AVISO:
Este post debía ser publicado en mi otro blog porque es donde escribo más intimidades, pero como soy conciente de lo desgarrada que fue mi entrada de ayer, quiero traeros un poco de la calma que hoy me proporcionaron el Mar y nuestra Stella Maris.
¡Dios mío, Dios mío, cómo me entiendes!
Este post debía ser publicado en mi otro blog porque es donde escribo más intimidades, pero como soy conciente de lo desgarrada que fue mi entrada de ayer, quiero traeros un poco de la calma que hoy me proporcionaron el Mar y nuestra Stella Maris.
¡Dios mío, Dios mío, cómo me entiendes!
El Mar que estaba necesitando era el de hoy. Ancho, ancho y sin fin. En calma, sin olas. De agua limpia, transparente. Hasta los peces se dejaban ver. Dos pescadores de caña alta, cordel largo, aguardaban con paciencia la hora del anzuelo. No necesitaba oleaje, la marea tan baja, como el ánimo que me acercó a él, ya había expulsado sobre la arena una franja obscura y viscosa de algas y porquería, a lo largo de la playa toda. Las elevadas olas del día anterios fueron imprescindibles para vaciar los dañados intestinos de la Mar
Y ahí en su calma y en la porquería arrojada, aunque parezca absurdo volvió a mí la paz. La misma que perdí la noche pasada cuando la Guerrera de la Luz y su Lucha de Titanes, puso en pie de guerra todo mi ser. Una guerra que necesitaba para arrojar, como el mar a la playa, a la cara de todos los implicados la repugnancia que me provoca cualquier ABORTO, por muy falsamente justificado que se encuentre, dentro de supuestos legales, que para más delito, ya están dando los pasos necesarios con los que se podrá asesinar, a los no nacidos, de manera impune y con toda libertad.
¡Dios mío, Dios mío! ¿Te he dado gracias alguna vez por el Mar?
En calma mi exaltación, tomé la novela recién comprada, Muerte entre poetas, para leer orillada al agua. Por lo general, siempre he preferido los finalistas a los premiados por el Planeta. También he de reconocer que últimamente no he leído a unos ni a otros. Con la primera página entreabierta y no pude leer. Imposible despegar mis ojos del horizonte ni de las aguas profundas. Al mirar comprendí que en ellas se ocultaban lecturas e historias más argumentadas que en cualquier libro
Y en esa contemplación el grito de ayer fue oración:
Virgen querida, perdóname porque he dudado. El mar, tus rosarios y el largo paseo por la playa solitaria me han descubierto que los planes de Dios son a largo plazo. Mientras... Mater Vitae, como te llamó Seneka en un comentario a mi post, ayúdanos a pasar por la suciedad maloliente, acumulada en la tierra sin mancharnos. Para que podamos algun día, cuando El lo quiera, llegar a tu regazo, pero no mentalmente como ahora lo estamos, sino de manera física y permanente.
Santa Maria, Mater Vitae, ora pro nobis, ora pro eis.
14 comentarios:
Con tantas malas noticias es de agradecer un poco de calma y lectura agradable, esto está a punto de estallar, me recuerda a los peores días del gobierno González.
Saludos
Como bien dice el Caballero :) siempre viene bien leer algo agradable. No conocía vuestro blog y me encantó. Os enlacé en el mío y espero que me visitéis. Saludos!!
Que la Estrella de los Mares, nos ayude a remar mar adentro, sin miedo y sin descanso, como haces tu querida marinera mayor. Besos.
¡¡Acabo de ver que eres finalista en el concurso de Carrero!. Ya volví a votar por tí.
Besos.
A veces nos sentimos como la marea con olas profundas que van y vienen y no podemos llegar a sentirnos de otra manera porque las circunstancias de la vida nos hace que seamos así, yo muchas veces, me he llegado a sentir como una ola.
Te mando un beso muy grande y te deseo una feliz tarde Militos.
No sabes que envidia me das, pudiendo estar junto al mar.
Es una de mis ilusiones...
Aquí, en la estepa Madrileña todo es mucho más frío, sin apenas un rincón donde estar en silencio, donde parar...el caos de la gran ciudad.
Un post precioso...al que de alguna manera me siento unida y le dedico, aunque sea, este minuto de paz.
Un abrazo
caballerozp: Es lo que deseaba, un poco de respiro en medio de tanto agobio. Un abrazo
Hernandez: me alegro mucho de conocerte, por supuesto que te visito y te enlazo también.
Aunque tengo a algunos hijos de contribuyentes, la verdad es que sólo una de ellas ha ejercido una vez.
Saludos
Maria: tienes razón hay situaciones que nos convierten en olas que van y vienen. Por eso es tan importante nadar contracorriente y con todas nuestras fuerzas para llegar a buen puerto.
gracias por tu visita.
Un beso grande
Gracias Arcendo por confiar en mí y presentarme de candidata al premio ce JE.carrero.
la próxima vez me nominas para la Casa Blanca, que tengo ganas de vérmelas con Obama ¿vale?
Y sí, Nuestra Estrella de los Mares nos guiará "hasta el infinito y más allá".
Un beso
Querida Militos, siempre el mar, la mar, la que con su eterno movimiento todo lo purifica y en esta ocasión ha sido como un bálsamo para olvidarnos un poco de esas fotografías que tanto herían los sentimientos aun sabiendo, a pesar de todo, que eran necesarias.
Un beso.
Así es querido Terly: "una de cal y otra de arena", o mejor de Mar que tanto nos gusta a los dos.
me alegro que reconozcas que las fotos eran necesarias.
Un beso
También necesito la calma del mar. Este año no hemos ido al mar y todavía no descarto la idea de acercarnos en Navidad. Puede que sea un sueño, pero es bonito soñar.
Un beso
maría Jesús
MARÍA JESÚS: OS DESEO QUE PODÁIS REALIZAR ESE SUEÑO DE MAR. A mí estos días en San juan me han venido como llovidos del cielo.
Un beso
Dios es más grande que el mal y que todos los panaderos, carpinteros y zapateros juntos.
¡Arriba los corazones!
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