lunes, 9 de octubre de 2017

CON ARCENDO, MIRANDO AL PASADO


MIÉRCOLES, 2 DE ENERO DE 2013


EL PASADO COMO IMPULSO

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Con las uvas, las campanadas y el jolgorio es posible que se nos olvide lo fundamental: ¡el paso del tiempo!. Nos guste o no, "tempus fugit" y es a fin de cuentas en lo que yo quiero incidir tras ese ritual anual que acabamos de vivir.
Sin ponernos dramáticos, hemos de rendirnos ante la evidencia de que cada año que pasa es un año menos para nuestro encuentro con la inmortalidad. Pero también cada año vivido es uno más de nuestra historia; la personal y la colectiva. 
Como últimamente ya abuso demasiado hablando de mí, desafiando la paciencia de mis lectores, hoy quisiera hablar de la Historia de todos, concretamente de la Historia de España. Y... no solo quiero recordarla, sino evocarla y honrarla en la memoria de alguno de sus mejores representantes.

La Historia nos muestra lo que fuimos y lo que hemos llegado a conseguir a través de las acciones y pensamientos de los hombres que vivieron antes que nosotros. NO siempre ha sido positivo lo que estudiamos a lo largo de los siglos, sin embargo hemos de convenir que todo, -lo bueno y lo malo-, son ejemplos y LECCIONES ya sea para avanzar o evitar.
En este caso concreto me gustaría que mi primer post "serio" del año, fuera para invocar la memoria de un tiempo de héroes y de fe, dos vocablos que en la mayoría de las ocasiones van íntimamente ligados.
Además, el episodio que hoy quiero perpetuar en la memoria de los que me leen, creo que es muy apropiado, precisamente para este AÑO DE LA FE en el que estamos inmersos.

Como diría Cesar Vidal, corría el año 1509 (Siglo XVI), cuando el cardenal Cisneros, ¡con 70 años a sus espaldas!, determinó conquistar la plaza de Orán.
Orán era una ciudad en Argel, donde anidaban todos los moriscos que asolaban el Mediterráneo, saqueando naves y matando hombres.
Así pues Cisneros, a pesar de su avanzada edad, se tomó dicha conquista como un asunto de caridad. Se podría decir que, la conquista de Orán fue su proyecto personal. Así además rendía su último servicio a Isabel la Católica y a su testamento, en el que pedía no cesar en la conquista de África.

Sin embargo cuando los soldados de Italia, supieron de las intenciones del Cardenal, su reacción fue de mofa. De hecho, dicen que corrió como pólvora la jocosa noticia:
"Son cosas chocantes las que pasan en España: mientras un Prelado sale a guerrear contra los moros, el Gran Capitán se entretiene en rezar el Rosario."
Lo que aquellos soldados no sabían es que los dos paladines podían hacer ambas cosas a la vez.
El caso es que el cardenal, que había llevado a sus soldados a las puertas de Orán, antes de ordenar el asalto les arengó virilmente, y que cuando sonó el grito de ¡Santiago y Cisneros!, las tropas se lanzaron al asalto con tal brío, (Pedro Navarro a la cabeza), que en poco tiempo la plaza quedó ganada para España. La ciudad no resistió el asedio. Al día siguiente, las tropas harían su entrada triunfal.
El cardenal no quiso entrar en ella hasta el día siguiente, y sus ojos saltaron de gozo cuando vió el pabellón de CRISTO ondeando sobre el mas alto alminar.

Las tropas españolas vieron a Cisneros a la entrada de Orán, y le vitorearon:
- "Vos, señor, sois quien ha vencido".
Rápidamente el cardenal contestó con un salmo de David, bien sabedor del auténtico artífice de la victoria:
- "No a nosotros, SEÑOR, sino a vuestro santo nombre se debe dar la gloria."

Ciertamente eran otros tiempos y otros hombres. Por cierto, unos hombres que, personalmente me recuerdan bastante a la de las sagas míticas de Tolkien.
¿Fue ese Cisneros, cardenal de cruz y espada, nuestro particular Gandalf de la Historia de España?
Aún con ciertas similitudes, Gandalf es un personaje de ficción y Cisneros, no.
Cisneros fue un hombre real, valiente, lleno de entrega, generosidad, valentía y FE.
Me atrevo a decir que el Cardenal Cisneros es uno de los motores de la Historia de España, del crecimiento de la cristiandad en Occidente y por ende, es uno de los responsables de eso que hasta ahora los cursis han llamado el "estado del bienestar"; ya que ese -bienestar- tan pregonado, en realidad consiste en la conjunción de ese binomio perfecto de coherencia entre fe y vida.

Los sucesos de Orán, que ahora parecen tan lejanos en el tiempo, nos ponen de manifiesto un espíritu impulsor que todavía es posible rescatar. Creo que en cierto modo, eso es lo que se nos pide con insistencia cuando los últimos Papas hablan de "La nueva evangelización", que es algo que realmente urge y... no solo en España. El AÑO de la FE, debe ser el trampolín.
A DIOS le pido, la formación, la constancia y la audacia del gran ejemplo de CISNEROS para llevar a cabo el apostolado que estos nuevos tiempos requieren.

Breve referencia. Francisco Jiménez de Cisneros (1436/1517) fue Gobernador del Reino de Castilla, Presidente del Consejo de Regencia de Castilla. Cardenal de la Santa Iglesia Romana y Arzobispo de Toledo – Primado de España.
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*   *   *   *  

3 comentarios:

Rosa dijo...

No puedo estar más de acuerdo.
Vivimos en otros tiempos, pero lo que dice Hoja, es válido para todos los tiempos.

Besiños de martes, querida Capitana.
Gracias. Espero que te encuentres bien.

Rosa dijo...

¡Feliz día de nuestra Señora del Pilar!!!

Muchos besiños, querida Capitana.

Rosa dijo...

Besiños, muchos, muchos ...

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