CAMPEONA

Seguro que más de uno ha pensado que me he quedado en abuela.

¡Qué barbaridad! cuatro días sin publicar. No voy a negar que tener entre mis brazos al nuevo nieto me ha producido un cambio en la escala de preferencias. Sin embargo, no sería yo misma si por la dedicación familiar dejase de interesarme por el mundo que me rodea. Y a pesar de que no quiero, las manos y la mente se me van hacia mi ministra preferida, preferida para sacarla los colores...Seguro que alguno ya ha adivinado de quien se trata, pues sí la Chacon que hace unos días dio a luz otra de sus genialidades. Ni más ni menos que la de imponer el LAICISMO en las Fuerzas Armadas.

Lo siento no puedo callarme. Pues ¿no añade además que el acto sublime de Ofrenda a los Caidos hay que realizarlo en todas las religiones?

Ese acto no es religioso de por sí, un desfile y una ofrenda de coronas es simplemente el reconocimiento de sus compañeros a quienes de una manera u otra dieron sus vidas por la patria. Ah!... debe referirse a la canción: "La muerte no es el final", pero señora mía en ella sólo se canta y se habla al Dios que puede serlo de todas las religiones y en todas ellas existe la creencia de una vida eterna.

Corto de plano porque no era mi intención hablar de una de las ministras peor valoradas, junto con la de Sanidad.

Mi idea por el contrario, era la de resaltar la hazaña realizada por Marta Dominguez el 17 de agosto pasado. Ya sé que ha perdido actualidad esta noticia, la culpa es de mi nieto, pero no quiero que pase inadvertida para este blog. Esa medalla de oro en Berlín conseguida por Marta es digna de ser resaltada. Los sueños no se logran sin esfuerzo, sin echar el resto en su consecución como ha hecho ella. Nada supuso su caída en Pekin casi al final de la prueba, levantarse y volver a empezar es en todas las facetas de la vida el itinerario a seguir si la meta es firme.

Marta corrió su carrera de3.000/ obstáculos por un sueño y por España, por eso subió al podio y se adornó, nos adornó a todos, con la medalla de oro, por eso se abrazó a la bandera de España con amor fiel. Por española de bien ese abrazo y por católica fiel sus palabras: "Gracias a Dios, sin El no se puede conseguir nada".

Una vez más los buenos deportistas españoles nos enseñan su fe en Dios y en España.

Aunque este post esté desfasado en el tiempo, no podía dejar de felicitar a Marta Dominguez por creer en España y creer en Dios