¿PRUDENCIA O COBARDÍA?

Con gran dolor de mi corazón, tengo que reconocer que sólo Rosa Diez de UPYD, tiene la valentía y el coraje de llamar a las cosas por su nombre. Tristemente yo no puedo votarla porque su ideario no coincide con el mío, precisamente en esos principios inalienables a los que nunca renunciaría, entre ellos el Derecho a la Vida, Escucharla en el Congreso es como una sacudida a las conciencias de algunos diputados que parece están dormidos o adocenados.  En algunas cuestiones hay que hablar como habla ella, sin paños calientes.

Ayer, sin ir más lejos, creo que el nuevo Ministro del Interior, señor Fernández, metió la pata, no sé si deliberádamente, con su afirmación de que el terrorismo tiene también una dimensión política. Para eso ya teníamos a Zapatero, para este viaje no hacían falta nuevas alforjas. Qué más querían los etarras, hoy su diario, el Gara se congratulaba de este reconocimiento. ¿Pues no es lo que has estado persiguiendo con sus crímenes? ¿No lo han definido, por activa y por pasiva, como un conflicto político? ¿Donde quedan los sentimientos y el dolor de las víctimas? ¿Dónde el honor de los españoles?

Señor Ministro, nos ha decepcionado a muchos españoles que hemos votado al PP, precísamente a los que abogamos por la Justicia ¿Qué vendrá ahora: ¿una amnistía encubierta al verificar individualmente los procesos de etarras encarcelados? ¿Un seguir contemplando a los asesinos sentados en el Congreso y en las Instituciones porque se ha llegado al acuerdo de no renovar inmediátamnete el Tribunal Constitucional?.

Me adhiero a la respuesta de la diputada Rosa Diez cuando usted apeló a la prudencia:  "Lo que usted llama prudencia, yo podría llamarlo cobardía."  ¿No puede el gobierno aplicar los elementos legales de un Estado de Derecho para expulsar de las instituciones democráticas a quienes no creen en la Democracia?

HUMANISMO  CRISTIANO

Siento pena y verguenza por España y los españoles por estas tropelías que no son nimiedades   ni frases sueltas que se olvidan y van a la papelera, sino agarraderas para torcer el rumbo de un país que siempre fue grande. Y una se echa a temblar cuando escucha propuestas para cambiar los estatutos del partido al que muchos votamos con reservas.

 Dicen algunas voces que el proyecto  no saldrá adelante y que siempre han respetado la Religión Católica, pero cuando algunos, dentro del PP, proponen cambiar CRISTIANO por  OCCIDENTAL, se siente como un repelús, como un crugir de huesos. No es igual, aunque debería ser porque ¿Qué sería occidente sin sus raices cristianas? Que un partido se fundamente en el Humanismo Cristiano o en el Humanismo Occidental, no puede ser igual, huele demasiado a los derroteros laicistas de los que el gobierno socialista nos ha dejado claras y dolorosas  muestras.

Vuelvo a repetir:  para eso ya teníamos a Zapatero. 

PD/ HAZTE  OIR, ya está recogiendo firmas contra esa propuesta.

Más vale adelantarse.