domingo, 24 de mayo de 2009

GOZO Y TRISTEZA


Hemos celebrado el domingo de la Ascensión del Señor a los Cielos y una se imagina la mezcla de tristeza y gozo de sus discípulos al contemplar la gloria del Maestro, al que habían seguido durante tres años y al mismo tiempo la pena de verle marchar y pensar que les dejaba solos. A tí y a mí nos ocurriría lo mismo, es más nos ocurre cada día. ¿Quién no ha sentido alguna vez esos subidones místicos donde le palpas a tu lado y te haces la ilusión de que ahora sí, ahora le tengo en mi alma para siempre? A continuación te introduces en la vorágine de la vida y cuando quieres darte cuenta Él parece no estar contigo. Y sin embargo, está, solo que no eres capaz de verlo ni oirlo por el ruído que te rodea. Ruído que unas veces has buscado tú y otras llega a tí involuntariamente.

Merece la pena leer las palabras de San Agustín sobre la Ascensión del Señor a los cielos porque son una llamada a la esperanza que eleva el ánimo, en esas ocasiones de aparente ausencia divina:

"De la misma manera que Jesús ha subido al cielo sin alejarse de nosotros, igualmente nosotros estamos ya allá arriba con él, aunque esto que se nos ha prometido no se realice aún en nuestra carne. Él ha sido elevado ya por encima de los cielos; y, sin embargo, sigue sufriendo en la tierra todas las penas que nosotros, sus miembros, sufrimos. De ello ha dado testimonio cuando desde lo alto gritó: "Saulo, Saulo ¿por qué me persigues? y también: "Tuve hambre y me distéis de comer". ¿Por què no trabajamos en esta tierra de tal suerte que por la fe, la esperanza y la caridad que nos unen a él, podamos descansar ya ahora juntamente con él en el cielo?

El, que está allá, está también con nosotros y nosotros que permanecemos aquí, estamos también con él. Él puede hacerlo por su divinidad, por su poder, por su amor; y nosotros si no podemos hacerlo como él por su divinidad, podemos hacerlo unidos a él por el amor.


Él no ha abandonado el cielo cuando bajó hasta nosotros y tampoco nos ha dejado cuando ha subido al cielo. Antes de su Ascensión prometió que se quedaría con nosotros, incluso cuando estuviera allá arriba, cuando dijo: "Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo"




SAN AGUSTÍN

7 comentarios:

Anónimo dijo...

yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos, son palabras de esperanza, de fe, y son verdad

Militos dijo...

Claro que son verdad y ellas nos fotalecen frente a las adversidades.
Un beso Santiago

Raquel YG-I dijo...

y esa es la razón por la que seguimos luchando, ante las desdichas, porque El nos apoya y nos orienta...
Madre, ya he actualizado la información de la movilización por las libertades de Cuba, será el día 1 de junio, puedes verlo en el blog y, también puedes enlazar el link para ayudar a la realidad cubana. Un besito.

Caballero ZP dijo...

Con el tiempo que nos ha tocado vivir sería impensable afrontarlos sin pensar que siempre está ahí.
Saludos

Luis y Mª Jesús dijo...

Es nuestra esperanza y nuestra ayuda acá en la tierra.
besos

Magicomundodecolores dijo...

Son muchas las veces en que no apreciamos su mano, pero es sólo eso: una idea que se nos viene a la mente como una mala tentación, porque Él siempre está ahí, incluso aunque nos hagamos los fuertes y creamos que no lo necesitamos. ¡Bendito sea el Señor que nos acompaña y arropa!
Besos, guapas.

jj dijo...

Cada vez que leo tus post querida amiga encuentras una palabra de animo,para todos aquellos que la necesitamos.
Y se que el siempre velara por nosotros.
Un beso

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