EL PAPA NO DIMITE

El día 22  de febrero, además de iniciarse, este año, la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza, celebra la Iglesia la Cátedra de San Pedro.

La palabra cátedra significa: trono, asiento, sede;  de ella se deriva el vocablo Catedral porque es el asiento o sede desde la que el Obispo gobierna su diócesis. De tal manera que la que llamamos Santa Sede, es la Sede  del Obispo de Roma, el Papa, desde donde gobierna la Iglesia por mandato de Cristo.

Esta festividad de la Cátedra de San Pedro se conmemora en Roma desde el siglo IV `para dar gracias a Dios por la misión confiada a Pedro, y a sus sucesores, para que confirmara y guiara a la Iglesia en la unidad de la fe. No es un cargo dado por el hombre, sino que llega directamente, sin interrupción desde el primer Papa, ´San Pedro, al elegido en el último Cónclave, Benedicto XVI.  

La primera Cátedra o Sede fue en el Cenáculo, en Jerusalén, donde, dice Benedicto XVI, que en aquella sala, donde también María, Madre de Jesús, rezó con sus discípulos, se reservara  un puesto especial para San Pedro. La segunda Sede fue en Antioquía, el primer centro de la Iglesia que agrupaba también a los paganos. Más tarde, Pedro se trasladó a Roma.

Palabras de Tertuliano:

"¡Esta Iglesia de Roma es bienaventurada! Los Apóstoles le derramaron  con su sangre toda la doctrina"

Finalidad del post

Todo este preámbulo, cuyos datos conoceis sobradamente, viene a santo de los absurdos tejemanejes de los medios de comunicación y de aquellos interesados en crear conflictos y divisiones en la Iglesia  y entre los cristianos.

Es absurdo e intolerable que se empiece ya a juzgar la salud del Papa y su posible dimisión, qué obscuros intereses pueden tenerse para dar pábulo a estas murmuraciones que yo calificaria de "cotilleos marujones." Benedicto XVI cumplirá en el mes de abril 85 años, pero ya tiene marcada una agenda de trabajos que para sí quisiera cualquier jerifalde de empresa, con una Cuaresma y Semana Santa por medio especialmente agotadoras   para todos los  Papa y unos viajes a Méjico y Cuba a los que no piensa renunciar; así mismo cuenta con presidir la JMJ que se celebrará en Brasil. Hablando de la JMJ, ¿acaso vimos en Madrid al Santo Padre, soportando la tormenta en Cuatrovientos y durante  todos sus encuentros con los jóvenes con ánimo de dimitir?

Todos estos rumores descarados se fundamentan en la falsa idea  que tienen o intencionádamente quieren tener,  de la Iglesia. Se empeñan maliciosamente en verla como una empresa cualquiera donde lo que se mide es la rentabilidad material o política. Lo único que mueve a la Iglesia de Cristo es la enseñanza del Evangelio, su Centro es el mismo Cristo, su misión que sus enseñanzas lleguen al íltimo rincón del mundo, para la salvación de los hombres.

¿Nuestro deber?

Nuestro deber como hijos de la Iglesia es hacer público y notorio, mediante la oración, mortificación y la acción, nuestra firme adhesión y cariño al Santo Padre, estamos con él y sus enseñanzas porque estamos del lado de Cristo y nadie por mucho revuelo que arme, ninguna fuerza del mal, podrá alejarnos de la Verdad. La Iglesia, los católicos dentro de la Iglesia no vamos a tolerar que las críticas, las intrigas, las especulaciones alteren lo más mínimo nuestra vida cristiana.

Demasiado se afanan los sembradores del Mal en crear estas patrañas, saben  y temen que la nueva Evangelización iniciada con ardor por el anterior papado e impulsada sin cesar  por Benedicto XVI, es peligrosa para sus intereses, para ese Nuevo Orden Mundial  proyectado sin Dios, en el que impera, bajo la tapadera de los Derechos Humanos distorsionados, toda clase de desviaciones de otro orden superior, el de la Ley Natural  impresa en la conciencia humana por el mismo Creador.

Nuestra lucha, al amparo de la Iglesia, no es contra los hombres, es digámoslo con claridad, contra el propio Satanás.

Nuestro firme propósito ha de ser el de rezar intensamente, a diario, que seguro ya lo estáis haciendo, por el Papa y sus intenciones, ese es el apoyo que el Santo Padre espera de sus hijos  y dar a conocer sin descanso, con valentía, cuanto nos transmite en sus escritos y homilías.

Unas palabras de Benedicto XVI

    "Celebrar la «cátedra» de Pedro, como hoy lo hacemos, significa, por tanto, atribuir a ésta un fuerte significado espiritual y reconocer en ella un signo privilegiado del amor de Dios, Pastor bueno y eterno, que quiere reunir a toda su Iglesia y guiarla por el camino de la salvación"

El papa no dimite

Recordemos cómo habló al ser elegido Papa de:

" LLevar a cabo su misión sin huir para no dejar a la Iglesia a merced de los lobos." 

Y ya sabemos quienes son los lobos