LA VACA CEGA

DEDICADO A LUISA

Topan de cap en una i altra soca.

Estudiando Lengua con mi nieto, que tiene que recuperarla en Septiembre, he encontrado este poema en catalán escrito por Joan Maragall y traducido por Miguel de Unamuno. Sin menospreciar a ningún catalán, copio la traducción de Unamuno, no por nada especial, sino porque Unamuno es mi escritor favorito.
El motivo de publicar este poema es el de dedicárselo a mi amiga Luisa /mis ideas cotidianas.blogspot.com/ porque desde que nos conocimos nos hemos sentido hermanadas, entre otras cosas, por este ejemplar, manso y fiel, que entrega al ser humano todo lo que posee, lo da todo, piel, carne y leche. Y por su fuera poco lo hace sonriendo y con alegría. Cada uno puede sacar la moraleja que desee.
Querida Luisa: tengo que descargar la emoción que me ha provocado este poema, haciéndote partícipe del mismo. Sé que sólo un espíritu elevado como el tuyo puede compartir conmigo los sentimientos que en mí ha provocado tan triste y profunda lírica. Un abrazo fuerte desde mi campo, vacío de seres tan desinteresados y sacrificados como nuestras queridas vacas.

LA VACA CIEGA

Dando de cabeza en uno y otro tronco.
Caminando vagorosamente camino del agua,
se ve a la vaca enteramente sola. Es ciega.
De una pedrada lanzada con demasiado tino,
el boyero le ha deshecho un ojo, y en el otro
se le ha puesto una tela: la vaca es ciega.
Va a abrevarse a la fuente que solía,
mas no con la firme marcha de otras veces,
ni con sus compañeras, no: va enteramente sola.
Sus hermanas por las encañadas y las lomas,
en el silencio de los prados y la ribera
hacen sonar la esquila, mientras pastan
la hierba fresca al azar… Ella caería.
Topa de morro en la gastada pila,
y se arredra asustada, pero toma
y baja la cabeza al agua y bebe calmosa.
Bebe poco, casi sin sed; después levanta
al cielo, enorme, la bien encorvada testuz,
con un gran gesto trágico; parpadea
sobre las muertas niñas, y se vuelve
huérfana de luz bajo el sol que quema,
vacilando por los caminos inolvidables,
blandiendo lánguidamente la larga cola.


Luisa: por favor, no llores que te conozco. Ya verás como la justicia de Zapatero encontrará al boyero y le dará su merecido. Y todo volverá a ser como antes. Celebraremos las medallas de oro ganadas en las olimpiadas y seremos felices con el oro de Nadal y la bandera española izada en China por este motivo. Y ya nadie tendrá resquemor por esos triunfos españoles, como pasó con la Copa Europea de futbol… aunque sea Zapatero quien se los apuntes. Y yo tendré cobertura en todas partes y podré hablar de política y leer todos los días los blogs amigos y dejar mis comentarios y responder a los vuestros… Ya verás, Luisa, ten ánimo.
Claro que eso será cuando la Justicia encuentre al boyero. Pero tú ten ánimo, Los eclipses pasan en un suspiro.

Fotografías tomadas por Alfonso, el sábado 16, a través de los prismáticos