VIDA DE FAMILIA

Buscando imágenes de la Virgen para este sábado de Rosario Bloguero, encontré esta pintura extraordinaria del gran  Leonardo Da Vinci que me ha gustado de manera especial, supongo que por deformación familiar, vamos de abuela, jajaja..., creo que se me entiende ¿no?

El motivo y el nombre del cuadro: Santa Ana, la Virgen y el Niño, 

aparte del valor y el Arte  del autor, me parece una escena muy posible en la vida e infancia del Niño Jesús. Aunque nada se diga de Santa Ana  en el Evangelio, si aparece en los Apócrifos. Es de suponer, al ser María una joven madre que Santa Ana aún viviera ¿Cómo no iba ella a participar en la vida y los juegos de su nieto? Jesús, Hijo de Dios, tendría una infancia semejante a la de los niños de su edad y, por lo que llevo experimentado, una de las mayores alegrías para los hijos, en especial las hijas, es la de integrar a los abuelos, en particular abuelas, ahora que no me oye nadie, en la crianza de sus propios hijos desde le primer momento de su nacimiento.

Sea esta opinión mía una simple ilusión o una realidad, lo cierto es que me alegro mucho de esta creación de Leonardo y confieso que estoy disfrutando  con ella.

Datos pictóricos

El cuadro es un óleo sobre tabla que mide 168cm. y 130 de ancho, en el que Leonardo emplea la técnica del llamado Sfumatto, en español difuminado, muy utilizado en el Renacimiento. Consiste en pinceladas suaves, muy finas, superpuestas unas sobre otras que dejan los límites y contornos de manera imprecisa, como abandonados a la imaginación del que contempla la obra.

No se conoce con exactitud quien le encargó esta pintura, aunque en la página web del Museo del Louvre, donde se encuentra desde el año 1810, aparece como un encargo del rey Luis XII de Francia para agradecer a Santa Ana el nacimiento de su unica hija Claude, el año 1499, pero lo cierto es que fue terminada mucho más tarde. Eran los últimos años de la vida del pintor, cuando él se encontraba inmerso en las Matemáticas y otros quehaceres..

La devoción a Santa Ana se extendió mucho en  la Edad Media y de ahí viene la inspiración para el motivo del cuadro. Las tres figuras, aparecen  superpuestas, María está sentada en las rodillas de su madre, abrazando al Niño Jesús como queriendo apartarle del cordero que simboliza la Pasión. Se dice que el cuadro fue terminado por otro pintor que realizó la figura del cordero.

 Fue pintado por Da Vinci en el época de la Gioconda por lo que aseguran que los rasgos de Santa Ana se parecen a los de Mona Lisa. El paisaje, tras las figuras, tiene las características de otras pinturas del autor, es decir rocoso, con los picos de las montañas integrándose en el azul del cielo.