IMPERDIBLE DE "CUM PETRO"
Juan Pablo II. Foto: Eric Draper
Juan Pablo II. Foto: Eric Draper
ROMA, 03 Abr. 14 / 02:05 am (ACI/EWTN Noticias).- El Cardenal Giovanni Battista Re, uno de los más cercanos colaboradores del Beato Juan Pablo II, aseguró que para el futuro santo “el primer deber del Papa era el de orar por la Iglesia y por el mundo”.
A nueve años de la muerte de Juan Pablo II, quien partió a la Casa del Padre el 2 de abril de 2005, el Cardenal Re evocó el testimonio del Pontífice en diálogo con ACI Prensa.
“Trabajé muy de cerca con el Papa Juan Pablo II, desde el inicio de su pontificado, hasta el final”, explicó. “Él decía que el primer deber del Papa era el de orar por la Iglesia y por el mundo, para obtener la ayuda de Dios y poder mejorar las cosas.
Impresionaba como conseguía pasar del contacto con la multitud al recogimiento de la oración. Cuando oraba, tenía una gran capacidad de concentración, y antes de cada gran decisión rezaba por mucho tiempo”, agregó.
El Cardenal Re trabajaba en la Secretaría de Estado, dentro de la sección de Asuntos Generales, cuando en 1978 fue el Cardenal Karol Wojtyla fue elegido Papa.
Fue ordenado obispo por el Papa Juan Pablo II en 1987 en la Basílica de San Pedro y en septiembre del 2000, el futuro santo lo Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
“Mi primer contacto con el Papa Juan Pablo II –recordó-, se debió a que él escribía sus homilías, sus discursos, en lengua polaca, después eran traducidos por polacos al italiano, y por último lo traían a mí para hacer la revisión lingüística y comprobar que todas las traducciones desde el punto de vista italiano fueran correctas”, recordó.
“De modo que el primer discurso que toqué para revisarlo fue el pronunciado en la Plaza de San Pedro, donde dijo ‘¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas a Cristo!’”, añadió.
Para el Cardenal Re, el Papa Juan Pablo II era “un grande” en muchos aspectos. “Era un gran hombre por su profundidad de pensamiento, facilidad para hablar distintos idiomas, saber hablar a las multitudes. También era un gran místico, cercano a las personas, a las situaciones, y de esta manera influyó en la sociedad y en la historia”, dijo.
“Además –concluyó-, era un gran Papa porque la Providencia le reservó grandes deberes para nuestro tiempo, siendo muchos sus gestos y sus iniciativas. También tuvo la ventaja de tener un pontificado largo, porque si no, muchos no lo habrían entendido. Y es un gran santo, porque era un gran hombre de oración y al mismo tiempo un gran hombre de acción”.
Ahora, el Cardenal Re mira con alegría la ceremonia de canonización del Papa Juan Pablo II, quien será declarado santo junto al Beato Juan XXIII el próximo 27 de abril, fiesta de la Divina Misericordia, en la Plaza de San Pedro.
La ceremonia será presidida por el Papa Francisco y se espera que para la ocasión lleguen a la ciudad de Roma millones de peregrinos
2 comentarios:
Una gran alegría para todos. Precioso texto.
Que tengáis buen fin de semana.
Un beso, querida Militos.
¡Buen camino hacia la Pascua, mi querida amiga!
¡Feliz Domingo de Ramos!
Un besazo.
Publicar un comentario