Entre los muchos recuerdos que Benedicto XVI nos ha dejado, a parte de sus enseñanzas, sus muestras de fe, su amor a Dios y a todos los hombres, hay uno que viene constántemente a mi memoria y es su sonrisa y su mirada cuando nos llamaba amigos. "Adios amigos," se despedía así de nosotros. Ese "amigos," en boca del Santo Padre, nos lleva diréctamente al Evangelio de la Misa de hoy:
"(...) ¿Queréis que ayunen los amigos del esposo mientras el novio está con ellos?" (Lucas,5,33-39)
Jesús llama amigos a los que le siguen:
"Os he llamado amigos porque os he dado a conocer todas las cosas que he oído a mi Padre" (Juan 15,9-15)
Y esto es fácil de entender en un plano natural, sólo a los amigos de verdad se les cuenta las cosas de la propia familia, del padre, de la madre, los problemas, las necesidades, lo bueno o lo que te preocupa de tu vida y de la familia. Ese mismo trato es el que Jesús da a sus amigos, revaloriza la amistad, elevándola a un plano sobrenatural, pero sin deslucir para nada el trato humano. Con sus discípulos, sus amigos, comía, paseaba, oraba, sanaba enfermos y compartía sus inquietudes: "Triste está mi alma hasta la muerte", "¿Podéis beber el caliz que yo he de beber?", "También tengo otras ovejas que no son de este aprisco"...
El mundo sería distinto si supiéramos vivir una amistad con todos como la vivió Jesucristo, el AMIGO por excelencia, y la vive en la actualidad con todos los que se acercan a Él, incluso haciéndose el encontradizo con muchos que no le buscan. Unos aceptan su amistad, mientras que otros están tan absorbidos por los cuidados del mundo que no son capaces de verle, de sentirle a su lado.
El Maestro tuvo amigos de todas clases sociales, Zaqueo, José de Arimatea, Bertimeo, Lázaro ("El que amas está enfermo", diría su hermana Marta), de todas las edades y condiciones, De la misma manera nosotros que le seguimos, que nos ha llamado amigos, debemos ofrecer esa amistad a los demás, sin anteponer barreras frente a nadie, Cuando son los demás quienes las levantan, a veces hasta dentro de la propia familia, no podemos atravesarlas a viva fuerza, a nadie debemos imponer nuestro trato o amistad. Esas barreras únicamnete se pueden derribar con la oración y mortificación.
De los amigos nos debe interesar todo, lo material y lo espiritual. Para llegar al fondo de un alma hay que saber bucear a traves de sus intereses personales y no de cualquier manera, sino con todo el cariño de un hermano al que preocupa y ocupa el bienestar y la felicidad de su hermano. Sólo de esa manera podemos mostrarle como algo atractivo, subyugante el amor a Cristo que llevamos en el corazón y que deseamos compartir con él. Hay que buscar o al menos intentar, la amistad con todos, poner todos los medios a nuestro alcance para encontrarla y cuando la encuentras, desvivirte por conservarla viva, vencer el tiempo y la distancia y todo aquello que pueda separar. Es lógico que cada uno tenga sus propios gustos, sus preferencia, su equipo de futbol, sus opiniones en lo que sea opinable... Todo lo supera la auténtica amistad.
"...Amistad y caridad forman una sola cosa, luz divina que da calor" (Forja,565)
El calor del amor a Cristo que nos vuelve más humanos, más comprensivos, más abiertos a todos, ese calor que hemos palpado como nunca en la JMJ, al lado de Benedicto XVI..
¡¡¡GRACIAS, SANTO PADRE, POR LLAMARNOS AMIGOS !!!
8 comentarios:
Militos que bien me viene leer esta entrada, la amistad, la verdadera amistad está tan edulcorada... yo solo la encuentro a los ojos de Cristo que como Amigo, me va quitando a unos y poniendome a los que él quiere.
un abrazo.
Querida Lah: siempre eres la primera en comentar,muchas gracias, estoy deseando llegar a madrid para poder dejar alguna huella en tu blog.
Y cuánta raz´´on tienes, pocos entienden la verdadera amistad, pero Dios nos va allanando el camino.
Un beso grande
Me gustó mucho leer tu entrada; así lo siento a Dios, un amigo que siempre está, nos escucha,y solo pide que le hablemos. Una eterna compañía. Un abrazo
Quiero saludarte a la vuelta del verano.
Haces muy bien en hablar de ser amigos del Santo Padre. Solamente los amigos buenos saben y pueden ayudar efizcamente a sus amigos a ser mejores, a ser felices,solo ellos tienen la capacidad y la voluntad de querer el bien y hacer el bien. Y el Papa todo eso lo quiere para nosotros, que gozada.
Un afectuoso abrazo
Hola!, esta vez entro para pedir tu ayuda, a difundir este mensaje, es de una amiga bloguera:
ELENA, del blog CUATRO ESPECIAS, necesita ayuda URGENTE.
Si sabes de alguien que la pueda ayudar, por favor, déjale un comentario en su blog, el enlace a su petición de ayuda es "http://cuatroespecias.blogspot.com/2011/08/ayuda-urgente-cuando-la-situacion.html". Si no es así, por favor, difunde este mensaje en tu blog, facebook .. etc. Muchas gracias.
Gracias unidos en oración
Es bueno que hablemos de esta amistad, la de Dios, la que El no va acomodando según pasa el tiempo. Nos quejamos a veces por la pérdida de amigos en el camino y Él nos dice "Yo soy el camino, la verdad y la vida" Y es el amigo, que en la persona del Papa, viene a vernos, a compartir con nosotros.
Pero también debemos entender como amigo al cura que está en la parroquia, muchas veces solo, con más años de servicio que los que aguantaría una persona normal en su trabajo. Hoy son mal vistos, mal queridos y muchas veces, pagan justos por pecadores. Esos son los amigos del novio y a esos tenemos que acoger en nuestros corazones también, no sólo acordarnos cuando viene un Papa, o cuando hay un evento mundial. El día a día de esos hombres de Dios a veces es muy difícil.
Me alegro poder saludarte, Militos, y espero seguir leyéndote por mucho tiempo. Que Dios te bendiga
Te he contestado por mi blog pero tambien te lo comunico por aqui, mi hijo APROBOOO!!!!! que alegria me ha dado tanta, que jamas llore por mis suspensos ni por mis aprobados, y mira tú ahora, emocionadisima.. el pobre ha estado todo el verano sin pisar una piscina ni la playa...blanco como el papel...espero que recapacite y que lo que ha hecho ahora lo haga durante el curso que viene, muichisimas gracias por tu interés Militos, un fuerte abrazo.
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