"Sin la música, el mundo sería un terrible lugar"
Claudio Abbado
Claudio Abbado, director de orquesta
El pasado lunes me entristeció la noticia de la muerte de este gran director de orquesta, no es uno más, puede que ocurra lo mismo con todos, ya que la dirección musical no es obra de una técnica uniforme, sino que una orquesta da lo mejor de sí, lo más sublime, cuando una mano magistral la conduce y une a sus miembros dentro de la diversidad de instrumentos y personas.
No es uno más para mi porque llegué a seguirle y a ser devota de su música, a través de ese cuadro pintado y regalado por mi hermana Carmina, del que ya he hablado muchas veces, no lo puedo remediar, me toca el alma, de tal manera que el propio Arcendo me dedicó en su blog algunos videos suyos.
Como éstos:
La petición especial de Abbado era que no le llamasen maestro, pero el mundo de la Música Clásica quiso otorgarle ese título que nunca le sería arrebatado, no sólo por su innata maestría al dirigirla, sino también por su dedicación y afán de darla a conocer y llevarla a todos los rincones del mundo.
Claudio Abbado, hijo de una familia de músicos, su padre violinista y madre pianista, nació en Milán en el 26 de junio de 1933. Estudió piano con su padre Michelangelo Abbado y Carlo María Giulini, no tardando en emigrar a Viena para completar sus estudios de dirección con Hans Swaroski. Debutó como Director en 1960 en La Scala de Milán durante un homenaje al músico Scarlatti, siendo nombrado Director de la Orquesta en el año 1968 manteniendo su cargo hasta 1986.
En 1971 pasó a ser Director de la Orquesta filarmónica de Viena y desde 1986 hasta 1991 de la Staatsopede de la capital austriaca, habiendo desempeñado el mismo cargo durante su carrera en la orquesta Filarmónica de Berlín y de la Sinfónica de Londres
Después de obtener varios e importantes premios en Estados Unidos e Italia, en el año 1965, apadrinado por Karajan dirigió la Sinfonía número 2 de Mahler, su compositor favorito, con la Orquesta Filarmónica de Viena en el Festival de Salzburgo. Con ello fue reconocido de manera indiscutible como gran Director de orquesta y de ópera. Al fallecer Herbert Von Karajan, en 1989, Abbado pasó a ser, según público y críticos. "El mejor Director de Orquesta del Mundo," recibiendo como tal un premio del diario británico Financial Times.
Claudio Abbado no se limitó a ejercer su gran vocación musical, sino que supo impulsar y fomentar la música como vehículo cultural también entre los jóvenes. Así creó la Orquesta Juvenil Gustav Mahler y la Filarmónica de la Comunidad Europea en 1978. Tras realizar varios viajes por Hispanoamérica, no dudó en ejercer de mecenas espiritual y musical de la orquesta juvenil Simón Bolívar de aquellas tierras.
CALIDAD HUMANA
Claudio Abbado no sólo destacó por su amor a la Música Clásica ni por su inspirada batuta a la hora de dirigir la orquesta, sino también por su calidad humana. Muy conocido es su amor a la Naturaleza. Preocupado siempre por el medio ambiente, sorprendió a los periodistas con su respuesta a la pregunta de si algún día volvería a dirigir la Orquesta de La Scala:
"Por supuesto que lo haría, si me pagaran plantando 90.000 árboles"
Ha fallecido a los 80 años de edad en Bolonia, superadas dos operaciones de Cáncer de estómago, la primera en el año 2.000 y la segunda en el 2010, después de las cuales volvió a su gran pasión, la música. En España dirigió en el año 2008 la ópera Fidelio en el Teatro Real de Madrid y en el año 2013, invitado por Ibermúsica dio conciertos en Zaragoza y en el Auditorio Nacional de Música de Madrid.
El pasado 30 de agosto fue nombrado Senador Vitalicio de Italia, legando su sueldo a la Escuela de Música de Fiésole, pequeña localidad del centro de Italia para fomentar el estudio y práctica de la Música Clásica.
Entre sus muchos premios y galardones, como la Medalla Mozart (1971). medalla Mahler (1992), la Gran Cruz del Mérito de la República Federal Alemana, Caballero de la Gran Croce Italiana y de la Cruz de la Legión Francesa, fue galardonado con la medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid (2010) y el Premio Don Juan de Borbón de la Música (2011).
Nunca desaparecerá su recuerdo como hombre y como virtuoso de la Música Clásica a la que entregó lo mejor de su vida.
DIOS LE TENGA EN SU GLORIA
"Adiagietto", Sinfonía Nº 5, Gustav Mahler
PD/ Cómo me hubiera gustado que Arcendo escribiera este post.
¿No echáis de menos sus fines de semana musicales?
3 comentarios:
Me encanta, parece que no está cuando dirige, elegante. Descanse en Paz.
Gracias por la música y el cuadro, tiene un gesto muy típico.
Es verdad, Militos, la música es muy buena compañera, y los fines de semana musicales eran una delicia, con muy buena música siempre. Descubrí a Bruce, y las canciones de Elvis que ponía y no conocía...¿de dónde sacaría tiempo?, una gracia...
Un beso, volveré a escuchar a Mahler...
Lo que sé Mili que este artista sigue haciendo musica en el cielo....fué un maestro en lo suyo y muy sencillo. La musica es el lenguaje de Dios, los tonos los domina divinamente..y hace acogedora la Verdad tan dificil de aceptar a veces.....
Un formidable musico y lo tendré en cuenta en mis oraciones
Descanse en Paz.
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