EL DIABLO VA A LA UNIVERSIDAD

Es cierto que algunas noticias sería mejor pasarlas por alto, pues los protagonistas de las mismas lo único que buscan es saltar a los medios de comunicación de manera morbosa, ya que no cuentan con otros méritos para ser considerados como famosos. En el caso al que hoy me refiero no puedo callar, lo he intentado y la gripe me ayudó en un principio, pero ahora, a "toro pasado" tengo que hablar porque me ha herido de manera muy directa.

Conocí la mala noticia, como los demás, por los telediarios, pero además, no tardo nuestro amigo Bruce en hacérmela llegar por correo. Se lo agradezco mucho porque ha sido como el espaldarazo para tocar este tema.

Correo de Bruce:

Unos 70 gamberros irrumpen en el templo de Somosaguas 

Con las tetas al aire en la capilla de la Universidad Complutense:

Varias chicas se desnudaron de cintura para arriba entre los aplausos y vítores del grupo

Las paredes y puertas del recinto aparecieron llenas de pintadas con más improperios hacia la religión católica

El mal gusto y la depravación se han instalado en la Universidad Complutense. Este 10 de marzo de 2011, hacia la una de la tarde, un numeroso grupo de chicos y chicas entró en la capilla del campus de Somosaguas y tras leer en voz alta sus críticas hacia la Iglesia Católica y proferir insultos contra el clero, varias de las jóvenes, rodeando el altar, se desnudaron de cintura para arriba entre los aplausos y vítores del resto de los gamberros.
Una alumna, esta sí, de Económicas que, en esos momentos, rezaba en la iglesia, cuenta que dos de las gamberras, ya sin ropa, «hicieron alarde de su tendencia homosexual».
Escribe María Isabel Serrano en ABC, que los responsables religiosos de este templo universitario tienen intención de interponer una denuncia en la comisaría de Policía de Pozuelo de Alarcón, municipio al que pertenece este campus de la Universidad Complutense (UCM).
Los ataques a esta capilla no son nuevos. A principios de esta semana, las paredes y puertas del recinto aparecieron llenas de pintadas con más improperios hacia la religión católica.

Yo no puedo considerarlo una simple gamberrada, es mucha coincidencia que estos actos vandálicos estén ocurriendo últimamente en nuestras universidades, como no hace mucho en la de Barcelona, donde la única solución tomada por el Rector de la misma fue la de cerrar la Capilla que gracias a Dios, volvió a abrirse, cómo si los asaltos a bancos u otras entidades se solucionaran cerrando todo en lugar de perseguir y castigar a los culpables.

 Para mi la Universidad fue y debe ser un lugar selecto, el templo del saber y no una plataforma maxificada donde se apunta a todo quisqui que no tiene otra cosa que hacer por falta de trabajos o entretenimientos. No estoy en contra de que los estudios universitarios estén al alcance de todos, pero si me opongo, aunque esto no sirva para nada, a que sea  centro de desmanes y mucho menos a que se intente privar, a los que lo deseen, de prácticas conforme a la fe que profesan.

Sí, el diablo, el que existe dentro y fuera del hombre con una existencia real, va a la Universidad. 

Se vale de la ignorancia de muchos, de la frialdad de los que están obligados a poner en práctica su autoridad, Rectores y Decanos, contra estos ataques a la libertad de profesar y practicar la religión que le venga en gana a cada alumno y sobre todo, el diablo está   en esas fuerzas ocultas que por todos los medios intentan que la Religión Católica desaparezca de la vida pública y se refugie en las sacristias.

¿Se imagina alguién estas ocurrencias blasfemantes dentro de alguna de las muchas mezquitas instauradas en España?

Estas cosas me duelen de manera especial porque, en contraposición, me traen los maravillosos recuerdos de mi época universitaria donde fui plenamente feliz, a pesar de las reservas que tenía por los prejuicios que la educación de aquella época nos había inculcado. Comprendo que hay que adaptarse a los tiempos, pero no puedo por menos de añorar aquel ambiente de respeto, compañerismo y amistad que encontré en aquellas aulas universitarias, durante los cursos 1957/60, cuando éramos unas nueve o diez chicas las que estudiábamos Económicas entre miriádas de chicos.

Nunca tuve mejores amigos en mi vida, superados únicamente por los que tengo ahora en este nuevo mundo del saber bloguero.

¡¡¡ GRACIAS  AMIGOS !!!