EL SEÑOR HA ESTADO GRANDE...

 

 

"El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres." (Salmo 125)

Estoy alegre, Señor, porque tu grandeza te llevó a crearme a tu imagen y semejanza y por esa semejanza me has dado una vida trascendente que no perece en un corto espacio de tiempo, si pereciera no sería a semejanza tuya que eres eterno. Llegaré a esa eternidad cuando lo caduco haya pasado. ¿No es para estar alegre saber que al hacerme a tu semejanza no pereceré nunca?

 

Estoy alegre, Señor, porque además de esa vida trascendente, me has dado algo tan grande como tu perdón y tu misericordia. Soy débil, lo reconozco, me cuesta estar a la altura de esa imagen tuya, sé que puedo caer en cualquier momento, en cuanto baje la guardia, pero también sé que Tú lo sabes, que Tú me conoces portentosamente, que cuentas con mis pecados y mis tonterías para salvarme  y por eso tu misericordia y tu perdón me levantarán de nuevo cuando me arrepienta.

 

Estoy alegre, Señor, porque, como al ciego Bartimeo, me has dado la fe  en el Bautismo, a él se la diste al abrir sus ojos a la luz,  "Tu fe te ha curado"ese fue su Bautismo. Con esa fe le hiciste discípulo tuyo y no dudó en seguirte por los caminos. Como él quiero soltar mi manto  y todo lo que me retiene al borde del camino para ser tu discípula, para seguirte, para hacer que otros vean, para llevarles esta alegría que hoy me rebosa, la alegría de saber que no moriremos nunca, que nuestra vida es eterna porque nos diste una vida trascendente, nos creaste a tu imagen y semejanza.

 

"El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres"