Ya llegó mi noviembre temido, el de los días cortos, el de la bruma, sin embargo, hoy mi despertar no es de niebla. Abro los ojos, Señor, y te veo sentado al borde de mi cama, como la madre amorosa que despierta a sus hijos cada mañana.
GRACIAS
Gracias, Jesús por abrirme al nuevo día, por otorgarme otro amanecer.
Gracias porque la alegría de tu mirada me invita a disfrutar de la vida; el aliento de tu boca me anima a emprender el duelo diario entre el Bien y el mal.
Gracias por el Sol y por la lluvia, porque me das la mano en medio de la bruma. Gracias por estar al borde de mi cama y mover mi cuerpo y mi alma a levantarse.
Gracias porque en esta aventura de la vida nunca me dejaste sola.
Haz, Señor, que, cuando ya no pueda abrir los ojos corporales, pueda verte también al borde de mi sepultura, coge mi mano como hoy y llévame de las tinieblas al Reino de la Luz.
Gracias, porque verte al borde de mi cama cuando abro los ojos es el mejor resorte para levantarme y emprender el camino diario..., a la búsqueda de mis hermanos.
Ya voy, Señor, ya voy..., entiendo tu prisa,
hay tanto por hacer.
4 comentarios:
Amén!!
Gracias Mili!!
Saludos en Jesús y María.
Aquí en mi tierra los meses de septiembre, octubre y noviembre para mí son los mejores. Ni calor y sus sofocos, ni frío y tiriteras.
¿Que llueve? no pasa nada, el agua es buena.
¡Ay si no fuera por ese empujón diario!
Gracias por meditar en voz alta Militos.
Un abrazo.
¡¡¡¡ AMÉN !!!!
querida amiga y hermana en la Fe y en el caminar hacia el Padre Amoroso; te dejo un enlace que va con este precioso post/oración, que lo disfrutes:
http://youtu.be/uvLoYFpi93s
Besiños.
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