Al regresar del campo, confieso que cuesta un poco desprenderse del ropaje bucólico y meterse de lleno en la vorágine política y social de la ciudad, así que he decidido empezar la semana con alforjas poéticas, mañana volveré a ser Agustina.
Hoy me ha colmado una poesía que a su vez es oración, de Antonio Oliver Belmás, poeta y escritor que es, y digo es porque, para bien de la Humanidad, de los poetas siempre se habla en presente, a pesar de haber nacido en 1903 y fallecido en 1968.
Esposo de Carmen Gaite, amigo de Juán Ramón Jimenez y alumno de Jorge Guillén en la Universidad de Murcia. Aunque no es mi deseo hoy ahondar en su biografía, sí resalto que fue cofundador de la Universidad Popular de Cartagena para adultos de la clase obrera, en la que desarrolló una intensa labor cultural y en la que impartieron cursillos: Garcia Morente, Elena Fortún, Concha Espina, Azorín, Cossio y Ramón y Cajal, entre otros. En 1947 se le concede la amnistia total por haber participado en la Guerra Civil en el bando republicano, por lo que puede abandonar la clandestinidad en que se encontraba. También fue un gran promotor de las Artes Murcianas, publicando en 1952 "Medio siglo de Artistas Murcianos".
Su biografía es mucho más extensa, pero ya advertí al inicio del post que no era mi intención, de momento, ahondar en ella, sino dar comienzo a la semana con un poema donde Antonio Oliver, abraza a toda la Humanidad en oración universal al Dios de la Piedad:
Oh Dios, cuán infinita es tu piedad!
para tí no hay vencedores ni vencidos,
no hay naciones ni razas,
no hay inteligentes ni torpes,
no hay pobres ni millonarios.
Tú nos abrazas a todos en la tierra;
de todos, Señor, sacas flores.
Yo te pido que me hagas piadoso;
que mi dolor nada sea junto al dolor mi prójimo,
que ni odie ni desprecie.
Haz que me duelan las carnes con frío,
las carnes de los que no tienen ropa;
arráncame de la lujuría,
de la vanidad y de la soberbia.
Quítame, Dios mío, de la ira
y de sus terribles hogueras.
Tanto en la en la vida como en la muerte,
no me niegues, Señor, el sosiego.
Dame la paz que enguirnaldan tus ángeles
bajo el mediopunto del iris.
9 comentarios:
Vaya esperado regreso, poético y maravilloso. Me encanta que retornes llena de paz y ángeles, tu eres nuestra Paz y sosiego, Valkiria versicular. Besos de hola preciosa.
Re bienvbenida a este mnundoo porq yo ya te extrañabaaa.. un poema precioso mi nenita y me gusta sentirte cerca....
Un beso grandeee
Pues si, Militos, de todos el Señor saca flores, hasta de Zapatero y la Chacón, aunque nos parezca imposible, claro está que hay flores del rosal y flores del cardo, unas de pétalos suaves y perfumados y otras punzantes y mal olientes. Tú, Militos eres de las primeras.
Un beso.
No se si mi comentario anterior entro por tal motivo te lo repito.
Bulocica entrada a la vez que preciosa,por lo que veo el campo te ha sentado de maravilla.
Gracias a los poemas que nos regalas, a los que no pasamos de Becquer.
Un beso
El campo te sienta cada vez mejor...
Besos.
Qué gusto notarte tan tranquila madre pero, oye?, no era en tu casa en la que el ambiente que se respiraba esta mañana olía a nervio puro?, jejeje, parece ser que sólo a tí te sienta tan biennnnn o es el regreso lo que te relaja????. Me vas a matar, lo sé. Un besiño.
No te voy a matar Raquel porque tienes razón, esta mañana solo yo estaba en calma.
Besitos, chata
Gracias Alawen, de vez en cuando me gusta el campo, sobre todo es que procuro sacar provecho allá donde me llevan.
Besitos
Terly: lo de las flores es verdad, a veces ´solo es necesario escarbar un poco.
un beso
Jose antonio: a mi Becquer me encanta, pero hay que dar a conocer a otros menos famosos. Te recomiendo que leeas a Terly que también es un gran poeta.
Un beso
Princesa Azul: siempre es estupendo estar cerca de tí. Tu alegría y optimismo son un gran estímulo para mí. Te quiero.
Arcendo: a tí no sé que decirte y mira que es raro...Gracias por reconocerme como Valquiría también en los versos.
Un beso
antonio oliver belmás da nombre a un premio de poesía de la universidad popular de cartagena, muy prestigioso
en 1994 lo ganó alexis díaz pimienta, un poeta cubano, ex aequo con otro poeta
un beso
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