Por fin puedo sentarme con tranquilidad ante el teclado y la pantalla, ya que acabo de traerme el hospital al reino de mi hogar, que dicho sea de paso, no sé que es peor. Lo que importa es que ya parece, gracias a Dios y a vosotros hermanos, nos encontramos en plena recuperación, por partida doble.
Dicho esto, quiero comentar, siento no haber podido hacerlo antes, la impresión que me hizo la homilia del domingo pasado.
Ya sé que estamos a las puertas del Adviento, pero no quiero guardarme para mi lo que escuché y reflexioné porque me pareció muy acertado para lo que estamos viviendo:
LA IGLESIA NO QUIERE EL PODER PORQUE EL REINO DE CRISTO NO ES UN REINO DE PODER.
¿Qué quiere la Iglesia?
No quiere el poder, pero a lo que no va a renunciar es a la influencia en las personas para que vivan según el Evangelio.
La Iglesia desea que el Estado sea laico, pero la sociedad no tiene por qué ser laica. Por el contrario debe gozar de auténtica libertad para que cada miembro de esa sociedad pueda practicar el culto a Dios en la religión que profese.
La Iglesia, ateniéndose a la Constitución, desea que si España es mayoritáriamente católica, se deje libremente a los católicos practicar y hablar de su religión cuando quiera y donde quiera. Que no se permita ridiculizar lo referente al Papa, a la Religión Católica y a los católicos.
Ni el Papa ni la Iglesia quieren que ZP apruebe leyes dictadas por ellos, como acaba de decir en uno de sus mitines...
La Iglesia desea que no se formulen leyes que van contra el primer derecho humano y constitucional: El derecho a la vida, en su principio y en su final.
Y la Iglesia quiere también que se deje de perseguir y obstaculizar las prácticas religiosas en cualquier lugar propio de culto.
¿Cómo es la influencia de la Iglesia?
La Iglesia no impone nada, no es dominante ni dictatorial, se dirige al corazón de las personas para que con libertad acepten o rechacen el mensaje de Cristo en el Evangelio.
Por eso la Iglesia y los católicos que la forman, no van nunca a renunciar a hablar, sin imponer nada, sobre todo lo que al hombre le concierne, en cualquier terreno.
Cuando la Historia sea juzgada por Dios no va a juzgar a sus gobernantes por el grado de poder que haya tenido cada uno, sino por el bien que hayan hecho durante su gobierno, el servicio que hayan prestado a los ciudadanos.
LOS CIUDADANOS NO ESTAMOS PARA SERVIR AL ESTADO, ES EL ESTADO EL QUE ESTÁ PARA SERVIR A LOS CIUDADANOS.
Esto es algo que conviene recordar porque:
¿Quién paga al Estado?
9 comentarios:
Me alegro de que ya os encontréis en casa, es lo importante. Enhorabuena.
¡¡¡PLASS, PLASS, PLASS !!!
Me alegro de las mejorías.
Mucha paciencia. Un beso
Enhorabuena por la recuperación de tu hija y de tu nieto MIlitos.
En cuanto a los políticos yo empezaría por pagarles bastante menos, pedirles que se prepararan bastante más, y que trabajaran hasta los 65 como todo quisqui. Un beso¡
Esta entrada no tiene desperdicio, te feicito
saludos
Bien por la mejoría, es un regalo maravilloso, y por el resumen de la homilía. ¡Excelente!
Me alegra que estes más tranquila, aunque sea con el hospi en casa.
Mis oraciones por Mili. El Señor te siga sosteniendo.
Besos.
Hola querida Militos, me alegra todo lo bueno que te haya pasado.
Y desde luego nosotros pagamos al estado, pero parece que Zapatero de su bolsillo paga a los pensionistas y a los médicos de la SS.
Por cierto, creo que hoy es tu cumpleaños, Felicidades, y disfruta con los tuyos el finde :)
Mil besos...
Como siempre..., después de todos los avatares, AGUSTINA está al mejor nivel, CAÑÓN EN MANO Y ACERTADÍSIMA: ¡DONDE PONE EL OJO, PONE LA BALA!
Chapeau CAMPEONA.
BESIÑOS DE UN ALIADO
Querida Militos,con un día de retraso pero con todo mi cariño,¡¡Muchas felicidades por tu cumpleaños !! Me alegra que tu hija esté reponiéndose y Dios mediante se recupere totalmente.
Son mis deseos y ruego por ello.
Un gran y afectuoso beso de tu amiga Juliana
Publicar un comentario