Estos días de relajo, en cierto modo, forzoso, aunque nadie se lo crea me ha dado por releer algunos tramos del Quijote y es curioso, me he tropezado con algunas sentencias que me han hecho reflexionar. Especiámente me he detenido en las enseñanzas que Don Miguel de Cervantes pone en boca de nuestro Quijote cuando trata de instruir a Sancho; entre ellas me ha llamado la atención la siguiente:
"...Muéstrate piadoso y clemente porque, aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece el de la Misericordia que el de la Justicia"
Y en estos tiempos donde da la impresión que la Justicia terrena más que ciega se encuentra maniatada, he preferido `pasarla por alto y pensar unos momentos en esa Justicia divina que nos aguarda en el Juicio Final.
Este Juicio Universal no debe producirnos temor porque va a ser el juicio de la Verdad de la Historia, del bien que se haya hecho en el mundo, el bien universal y el bien que cada uno de nosotros hayamos llevado a cabo, la felicidad que supimos procurar a los demás.
Cuando se nos dice que "Al final de la vida te examinarán del amor," ese amor se traduce en hacer el bien. El amor no es una enteléquia, un sentimiento, una emoción ni una pasión, aunque algunos de estos elementos se encuentren en él, el AMOR es hacer el bien, en concreto, a todo ser humano, en la medida que nos corresponda. Ese bien espiritual y material ha de hacerse extensivo a todos, según la responsabilidad y capacidad de cada persona, de cada gobierno, de cada organismo y de cada persona que los integran.
El conocimiento de la existencia de ese Juicio Final, juicio de la VERDAD, sin tapujos, sin falsedades, es una llamada a la transcendencia de nuestra vida, a dar valor a lo que realmente lo tiene, a todo aquello que contribuya al bien de los que tenemos al lado y de todos aquellos que podamos abarcar con nuestro desprendimiento y generosidad, no sólo con los bienes materiales, sino con aquellas actitudes para los que precisan de nuestra compañía, nuestra comprensión, nuestra amabilidad.
Es cierto que la Misericordia de Dios resplandece más que la Justicia, pero ¿Quién se atreverá a pedir misericordia si él no la ha tenido con los demás? ¿con los inocentes degollados en el vientre de sus madres, con los ancianos abandonados, con los que se acelera su muerte por cualquier motivo egoista?
Ese será el Juicio de la Verdad de la Historia, de la Verdad de cada uno y pobre de aquel que haya derrochado, desperdiciado su posibilidad de hacer el BIEN.
LO ÚNICO QUE JESÚS HIZO Y HACE EN LA TIERRA, ES PASAR HACIENDO EL BIEN.
LO ÚNICO QUE SE NOS PIDE A NOSOTROS ES HACER EL BIEN.
PD/
Para todos los que me preguntáis por mi hija, quiero deciros que sigue su mejoría, pero con algunas leves complicaciones que impiden darle el alta.
VUESTRO INTERES Y ORACIONES SI QUE ES HACER EL BIEN.
9 comentarios:
Me alegro de la mejoría, a ver si termina de una vez esta racha. Sigo rezando. Un beso
Bendito sea Dios!!,cómo me alegro por Maria y por todos vosotros,porque cuando un pie duele, uno cojea, pero si ese pie es un hijo...cojea toda la casa...
En cuanto a tu post,pienso igual que tú: Dios es ante todo padre, un padre amoroso,yo comparo,pobre de mí, su Amor, con el regalo de la capacidad de amar que Él nos dio a las madres, y...
¿qué no perdona una madre?...
Un abrazón apretao!.
Quien iba a decir que el Quijote traería esas reflexiones que compartes con nosotros. Qué gozo da encontrar páginas como la tuya y la de tantos amigos donde el Amor adquiere su sentido pleno.
Siempre traen un suspiro de alivio y una acción de gracias las noticias de tu hija.Ánimo, sé que es agotador para todos vosotros. Un beso
Mª jesús: Muchas gracias por estar siempre pendiente. Están a punto de mandármela a casa y cree que tengo miedo, después de lo que nos pasó la primera vez.
Besitos
El Quijote siempre ha sido un pozo de sabiduría, y este blog es el mejor sitio para beber de esas benditas aguas que tu, transformas en amores. BESIÑOS.
sIGO rEZANDO.
JM: Es muy bonita esa comparación que haces con la capacidad de amar y perdonar de las madres, salvando las distancias, en grado infinito así será la misericordia de Dios.
Gracias por tus oraciones.
Un beso grande
Angelo: Muchas gracias, no sabes lo mucho que me ayudáis, no sé cómo hubiera ido esta segunda operación de mi hija sin vuestros ruegos, y los de todos, al Señor.
Es lo que tiene El Quijote, que da para mucho.
Besos a toda tu familia y uno especial para ti
Querido Arcendo: a ti también gracias constantes por tu perseverancia en los rezos.
No sé qué hubiera hecho sin estos apoyos.
Imagínate que hasta he recurrido al Quijote...
Besiños
Muchas gracias a todos.
Mi hija María es guerrillera como nadie.
Un fuerte abrazo
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