con nosotros mejor de lo que nos merecemos,  esto debe movernos a portarnos así con los demás, mejor de lo que ellos se merecen.
Amar, rezar por ellos, es el mejor bien que, sin  pretenderlo, los enemigos nuestros que lo son de Cristo, nos pueden hacer a nosotros, dándonos la ocasión de intentar ser perfectos como nuestro Padre Dios es perfecto.
Esta actitud del cristiano no implica que nos quedemos de brazos cruzados ante las ofensas, a la Iglesia, al Papa a nuestros principios. Debemos recurrir, con todos los medios a nuestro alcance, a sentar las bases ante quien haga falta, autoridades, jueces y al "Sursun Corda," para que se respete nuestra fe. 
Pero, querido amigo, hermano en la fe, no  permitas nunca que alguien consiga que le odies.

8 comentarios:

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

¡Qué difícil es poner la otra mejilla cuando se ha recibido un tortazo! Tan difícil como no sacar la espada. Y de las dos cosas -mejilla y espada- se nos habla en el Evangelio.

Angelo dijo...

Me ha encantado la aplicación del mensaje evangélico.A veces cuesta muchísimo.
Un abrazo

LAH dijo...

LO comparto contigo es asi, la oracion es nuestra mejor arma.un abrazo.

ARCENDO dijo...

Fenomenal reflexión que comparto en pleno. Oración y SACRAMENTOS, nuestras bases ineludibles.
BESIÑOS ENORMES.

maria jesus dijo...

Yo creo que hay que defenderse, sin violencia, pero usando todos los medios legales al alcance ¡Ya está bien!Hay que rezar mucho pero tambien hay que formarse para defender con argumentos.

Un beso Militos, siempre he andado por aquí aunque no escribiera.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

A Dios rezando y con el mazo dando, querida Militos. Lo de poner la otra mejilla, está muy bien, pero tampoco está nada mal defenderse y obligar a que la otra mejilla la pongan otros, es una manera de darles una oportunidad.
Besos, querida amiga.

Miriam dijo...

Rezar amar y defender la verdad con todos los medios buenos disponibles
Y aprender a no odiar.
Gracias por la entrada

Julio dijo...

Querida Militos. Observo que cada día hay más "voluntarios"
para "atizar de lo lindo", en respuesta a la situación actual.
Y con todo respeto ( y tu permiso )me adhiero a ellos y voy
afilando la "tranca". Un fuerte abrazo .

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