Como José María Pemán afirmo
la fe que recibí de mis mayores,
no con la pluma como él,
sino con las teclas del ordenador.
En el nombre de Dios de los amores,
canto la fe que llena el alma mía,
y la ofrendo en tributo de poesía,
que ha brotado en mis labios pecadores.
Ante la faz del mundo, sin temores,
como los hombres de mi raza un día
yo confieso, con firme valentía,
la fe que me legaron mis mayores;
Y como en ella vivo, en ella adoro
y en ella cifro mi esperanza suma,
mi escudo intacto y mi mayor tesoro.
Ante esta edad burlona y descreída
la confieso y la afirmo con mi pluma...
¡y si fuera preciso, con mi vida!
José María Pemán
Para vivir la fe, no hay vacaciones
4 comentarios:
Querida Militos: yo también he recibido mi fe de mis padres, pero me siento conversa porque la había abandonado. Al volver, como toda conversa, sé como demasiados no saben el tesoro que es, y así he sido el instrumento para que algunos de los viejos que se relajaron en el post-concilio regresaran a su fe de siempre, intacta y bella. Es otra gracia de Dios.
Siempre que vienen a visitar este blog a que descubra la armonía de los colores mágicamente enviado por mensaje de texto fenomenal. Gracias.
Si estás en mi blog sería un honor, si la votación en TOPblog y yo entiendo que te gusto y me vas a volver.
Un buen día para ti!
Precioso el soneto de Pemán, lleno de fuerza, de amor y de fe.
¡Qué sencillo parece escribir cuando lees a un poeta como éste!
¡Qué fácil lo hace!
Disfruta de tu fe, de tu Noray y recibe un beso bloguero
(o balconero)
Querida Alemamá: me alegra mucho verte y estoy segura que tu fe es más firme y ardiente que la de os que nunca nos alejamos de ella.
Un beso muy grande que cruce el océano para ti.
Terly: que verdad tan grande la que dices, como siempre, lo de Pemán parece que lo puede hacer cualquiera, pero...¡es inimitable!.
Un beso y que tú también disfrutes con los tuyos.
Geanina: ya te visité y voté tu blog, pues creo que te lo mereces.
Un beso
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