Ayer hablábamos de muerte y hoy quiero traer al blog la VIDA. Vida con mayúscula porque toda vida que empieza es el mayor regalo de Dios. No sabes cómo será, qué pasos dará, hasta donde será capaz de llegar, pero de lo que sí podemos estar seguros es de que si ha venido a este mundo es porque tiene una misión que cumplir, grande o pequeña, destacada o corriente. Por eso es trascendental enseñar al que nace a dar un paso tras otro, sin atolondramientos, ayudarle a conocer el terreno que va pisando. Para hacerlo bien no basta con darle nuestra mano, lo más necesario, lo imprescindible es ir haciéndose a un lado para que esa vida incipiente no camine nunca sola, para que nuestra propia mano vaya sustituyéndose por la de Dios. y algo así no puede improvisarse. Algo así comienza desde la cuna.
Yo no voy a dar lecciones a nadie, ni siquiera a mis hijos, ya se las di de manera exaustiva mientras vivieron conmigo. Esta es su hora, todos tienen una segura base para ser buenos padres y me consta que lo están siendo. Yo sigo aquí porque Dios lo quiere así, saben que estoy siempre a su lado, aunque algunos vivan muy lejos de mi, pero siempre me tienen cerca, tan cerca como sólo las madres podemos estar y saben que si fui capaz de cumplir mi misión de madre, mejor o peor, eso sólo Dios lo sabe, fue porque Dios estuvo siempre a mi lado. No un dios lejano, distante, perdido en una nebulosa celestial. No, mi Dios, el vuestro, el de todo el mundo, incluso el de los que así mismo se llaman ateos, está más dentro de mi que yo misma, ha sido y es el artífice de cuanto he hecho en esta vida. A Él se lo debo todo. Él me trajo a este mundo, me dió unos padres cristianos, trabajadores y rectos, cinco hermanos fuera de serie, me hizo cristiana, cristiana hija de la Iglesia, como me hizo mujer, tuve una enseñanza religiosa profunda, sin remilgos, unos cimientos para vivir la fe de dentro a fuera, hacia todos, por un lado fe del carbonero y por otro apoyada en un conocimiento intelectual que aún no ha terminado.
Y, como alguien RAYÉN que acaba de leer mi post titulado "Uno mismo," publicado hace una semana, me ha preguntado que cómo conocí a mi marido, no me importa decirle desde aquí que nos conocimos en la calle, a la salida del colegio, pero que también eso me lo dió Dios, como los hijos, los nietos y tantas cosas más que no cabrían en un blog; porque sí, a estas alturas de la vida he recibido otro regalo más de nuestro Padre Dios: los blogs, con unos amigos excepcionales que llevo muy dentro del alma. ¿Qué más puedo pedir?
Y, como alguien RAYÉN que acaba de leer mi post titulado "Uno mismo," publicado hace una semana, me ha preguntado que cómo conocí a mi marido, no me importa decirle desde aquí que nos conocimos en la calle, a la salida del colegio, pero que también eso me lo dió Dios, como los hijos, los nietos y tantas cosas más que no cabrían en un blog; porque sí, a estas alturas de la vida he recibido otro regalo más de nuestro Padre Dios: los blogs, con unos amigos excepcionales que llevo muy dentro del alma. ¿Qué más puedo pedir?
La vida no es fácil para nadie, pero con Dios de nuestro lado se puede con todo. Por eso no nos queda nada más que hacer de ella una constante acción de gracias.
Aunque no os lo creáis mi intención al escribir este post era la de hablaros de mi nieta Paula, que ha cumplido tres meses y comenzado su guardería (qué pena). Tenía ya unas cuantas fotos preparadas...JAJAJA...
No me explico por qué causa, según escribía, me iba desviando del tema pensado.
Pues, nada, así lo dejo.
SEGURO QUE ESTO TAMBIÉN HA SIDO COSA DE DIOS
11 comentarios:
Militos, ¡qué hermosa nena! Te felicito y a sus papás también, por este hermoso angelito que tienen con ustedes.
Y sí, todas las cosas que nos pasan son cosas de Dios, aunque a veces no lo entendamos o no lo aceptemos como debe de ser. Te mando un abrazo con mucho cariño.
Gracias, Tere, me encanta verte aquí. Y gracias por el piropo a Paula, la verdad es que me tiene atontadita.
Un beso
Es que a veces..., no es como se empieza, sino como se termina y es que el hombre (en este caso la mujer) propone y DIOS dispone. Ahora que.. lo mejor, la foto del final. ¡Que sonrisa de pillinaaaaa!, jajaja.
BESIÑOS VITALES.
¡Tres meses ya! ¡y a la guardería! Antes de que te des cuenta la estás preparando el ajuar.
Esta preciosa, enhorabuena. Nuestros hijos, nietos, los niños son la bendición más divina que tenemos. Cada mañana cuando veo a los míos (tres propios, dos en custodia y esperando la adopción de un niño con síndrome de Down que ya llevamos tres años esperándola) me digo a mi mismo que tenemos mucha suerte, que la felicidad es eso precisamente, el poder verlos cada día.
Un saludo.
Tu nieta Paula está preciosa y el post que te ha salido es fantántisco.
¡Yo me apunto a ser como tú! Besos
Yo pienso que no te has desviado para nada del tema. Mientras hablabas tenía en mente a Paula, a mis hijas y a todos los niños y jóvenes. ¡Que bien lo explicas!
Un abrazo muy fuerte!
La vida es siempre un REGALO DE DIOS que hermoso regalo Dios le ha dado y hemos de darle lo mejor de nuestra vida un saludo FELICIDADES
¡Cómo crece¡ Tiene ojitos y mirada de alegría, está preciosa
Me ha gustado el "desvio" de la entrada. PAra poder pensar y agradecer yo también, todas las bendiciones que Dios me ha dado y me da: familia, amigos, compañeros de trabajo, amigos blogueros..
Y Dios siempre cerquita. Y muy cerquita en el Sagrario.
Gracias¡
Quien escribiera como tu... la niña hermosa !!! Felicidades Martha
Hermosa reflexión.
Felicidades.
Felicidades por Paula, es una nena preciosa!.
Militos, se nota que eres una esposa, madre y abuela que disfruta de la vida.Gracias por compartir tus lindas vivencias.
Con mucho cariño un gran abrazo, amiga.
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