Y HABLANDO DE OTRA COSA

Siempre nos asombran las grandes conversiones, bien porque se trate de hombres grandes, ilustres, literatos, científicos que habían destacado por su público ateismo, agnosticismo, incluso odio exacerbal a la Iglesia o la Religión o por los medios extraordinarios que Dios regala a quien quiere, como a San Pablo. ¡Milagro!, exclamamos... pero no nos damos cuenta que tan milagro es una conversión o vuelta a Dios de una celebridad, como esas otras que a menudo suceden a nuestro lado y aparentemente carecen de relevancia.

Seguramente habéis oido hablar de un artista de nuestros días, muy pegado a Pedro Almodovar en los tiempos de la famosa "Movida madrileña", que tan célebre hizo un alcalde socialista, Tierno Galvan, promocionándola con la frase dirigida a la juventud:"A colocarse y al loro"; su nombre artístico era Fabio McNamara. Si no me equivoco hace días fue entrevistado en Radio Intereconomía, donde contó como ahora prefiere hablar de la Virgen que de ZP. Relató también algunos episodios de su conversión.

¿El motor que le condujo a la fe, cuando más perdido estaba?: los rezos de su madre. Poco antes un sacerdote la había dicho:"Usted rece, rece que ya caerá, ya caerá". Y Fabio, que ahora utiliza su nombre verdadero, Fabio de Miguel cayó.

DEFINICIÓN:

La definición que da a su conversión es muy gráfica y exacta:"El cambio de un billete de ida al Infierno por otro de ida al Cielo. Explica que vivía aliniado, tomando infinidad de sustancias. Buscando la felicidad donde no se encontraba, en el sexo, en la droga, la fama.... Ahora la ha encontrado en Jesucristo que es el médico que te sana, el maestro que te enseña, el amigo que nunca falla. Lo único que importa es la salvación eterna. Lo que el mundo pueda darte pasa rapídísimo. ¿Para que tanto rollo?, se pregunta Fabio.

¿Qué cosas son importantes ahora en su vida?.

Es curiosa su respuesta porque son las mismas que hacen los católicos que se definen como muy practicantes, a saber:

_Rezar el rosario.

_Hacer Lectura Espiritual

_Hacer meditación.

_Ir a Misa.

_Comulgar

Y eso lo lleva a la práctica a diario, añadiendo: "Si estás en gracia de Dios, ya puede hundirse el mundo. Por eso, si peco, no pasan venticuatro horas sin que me confiese".

Su descripción de la gracia es un tanto peculiar pero tiene fundamento:

"Estado narcótico o del espíritu sin efectos secundarios. Lo único que produce es santidad, Hace que relativices los problemas. Pone a tu disposición la sabiduría de Dios. Ayuda en todo.

Y cuando se le pregunta que si no le da verguenza hablar de Dios responde: "Pero cómo me va a dar verguenza si dió su vida por mí!. Es como cuando quieres mucho a una persona, que sólo piensas en ella, sólo hablas de ella.

Ya sólo quiero pensar en Dios, hablar de Dios.

Mi única reflexión ante este billete para el Cielo que Fabio acaba de adquirir, es una pregunta: ¿Y todo esto por los rezos de una madre?