miércoles, 5 de julio de 2017

MIÉRCOLES CON ARCENDO, ELLA


DEFENSORA DE OFICIO


Levantarse y desayunar echando un vistazo a la prensa es un hábito que debería ser desterrado; a la vista de ciertas noticias, es como volverse a la cama, taparse hasta la cabeza y no salir del catre, hasta que no pase el temporal.
Incendios, guerras, enfrentamientos, bancos buenos y malos, crisis, paro... etc., etc., etc... Así todos los días y si encima hacemos caso de lo que pronostica el millonetis papito Miguel Bosé ("El 15M va a tomar las riendas de este país"),  ¡apaga y vamonos!..., todavía podría ser peor.

La debacle es universal, eso a nadie se le escapa. El otro día dábamos cuenta en este blog del desmadre blasfemo en las noches ibicencas, recogido por el diario EL MUNDO (ver enlace); y hoy me quiero parar en otro despropósito que ha tenido lugar al otro lado del charco Atlántico. En Brasil, se acaba de celebrar un trimonio, un matrimonio entre tres individuos, un hombre y dos mujeres, y a esa aberración la bautizan con el eufemístico apelativo de -unión poliafectiva- (ver enlace). No es que uno se asuste de nada, tan solo que se recuerda con cierto desasosiego que estas cosas ya ocurrían hace siglos en las extintas Sodoma y Gomorra.

Da la impresión de que vamos tan rápido que nos hemos pasado siete pueblos. De que estamos ya, dando la vuelta a nuestro propio pasado, pero al peor de todos. El mundo gira desenfrenado, más veloz, mucho más, que la tierra sobre su eje, que la tierra en su órbita. El tránsito entre el antes y el después, de suyo fugaz, es estimulado en su trepidación. Construimos trenes velocísimos, aviones supersónicos..., aparatos increíbles para ir arañando minutos a las distancias, porque entre la partida y la llegada todo es angustia por llegar y poder así seguir huyendo. Así es el mundo actual, en permanente fuga de sí mismo y de Dios.
Pareciera que se ha hecho todavía mayor la oscuridad en las inteligencias humanas, la confusión es cada vez más grande, la disparidad babélica, incluso entre los cristianos ha dado un estirón..., que parece insalvable. Y es que hasta los cristianos somos culpables, ¡también nosotros!, tantas veces, nos dejamos atrapar por ese voraz y contagioso vértigo, que nos impide hasta pensar.

Efectivamente cuando veo las noticias..., pienso que ya solo una cosa nos puede salvar: La devoción a Nuestra Madre, nuestra principal valedora, nuestra abogada, la corredentora. Nada que su Madre le pida, va a ser desoído.
La Virgen, María Santísima, ha sido, desde los albores de la vieja España, el objeto de nuestros amores más delicados y más guerreros. Con los versos del zaragozano, Aurelio Prudencio, uno de los mejores poetas cristianos de la Antigüedad, yo la imploro ahora, en estos momentos oscuros:

Porque habiendo merecido ser Madre de Dios, la Virgen triunfa de toda ponzoña, mientras la serpiente yace innoble y a sus plantas enroscada, verde como el césped sobre el que arroja inútilmente su veneno…

Son las dos menos cuarto, y vuelvo algo entristecido de la calle, pensando en toda esta cosa neopagana. Por la mañana leía todas esas malas noticias donde en muchos lugares del mundo, se sentía el miedo y la desesperanza. Mi tristeza de hoy, solo puede ser consolada por mi Madre.
 
Por eso, ante esta tromba de maldades, solo puedo hacer una cosa, dejar todo en manos de MARIA, para que esa poderosa abogada, pueda aplacar el terrible juicio de DIOS, que nos estamos empezando a merecer. Por eso ahora me limitaré a rezar el Rosario, con toda la devoción

1 comentario:

Rosa dijo...

Yo también me limitaré ahora a rezar el Rosario con toda devoción.

Querida Militos, ¡besiños del alma!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...