PROHIBIDO CALLAR

Me ha sorprendido leer algunas  noticias en la página de Religión en Libertad que no aparecen en ningun otro medio de comunicación, cuando, por el contrario, de una manera u otra se procura silenciarlos, mientras que a bombo y platillo gustan de propagar todo aquello que presumíblemente pueda denigrar a la Religión Católica. A fe que no lo consiguen, pero lo intentan sacando a la palestra la filiación católica de personas cuya honradez o moralidad está en entredicho, señalando que va a Misa, comulga y reza,,, . Grandes son los intentos por generalizar el mal hacer de los católicos, infringiendo la Ley o sacando beneficio personal de cargos políticos o empresariales destacados. De ahí a que el vulgo se deje arrastrar y concluir en la maldad de la religion, todo es uno.

 

Por todo ello hoy quiero referirme a otros hechos positivos que suelen silenciarse para evitar que cunda el buen ejemplo. Se trata sólo de una pequeña muestra de conversiones o arrepentimientos de personas que han llegado a destacar en sus profesiones y de las que se ha obviado su acercamiento a la Iglesia Católica.

 

Cuenta la citada página de Religión en Libertad, como en una reciente biografía de Alfred Hitchock, escrita por Donald Spoto le presenta como enemigo de la Religión Católica, rechazándola en el lecho de su muerte. Pero,  gracias a Dios, le ha salido al paso el sacerdote jesuíta Mark Henninger, profesor de Filosofía de la Universidad de Georgetown que acompañó a Hitchock en sus últimas horas. 

En un artículo publicado en Wall Street Journal cuenta como desde niño fue aficionado a las series televisivas de este genio cinematográfico, por lo que no pudo desaprovechar la ocasión de acudir a conocerle, invitado por otro jesuíta, padre Sullivan, que le confesaba y conocía bien al cineasta.

Al llegar le encontraron dormido, pero Sullivan lo despertó delicadamente y Alfred besó su mano, como era costumbre hacer a los sacerdotes. Después de una larga conversación pasaron al estudio donde les esperaba su mujer, Alma. Allí mismo celebraron la Misa en silencio. Como Hitchcock había estado alejado de la Iglesia desconocía que ya se respondía en la lengua vernácula del país, por lo que él seguía haciéndolo en Latín. Continua el autor del artículo, diciendo como vió las lágrimas de Albert, al recibir la Comunión, resbalar por sus mejillas.

Estas visitas de los dos sacerdotes se repitieron muchos días, incluso cuando el padre  Sullivan no podía asistir. En una de esas reuniones, con la presencia de gente famosa y en plena charla se dirigió al sacerdote y le dijo: "Venga vamos a Misa." Caminaba despacio  de su brazo y el padre Mark intentaba sacar la conversación sobre alguna película reciente que le pareciese buena,  pero Hitchcok contestó: "No, cuando yo hacía películas eran sobre personas, no sobre robots, los robots son aburridos. Venga vamos a Misa." Esto era lo que en verdad le interesaba.

al poco tiempo falleció y sus funerales se celebraron en la Iglesia del Buen Pastor de Beverly Hits.

 

 El jesuíta añade que los prejuicios antirreligiosos de la época que vivimos tienden a ocultar estas facetas de católicos en las biografías que se escriben. Así mismo lamenta como es un error pensar que es un signo de debilidad el acercamiento a la Religión cuando se ve próxima la muerte, por el contrario nada centra tanto la mente como la muerte. "Creo, dice Henninger, que al afrontar la muerte uno considera seriamente , con mayor o menor claridad, verdades olvidadas durante años que finalmete merecen nuestra atención."

 

Yo me alegro infinito de estas muestras de la Misericordia de Dios con las ovejas apartadas de su rebaño. 

 

Como me alegro de saber, también por Religión en Libertad,  que el gran artista John Wayne, héroe legendario de mi padre, con el que vi la mayoria de sus películas, fue bautizado católico "In articulo mortis" Tres veces divorciado y casado con mujeres católicas, tuvo siete hijos y todos fueron bautizados en la Iglesia Católica, uno de ellos, Mattew Muñoz es sacerdote  en California. 

Su hijo mayor, Mitchael cuenta que un mes antes de morir fue visitado pr el Arzobispo  de Panamá y tuvieron una larga conversación. Cuando su estado se agravó y padecía unos fuertes dolores, otro de sus hijos le preguntó si quería ver a un sacerdote y su padre dijo: "Sí, creo que es una buena idea." Concluye su propio hijo:" Papá murió católico".  

 

No son estos casos aislados de artistas, sino que ha habido mucho que fueron bautizados en auténticas conversiones como el legendario Gary Cooper, animado por su mujer católica.

 

¿Por qué no gusta difundir estas noticias, no sólo del pasado, sino de muchos casos de actualidad? Creo que nuestro deber es darlas a conocer como revulsivo de todos los ataques y difamaciones a los que nos vemos   sometidos los católicos. La Humildad es una gran virtud y hay que practicarla a manos llenas, pero a dar la cara por Cristo estamos obligados si queremos que Él nos reconozca en el Juicio Final e Individual.

Son millones de católicos anónimos los que están dando la vida por sus hermanos los hombres, en distintos países, sin distinción de raza ni de creencias, como también millones los que viven  una vida corriente  en sus hogares, de Iglesia doméstica, contribuyendo , en lo que está a su alcance a la mejora de la Sociedad.