GRATIAS TIBI DEUS.....

Empiezo la semana, dándote gracias, Señor mío y Dios mío, porque hoy abrí los ojos, Señor, con ese  gran deseo de darte gracias; me he dado cuenta, Tú lo has hecho, de que no lo hago con la frecuencia que debiera. Perdóname, Señor ¿Ves? de pedir perdón si  me acuerdo más, como también de pedir gracias y bienes para todos, siempre están en mi boca las peticiones y los perdones ¿Y las gracias? Ese comportarse como aconsejaba San Josemaría:

"Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. _Porque te da esto y lo otro_ Porque te han despreciado._porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes.

Porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre nuestra._ Porque creó el Sol y la Luna y aquel animal y aquella planta._Porque hizo a aquel hombre elocuente y a tí te hizo premioso...

Dale gracias por todo porque todo es bueno"

(Camino_ 268)

Ahora que está recien empezado el año, hice un repaso,  del 2011 pasado, de cómo nos fue, de como me he portado, de victorias y fracasos, de arrepentimientos y propósitos..., pero sé que me falta agradecerte de todo corazón el año que terminó, porque  mi familia, yo y todos los que conozco lo hemos superado; porque seguimos aquí según tu voluntad; por todos los beneficios que a cada uno nos has concedido, también los que desconocemos y que seguro son innumerables; por los apostolados que, con tu asistencia, se hicieron  en el mundo; por la gracia y fuerza que concedes a tantas personas para que den testimonio de tí a costa de sus vidas; por la Iglesia y el Papa que nos hacen caminar, Señor, a tu paso, siguiendo tu camino.

Gracias por la Jornada Mundial de la Juventud, siempre actual y siempre presente; reconozco, Dios mío que fueron días de exaltación y admiración, pero que con eso no basta, que no hemos elevado los ojos a ti para agradecértelo como  mereces y para actuar según los dones que España,  el mundo entero y cada uno de nosotros recibimos con su celebración.

Gracias, Señor, por todo y por cada ayuda y beneficio concreto que nos diste, me diste, en el pasado año. perdona mi torpeza, mi tardanza en reaccionar, en agradecer, perdona mi falta de amor.

Gracias, Padre y Señor mío, por esos momentos  de angustia en que  sólo con un : ¡Dios mío!  todo ahogo queda superado.

Gracias Señor, porque hoy, al abrir los ojos,  has hecho que viera y comprendiera como siempre has estado en medio de la locura de mi vida, auténtica locura que me has hecho vivir día a día, con serenidad, con naturalidad, sin darme cuenta de que lo era.

Ahora me voy, a seguir viviéndola contigo cerca, tan cerca que no sé donde acaba mi yo y empieza el tuyo, Señor de Cielo y Tierra, Señor de todos los amores.

¡¡¡GRATIAS  TIBI  DEUS, GRATIAS  TIBI!!!