MARTES CON ARCENDO, UN NUEVO AÑO

 

 

 

Como la última felicitación del Capitán ya la publiqué el pasado año, hoy os dejo la que redactó para el 2012, muy reveladora de su propia alma, sencilla, natural y sin complicaciones rebuscadas. Así era Arcendo...  Lo que intentaba  transmitir y aún nos transmite a los que seguimos leyendo su Hoja, no es ni más ni menos que la búsqueda de esa unidad de vida en todas las áreas y situaciones que se nos presenten como hombres y mujeres cristianos, como Hijos de  Dios que no pueden dividir su vida en múltiples compartimentos estancos con el fin de dejar entrar a Dios en unos, pero no en otros.

Somos Hijos de un Dios que es UNO y SIMPLE y todos hemos de tender a ese objetivo.

 

Os recomiendo también que veáis el video, donde se muestra como lo bueno que cada uno hace por los demás se convierte en una cadena ininterrumpida de favores entre unos y otros, (si recordáis así se titulaba una buena película de hace algún tiempo) que repercuten en el bien de todos.

 

 Viernes, 30 de diciembre de 2011

UNA CADENA DE GESTOS DE BONDAD

Mi estado de ánimo, aunque no lo parezca, es de Paz.

Independientemente de mi salud y a pesar de todo, no estoy mal. No quiero dar la apariencia de tristeza o desaliento, porque no es exacta.
Si echo la vista atrás y recuerdo a los que me faltan, me vienen mis penitas como a todo el mundo, pero tengo también muchos motivos para la esperanza y por lo tanto muchas razones para la felicidad.

De todos modos, esa misma paz, que tengo y que es cierta, ni es apatía, ni resignación…, es una paz buscada, luchada día a día, una paz en estado de alerta constante, una paz que he de cuidar como un tesoro, porque está anclada en DIOS.

En este último post de este agónico 2011, os quiero contagiar de esa PAZ, traducida en AMOR sincero y leal a todos los que habéis pasado por aquí este año y también por los que me acompañaréis, DIOS mediante, los próximos meses.

Esa misma paz, esa alegría, esa esperanza es la que también debo y os quiero agradecer a todos vosotros, mis amigos. Una paz de la que vosotros habéis sido agentes efectivos, una paz echa de pequeños gestos que provocan grandes sentimientos, todos esos..., que me habéis regalado con vuestras visitas y vuestro constante cariño.

Así, la cadena, vuelve a su origen y vuelve de nuevo a rodar… en un ciclo interminable, ETERNO.

Gracias por vuestra compañía, FELIZ Y SANTO AÑO NUEVO