Una de las incongruencias de esta época de la cacareada LIBERTAD DE EXPRESIÓN, es la de que a los Obispos y a la Iglesia Católica en general se la critique y condene por hablar en las materias que la atañen, viene esto por las distintas campañas que últimamente se vienen lanzando contra los obispos, incluso contra el Obispo de Roma, Benedicto XVI, en cualquier parte del mundo de manera furibunda.
Hoy quiero referirme a Monseñor Cipriani, Cardenal de Lima, aunque no le conozco personalmente siento un gran aprecio por él y por su labor desde que tuve la oportunidad de ver, hace varios años, un video de su apostolado como obispo de Ayacucho. Su naturalidad, su simpatía y la alegría con la que se desvivía por su diócesis era admirable y nos cautivaron a toda la familia que por entonces tenía en mi hogar. En dicho video contaba también la oportunidad que le dieron de actuar como mediador, en el asalto a la embajada de Japón en Lima, con varios rehenes, por 14 terroristas, haciendo todo lo posible, con riesgo de su vida, para solucionar el asalto pacíficamente. Al final, no pudo ser así por decisión del gobierno de Lima, lo que el Obispo lamentó, públicamente en rueda de prensa, con un gran pesar.
Monseñor Don Juan Luís Cipriani, natural de Perú, es Doctor en Teología por la Universidad de Navarra y fue ordenado sacerdote en el año 1977 en la Basílica de San Miguel de Madrid. Juan Pablo II le nombra Arzobispo de Lima y Primado de Perú, en el año 1999, donde ayudó a la recuperación de muchas iglesias y de la Misa dominical en la Catedral, después del conflicto armado de aquellos años en Perú, siendo elegido Cardenal en 2001, pasando, por deseo del Papa, a formar parte de dos Congregaciónes, la de las Causas de los Santos y la del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos en el Vaticano.
"En la celebración de la Misa, en la manera en que trabajamos en la parroquia, en la manera en que predicamos, que la homilía esté bien preparada; les animo a prolongar el tiempo en el Confesionario. Siempre es tiempo. Nunca digan no puedo".
PD/ Las palabras de Mons, Cipriani a los sacerdotes han sido entresacadas de ACIPRENSA, através de La Gaceta del Arce
En la actualidad, algunos sectores progresistas, se han manifestado en contra suya por la decisión que ha tomado de suspender a uno de sus sacerdotes, el padre Gastón Garatea de su labor pastoral en Lima y en la Pontificia Universidad Católica del Perú, por su posición a favor del matrimonio gay.
ALGUNOS DATOS SOBRE MONS. CIPRIANI
El cardenal Cipriani fue nombrado por el papa Benedicto XVI como miembro de la comisión encargada de revisar las conclusiones del Sínodo de los obispos, que tuvo lugar en octubre de 2005 para tratar el tema de la Eucaristía, así como también se le encargó junto a dicha comisión la preparación del siguiente Sínodo, que tuvo lugar en 2008.
A lo largo de su vida sacerdotal y episcopal, ha sido objeto de muchas y grandes controversias, algunos afirman que se debe a su pertenencia al Opus Dei, a las que ha sabido hacer frente públicamente con la verdad por delante.
Pero lo que quiero poner de relieve con este post es su exhortación a los sacerdotes para moverles a vivir el "AÑO DE LA FE," como una auténtica conversión, también para los sacerdotes.
"Convertirnos que se vea la presencia de Dios en nosotros"
afirmó el Cardenal, animándoles a que esta conversión se plasme:
"En la celebración de la Misa, en la manera en que trabajamos en la parroquia, en la manera en que predicamos, que la homilía esté bien preparada; les animo a prolongar el tiempo en el Confesionario. Siempre es tiempo. Nunca digan no puedo".
"Cuando un sacerdote hace lo que debe hacer, se nota. Y se nota en la Misa, en las Confesiones, en la educación en los colegios que tiene a su cargo, y se nota porque Cristo habita en él, y sus pensamientos son los de Cristo".
"Que Cristo ilumine nuestros sentidos, por ello recemos el Rosario. De esta manera el gozo de la Eucaristía va convirtiendo el corazón"
Me ha causado una gran impresión estas palabras de Monseñor Cipriani, que son aplicables no sólo a los sacerdotes, sino también a cada uno de nosotros por lo concreto y por lo mucho que tenemos que rectificar en ese sentido. Todos quisiéramos formar parte de una inmensa revolución interior y salir por las calles a convertir multitudes en este Año glorioso de la FE, pero lo más seguro es que no esté al alcance de muchos, sin embargo, ahondar e invitar a otros, uno a uno, a que ahonden en esas imprecindibles prácticas de nuestra Religión Católica, por desgracia abandonadas por muchos en la mayoría de los casos por simple dejadez, señaladas por este gran Arzobispo de Lima, si que puede ser nuestra gran con tribución al:
"AÑO DE LA FE"
5 comentarios:
Cuando a la Iglesia se la critica por hacer lo que tiene que hacer...malo. Especialmente si la crítica viene de otros católicos.
Lo que yo he leído de la labor de Mons. Cipriani es impecable. Si suspende a un sacerdote en su labor pastoral es, evidentemente, por el daño que hace a los fieles oir de sus pastores doctrinas falsas que se oponen a la de la Iglesia.
Un abrazo, Militos!
Necesario año de la fe.
Paso a ver como estás, espero q te encuentres un poco mejor, espero sentirte de nuevo, tan peleona y genial como siempre. Recé por tí esta noche. Dime algo cuando puedas.
Besiños curativos de un enfermito.
A mí me ha encantado el título del post.
Un besazo
Necesitamos este año de la fe.
Gracias Mili.
Militos...una prueba de Amor es la persecucion...y esa es la que fortalece nuestra Fé....este año el ayuno y la oracion he de llevarlos juntitos...la Señora anima a ayunar dos veces por semana....y los mensajes de Medjugorje son una llamada fuerte a la Fé....pido mi conversion diaria cada dia y la de mis hermanos en la Iglesia.....solo nos ayuda a saber sufrir con dignidad y alegria...con mucho amor..como este Monseñor que es una Luz grande en la Iglesia!!
Publicar un comentario