MARTES CON ARCENDO. SIEMPRE MARIANO

 

Pasada la fiesta grande de la Inmaculada quedan otros días de diciembre  para seguir festejando a nuestra Madre y entre ellos he querido elegir uno tan señalado como el del día 12, festividad de Nuestra señora de Guadalupe y como es natural celebrarlo con el Capitán, por esa devoción tan especial que tenía a esta advocación mariana y porque deseo que todos recordemos ese día a sus dos grandes amores que tanto le echaran de menos en esa fecha y siempre.

 

Desde este humilde blog quiero felicitar a Guadalupe madre, esposa de Arcendo, y Guadalupe hija. Os animo a felicitarlas en La Hoja del Arce y rezar muy especialmente por ellas el próximo viernes, 12.

 

Aviso para Rosa: He vuelto a leer tu comentario de aquel día y me he quedado "clavada" en él, creo que ahí nació nuestra amistad. Sé que te vas a volver emocionar con esta entrada, cuidado con el "patatús" del alma.

Dos años han pasado ya desde que leímos estas líneas suyas y seguimos sin hacernos a la idea de su ausencia.

 

Cuando Arcendo publicó este post, 11 de diciembre de 2012, pensaba que le operarían el 18, pero todo se retrasó hasta enero, de todas formas no cuesta imaginar lo que llevaría dentro de  su alma esos días.

 

EL DIA DE MI REINA

Preludio de la Natividad, llega a nosotros una de esas fiestas que cualquier cristiano, cualquier hijo, no puede dejar pasar.  Es la festividad de Nuestra querida Señora de Guadalupe.

En mi caso y en mi casa, la guadalupana es fiesta de buen arraigo. Mis ancestros mexicanos, ya me pegaron el cariño a la Virgen morena. Pero es que, además las dos mujeres que me sostienen en estos momentos de mi vida, llevan su precioso nombre.

Es un cariño muy hondo y especial el que tengo por Nuestra Madre del Tepeyac. Siempre ha sido así, mi padre que vivió sus años de juventud en México DF., pintó muchas versiones de la bendita tilma, la más bonita de esas reproducciones, preside y gobierna, ahora mi hogar desde el sitio más preferente. Yo no paro de decirle piropos, y ELLA no cesa de acogerme con una protección maternal que siento en cada momento. Continuamente escucho, "No temas, no ves, que estoy aquí, que soy tu Madre"...

Son muchos años ya con esto de los blogs, creo que poco a poco he ido madurando. Me he vuelto más mariano. Estar cerquita de la Virgen, nos empequeñece como niños, pero nos ensancha el alma. Sin embargo, de todo este tiempo de bloguero empedernido, fue el otro día, cuando recibí una de las más grandes alegrías.

Una hermana mía, ROSA, capitana de varios blogs, entre otros de la interesantísima bitácora "Cocina y cultura", me hizo un comentario que realmente me emocionó. Reproduzco su aportación integramente para que lo comprendáis:

"De este blog siempre se sale rezando ¡qué bonito! No rezo mucho el Rosario, pero tantas veces nos lo recuerdas, que es imposible no hacerlo... Muchas gracias."

No, querida Rosa, en todo caso gracias a tí, que me alegras tanto. Querida Rosa, sin conocerte personalmente, te quiero mucho. Este comentario tuyo, me indica que estoy en la trayectoria buena. Si, ya sé que la idea del Rosario bloguero, no es mía; no me la quiero apropiar, no me corresponde quitar el mérito a mi amigo Angelo. Mi intención solo ha sido siempre recordar la cita, incitar al cariño a la Madre. Por eso, si lo he -medio- conseguido, me pongo muy contento.

Si después de todos estos años blogueriles, he conseguido que -al menos- una persona se plantee rezar el rosario a través de mi constante insistencia mariana, me siento, sinceramente muy satisfecho.. Cuantos más hermanos estemos reunidos alrededor de la Madre, más fuertes seremos. Mejor estaremos. Mejores seremos.

Me encanta, al tiempo que me asombra como la Divina Providencia hace las cosas.

La cantidad de fiestas en honor a la Virgen que rodean al mes donde vamos a celebrar el Nacimiento de Nuestro DIOS...., me hacen pensar que la disposición del santoral en el calendario tiene su punto providencial. Nada es porque sí. En cualquier caso, en una fecha tan señalada como este 12/12/12..., cae la gozosísima fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, mi Reina, a la que quiero y pido hoy su protección, para mí, para mi familia y para todos los míos.

Bajo su milagroso manto, tan humildes y asombrados como el bendito indiecito San Juan Diego, nos ponemos. Su protección pedimos. En Ella, poder suplicante, confiamos.

Quiero Madre,

sentir tu mensaje.

Refugiarme, en tu amor.

...

Quiero abrazar, tu profecía.

Rezar el Rosario, en romería

Meditar, los misterios de tu vida.

Alabar, a Dios, en tu compañía.

...

Madre mía,

que tu amor florezca;

como la tilma,

en mi camino de cada día.

...

Limpia mi alma,

con tu manto Virginal.

Así podré, unirme a tu Hijo;

en Ardiente Caridad.

AMEN.

*         *         *

Pdta. Para Rosa y para quienes no lo hayan escuchado nunca, propongo hoy, un vídeo excepcional. Se trata del ameno, pero impresionante, testimonio sobre EL ROSARIO de Manuel Capetillo, torero, hijo de torero, actor, mexicano y por lo tanto, muy guadalupano. Este vídeo es uno de los preferidos del autor de esta HOJA.  A mí, cada vez que lo veo me empuja y además pienso que, seguramente, ha movido muchas almas, ha acercado a muchos al cariño de la Madre, a través de su oración predilecta. No dejéis de verlo.